La Audiencia de Granada ha admitido parcialmente el recurso presentado por Francesco Arcuri contra el archivo de la denuncia en la que acusó a su expareja, Juana Rivas, de un delito de sustracción de menores y ha acordado investigarla por no haber facilitado que el menor de sus hijos vuelva a Italia.

PUBLICIDAD

El auto de la Sección Segunda de la Audiencia, notificado este jueves y al que ha tenido acceso EFE, admite el recurso presentado por Arcuri contra la decisión del Juzgado de Instrucción 4 de Granada, que, el pasado mayo, archivó su denuncia contra Juana Rivas por sustracción de menores y maltrato habitual en el ámbito familiar.

La Audiencia ha acordado investigar el delito de sustracción de menores al entender que Juana Rivas está incumpliendo la orden dictada por un tribunal italiano el pasado febrero de que su hijo menor, de 11 años, vuelva con su padre, que tiene la custodia.

No ha admitido el recurso en lo referido a un delito de maltrato al interpretar que si el menor ha sufrido daño psicológico, no ha sido provocado de manera intencionada por la madre.

El hijo mayor se querella contra su padre

Esta investigación se conoce después de que trascendiera que el hijo mayor de Juana Rivas y el italiano Francesco Arcuri ha formalizado una querella contra su padre por atentado contra la integridad moral y coacciones cometidos contra Daniel, el otro hijo de la expareja, y ha pedido medidas cautelares para evitar que ejerza la custodia.

En la querella presentada ante el juzgado en funciones de guardia, a la que ha tenido acceso EFE, Gabriel, de 19 años, acusa de estos dos delitos a su padre y la psicóloga que lo acompañó este martes al punto de encuentro familiar en el que el menor tenía que pasar por orden judicial de la madre al padre.

El mayor de los hijos de la expareja actúa contra su padre, al que acusa de instar a la psicóloga a comparecer en el punto de encuentro familiar para presionar al menor y "doblegar su voluntad" con el objetivo de que Daniel accediera a marcharse a Italia con Arcuri. La querella asegura que, en las cerca de tres horas que los dos hermanos estuvieron en el punto de encuentro, se incumplieron las normas deontológicas y los protocolos y se sometió al menor a un "durísimo interrogatorio" que le generó "ansiedad y desasosiego".

Añade que Gabriel grabó con su teléfono móvil esas más de dos horas y media en las que su hermano sufrió una "inaceptable tortura psicológica" e interpreta la conducta de la psicóloga como una presión sobre el menor que le ocasionó una "crisis aguda de ansiedad". Según el equipo jurídico de Gabriel, estos hechos constituyen un delito de coacciones y otro de atentado a la integridad moral, una intimidación para "influir a un menor".

Grabación del encuentro

Suma además que se trata de un delito de coacciones consumado y solicita que se tome declaración a Arcuri y a la psicóloga querellada y se proceda a volcar la grabación de todos estos hechos que se contienen en el teléfono personal del querellante para que sirvan de prueba.

También pide la querella que declare Gabriel como testigo y que se explore a Daniel "con la máxima garantía y respeto a los hechos", además de solicitar un informe a los técnicos del punto de encuentro sobre en calidad de qué actuó la psicóloga. La querella añade la petición de medidas cautelares, incluida una orden de protección del menor, que su padre no pueda comunicarse con él ni estar a menos de 200 metros de Daniel y que se deje sin efecto la orden de entrega del niño con Arcuri, que tiene su custodia, por el "gravísimo padecimiento psicológico" de las presiones. 

PUBLICIDAD