Votación de alto riesgo para el Gobierno la de este martes en el Congreso de los Diputados. Después de la primera derrota del curso el 10 de septiembre, con el proyecto de ley de la reducción de jornada laboral, ahora el Ejecutivo lleva a pleno para su toma en consideración el pacto de PSOE y Junts para la transferencia de las competencias en inmigración a la Generalitat de Cataluña establecido en el mes de marzo. Y el rechazo de 175 diputados de PP, Vox, UPN y Podemos impiden que salga adelante al ser exactamente la mitad del hemiciclo. En el mejor de los casos, de que la mayoría de Gobierno se ponga de acuerdo y sume los votos de José Luis Ábalos y Àgueda Micó, del Grupo Mixto, habría tres votaciones que al confirmar el empate tumbaría la propuesta.

Más allá de las perspectivas de que salga o no adelante, que dependerá de Podemos, dentro de la propia confluencia plurinacional de Sumar, el socio minoritario del PSOE, surgen dudas ante esta proposición de ley. En una comparecencia a primera hora de este martes, la portavoz de IU, Eva García Sempere, dejaba dudas sobre el voto de los cinco parlamentarios de su partido integrados en Sumar. Tomarán la decisión por la mañana del martes, en una reunión previa al inicio del pleno a las 15 horas.

¿El motivo? Sin que lo haya recalcado, todo parece apuntar a que hay opiniones que comparten con partidos como Podemos que el texto puede tener tintes "xenófobos". Sobre todo, en la exposición de motivos. Al menos así lo vino defendiendo IU desde el consenso entre socialistas y neoconvergentes. Se aseguró que habría que hacer modificaciones en una tramitación que ahora dudan sin avalar pese a las perspectivas. Sempere, sí aludió en su comparecencia que en la parte normativa, compuesta por trece puntos, no ven problema alguno. IU alza la voz como Podemos, cuyo secretario de Organización, Pablo Fernández, en una entrevista para Café d'idees, en La 2 Catalunya, que "el preámbulo llega a decir barbaridades racistas como que la inmigración es un problema y un peligro para la cohesión social". "Estamos radicalmente en contra", advirtió tajantemente.

Urtasun no ve alusiones racistas

Tras el posicionamiento de su socio de confluencia, el portavoz nacional de Sumar, miembro de Catalunya en Comú y ministro de Cultura del Gobierno, Ernest Urtasun, negó encontrar "contenido racista" en la proposición de la ley. Aunque no entró a valorar la exposición de motivos. Sí se centró en los puntos de la propuesta y en valorarla como una "cuestión estrictamente competencial". "Desde una perspectiva plurinacional, entendemos que la ley debe salir adelante. Esta votación no supone apoyarla, sino que se debata, que pueda discutirse en el Parlamento", consideró Urtasun, alentando veladamente a quien tiene dudas de respaldar la votación.

Ante las afirmaciones de IU, Urtasun aseguró que se ha leído el contenido propuesto. "De los trece artículos, todos son estrictamente competenciales. Invitaría a los que diputados que la denuncian, que pueden votar en su contra, que me digan en qué es racista. No hay ningún tipo de orientación [en su contenido] sobre política migratoria", continuó el ministro. Para él, de aprobarse esta delegación de competencias en un futuro, serían gestionadas por un gobierno del PSC de Salvador Illa, con el apoyo de su partido, los comunes, y con ERC. "Que no quepa la menor duda de que el uso de esas competencias serían en un sentido progresista", explicó Urtasun, obviando qué pasará si hay un relevo en el futuro de Junts y partidos xenófobos al alza como Aliança Catalana lo condicionan.

Preguntado sobre si preocupa la unidad de grupo al calor de las dudas de Sumar, pero también de otras posibles fisuras, como con el diputado de Compromís que sigue dentro, por la parte de Iniciativa, Alberto Ibáñez, Urtasun indicó en su comparecencia desde el Espacio Rastro de Madrid que se está debatiendo una postura coordinada, asegurando al mismo tiempo que la postura de Sumar es a favor. Además de IU, en su momento Ibáñez aseguró también que no podía respaldar una medida que provoca que la agenda política sobre la inmigración gire hacia la posición de "la extrema derecha y el racismo", con esa exposición de motivos sobre la mesa. "Los que creemos en un Estado plurinacional no tenemos que tener miedo", finalizó Urtasun.

Podemos, al choque con Junts

Tras recalcar su negativa a esta votación, el exconseller de la Generalitat y eurodiputado de Junts en el Parlamento Europeo, Toni Comín, acusó a Podemos de ejercer una "xenofobia anticatalana" en lo que respecta al debate migratorio. A su juicio, Podemos, en lugar de combatir la xenofobia, actúa al contrario: "Creer que la Generalitat gestionará la inmigración peor que el Gobierno y que los Mossos representan un peligro más grande para los inmigrantes que la Guardia Civil es una forma implícita de xenofobia: xenofobia anticatalana". En la misma línea se posicionó el secretario general de Junts, Jordi Turull.

En respuesta, el fundador y exsecretario general de Podemos, Pablo Iglesias, pidió desde una tertulia de RNE que Junts "se vaya a la mierda". "Los que ahora están compitiendo con los fascistas de Aliança Catalana y con propuestas abiertamente racistas, que nos digan ahora que no ser pujolista es ser catalanófobo, cuando además en su partido hay posiciones prosionistas contrarias a los derechos humanos, pues con todo el cariño y respeto, váyanse un poquito a la mierda", expresó Iglesias. Éste reivindicó que en el peor momento para Junts, pero también para ERC, estuvo visitando a los "presos políticos" en prisión o conversando con Puigdemont, mientras que los que ahora "le bailan el agua a Junts" ni se acercaban.

Iglesias, además de alertar del partido de Silvia Orriols, dijo que no existe un pacto previo sobre esa transferencia entre el PSOE y Podemos.