La investigación bautizada como 'caso Koldo' ha evidenciado irregularidades en empresas públicas que dependen de organismos vinculados a ministerios y en las que el Gobierno de turno ha aprovechado para colar a personas saltándose los mecanismos de mérito. Las señaladas en dichas diligencias que están bajo el foco del Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional han sido Ineco --sociedad mercantil que depende del Ministerio de Transportes-- y Tragsatec --que pende de la SEPI, a su vez adscrita al Ministerio de Hacienda--. En ambas empresas estuvo contratada Jésica Rodríguez, la que fuera pareja del exministro José Luis Ábalos, sin ni siquiera abrir el ordenador, según declaró ella misma.

Este medio ha venido contando cómo, por ejemplo, Ineco ha engrosado su plantilla en más de un 90% desde la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, duplicando sus empleados entre 2018 y 2024. Ahora, un trabajador de Tragsatec al que se le cumplió el contrato hace unos meses denuncia irregularidades sistemáticas en los procesos de contratación.

Jaime (nombre ficticio porque quiere preservar el anonimato por miedo a represalias) llevaba trabajando casi tres años en la mercantil que da apoyo de ingeniería a Tragsa. Cuenta a El Independiente --que ha comprobado la veracidad de su relato-- que terminando ese periodo le explicaron que su plaza salía a estabilización. "Entonces tienes que hacer un examen para estabilizar la plaza. Normalmente te lo dice el gerente aunque en la página de Tragsa sale abierta al público y puede presentarse quien quiera", expone. .

Según detalla, el examen consiste en un test psicotécnico, una prueba competencial y una entrevista. La primera parte vale 10 puntos, la segunda 20 y la tercera cuenta 30. Ahí, explica, está la trampa. "Tú te presentas al examen, como en mi caso, y al puesto que yo optaba mandaron que se presentara un chaval, que se lo dijo el gerente directamente. Entre la prueba psicotécnica y la competencial yo quedé el primero con los méritos, además, de haber llevado tres años en el puesto. ¿Qué pasa? Que luego queda la entrevista", relata.

Esta última fase es la que tiene más valor. Se realiza online y él fue advertido expresamente de que no podía grabarla. "En la entrevista es donde ellos juegan a quién quieren meter y a quién no. En mi caso, la entrevista fueron 12 preguntas técnicas. Este chico al que quisieron meter no llevaba ni un mes en la empresa y no tenía nada que ver lo que había hecho en su puesto con lo que estábamos haciendo nosotros. El chaval de electricidad no sabía prácticamente nada", revela.

Él pensaba que el puesto era suyo, pero el asombro llegó en la calificación final. "Para mí sorpresa yo saqué un 17 y pico en la entrevista y este hombre, oh magia, de los 30 puntos le pusieron un 28,9", cuenta. "Entonces claro, ahí, él quedó primero porque no hay manera de superar eso. Y ya está, se queda la plaza él. Así funciona".

La historia de Jaime, que con más de 50 años se ha quedado sin trabajo, no es un hecho aislado. Él denuncia que conoce más casos y que internamente muchos saben que el mecanismo es tan opaco que permite estos trucos, lo que ocurre es que nadie se atreve a denunciar. "No lo cuento por venganza, sino porque me da rabia que así funcione la empresa pública", explica.

"Aunque denunciara y ganara, ellos cuando firman la estabilización te hacen firmar también una causa como de que te pueden desplazar a cualquier lado de España. Entonces, si vas a las malas, que ellos tienen Abogados del Estado y todo, y aun así ganas, ellos te pueden hacer la putada, por ejemplo, de mandarte a Madrid con el sueldo de aquí [una provincia]. Sería imposible porque no vives", remacha.

La jefa de Jésica Rodríguez en Tragsatec

Esta empresa ha salido a la palestra este año después de que se descubriera que Jésica Rodríguez --expareja de Ábalos-- estuvo contratada en 2021 sin realizar, presuntamente, trabajo alguno. Precisamente por este hecho la Audiencia Nacional está investigando a la expresidenta de Adif Isabel Pardo de Vera quien, supuestamente, ayudó a "enchufar" a la joven en Ineco.

Según su propio relato en la Audiencia Nacional, cuando ella fue consciente de que era la pareja del responsable de la cartera de Transporte lo llamó personalmente para decirle que ella no podía seguir allí contratada y fue entonces cuando Rodríguez saltó a Tragsatec.

El pasado 17 de julio Virginia Barbancho, responsable técnica del proyecto de esta mercantil al que estaba adscrita la expareja de Ábalos, declaró ante el juez que, efectivamente, Jésica Rodríguez no fichaba teletrabajando y que al advertir de esa irregularidad a sus superiores le adviertieron que "la dejara en paz".