Tres teléfonos móviles Iphone y una grabadora de la marca Philips son los dispositivos electrónicos que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil está analizando para desbrozar todas las grabaciones encontradas en la casa de Koldo García. El juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente ha cerrado filas con los investigadores y asegura que no hay ni un sólo motivo para dudar de la autenticidad de estos audios que, se convierten así, en prueba clave de la investigación por corrupción.
El exministro de Transportes José Luis Ábalos ya puso en duda el pasado lunes estas grabaciones en las que se le escucha tanto a él como a su exasesor y al exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán hablar del reparto de mordidas. Su estrategia se basó en dudar que reconociera su voz y asegurar que las conversaciones no estaban completas o estaban sacadas de contexto. Una línea que siguió Cerdán este lunes en el Supremo en su primera declaración, pero que, a partir de ahora, va a servir de poco.
Tal y como avanzó El Independiente, el Supremo iba a ser un muro contra estas acusaciones porque confían fielmente en la veracidad de lo transcrito por la UCO y en la libertad con la que los interlocutores hablaban en esas grabaciones que van desde 2018 hasta 2023.
El auto del juez Leopoldo Puente no deja lugar a dudas. "No se advierte elemento alguno que, con mínima seriedad, permita concluir que las grabaciones pudieran haber sido manipuladas, alteradas o simuladas por la persona que las obtuvo y conservaba en su poder, menos todavía podría haberlo para atribuir a la fuerza policial actual actuante esa misma conducta". Para el magistrado sólo esas conversaciones son "elementos bastantes para considerar indiciariamente justificada" la participación de Cerdán en los hechos. Es decir, apoya parte de su escrito para enviarlo a prisión provisional comunicada y sin fianza en la prueba clave de los audios.
"No es a menudo que se dispone de conversaciones protagonizadas [...] por los propios partícipes en los hechos aparentemente delictivos que son objeto de investigación. Ni esas conversaciones, cuando existen, resultan regularmente tan explícita", indica Puente. El togado asevera que, más allá del contenido es "muy significativo" las circunstancias en las que se encontraron.
Se hallaron en una vivienda y "no son consecuencia, por tanto, de una intervención judicial de las comunicaciones". Estaban en casa de Koldo García quien "por algún motivo no difícil de imaginar" decidió "grabarlas primero y conservarlas después en su poder" y no precisamente "con el propósito inmediato de denunciar los hechos a los que aquéllas se referían", indica Puente. Los audios son fruto de la "libérrima decisión de la persona que, indiciariamente, las grabó".
Cerdán aseguró ayer no recordar haber mantenido explícitamente esas conversaciones o que las mismas estaban descontextualizadas. Pero para el juez, precisamente, la mala calidad del sonido demuestra que no se ha producido una "artificiosa manipulación" de Koldo a través de inteligencia artificial u otros medios. "Tampoco existe consideración o razonamiento alguno que permita entender en este momento en términos de razonabilidad que las grabaciones tantas veces aludidas pudieran haber sido editadas (omitiendo, alterando o manipulando el curso natural de la conversación)", indica.
En cualquier caso, los "correspondientes expertos" podrán acreditar este extremo. Si bien a él le resulta reseñable que el propio Koldo García se haya acogido a su derecho a no declarar sin que, en ningún momento, haya desmentido su autoría o las propias grabaciones. Los archivos están acompañados de hora y fecha de realización y se extendieron en un amplio periodo de tiempo y sería mucho presuponer que el exasesor hubiera pasado horas "de manera minuciosa" etiquetando y contextualizando archivos falsos, más aún, teniendo en cuenta que éstos también le incriminan a él mismo.
Sumado a eso, los agentes han hecho comprobaciones de los audios con pruebas colindantes. Uno de ellos, por ejemplo, estaba como "Ferraz 74 2" y los agentes han cruzado ésta, en la que se escucha a Cerdán, con elementos de prueba como que Koldo dijo a su esposa unos minitos antes que iría a la sede del PSOE. "Por lo que a este audio respecta, la identificación como persona que intervenía junto a don Koldo García en la conversación grabada resulta no solo de la semejanza con la que conocidamente corresponde a don Santos Cerdán, sino que se toma en cuenta también que días antes, ambos, Koldo y Santos, habían intentado concertar una cita y que, en efecto, el mismo día en el que tuvo lugar la conversación grabada habían acordado reunirse". Además de todo eso, Koldo se dirige a su interlocutor como "Santi". Para el juez todos estos elementos componen la fiabilidad del audio.
En definitiva, dice el juez, por mucho que la defensa de Cerdán trata de hacer una "imprecisa y genérica impugnación de la autenticidad de las grabaciones", aunque ésta es "legítima" por su derecho a defenderse, no se puede tomar en cuenta "como hipótesis razonable".
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