El pleno de Barcelona ha rechazado por mayoría sustituir el nombre de la calle Sabino Arana, fundador del Partido Nacionalista Vasco (PNV), por el del concejal del PP asesinado por ETA en 1997, Miguel Ángel Blanco.
La iniciativa ciudadana, que contaba con hasta 4.000 firmas válidas, ha recibido los votos a favor de PP y Vox y los votos en contra del resto de partidos, Junts, PSC, BComú y ERC.
La teniente de alcalde de Memoria Democrática, Raquel Gil, ha señalado que el Nomenclátor de la ciudad "no se tiene que construir en contra" de nadie, sino que debe decidir los nombres a los que homenajear.
Desde Junts, su líder Jordi Martí ha sostenido que defender que Arana, fundador de un partido democrático y amigo de Catalunya, en sus palabras, tenga una calle en Barcelona "no significa ir en contra de las víctimas del terrorismo".
El concejal de BComú Jordi Rabassa ha lamentado que algunos sectores de la población y algunos partidos "utilicen la figura y el símbolo de Miguel Ángel Blanco como arma de confrontación".
El concejal de ERC Jordi Castellana ha asegurado textualmente que los republicanos no caerán en la trampa de tener que decidir entre "vascos buenos y vascos malos".
El líder del PP, Daniel Sirera, ha defendido rebautizar la calle en homenaje a una persona cuyo asesinato supuso un antes y un después en la historia de España, en sus palabras, y ha sostenido que "no se trata tampoco de borrar la historia, sino decidir los nombres que queremos honrar en nuestras calles".
Finalmente, el líder de Vox, Gonzalo de Oro, ha lamentado que con el rechazo a esta iniciativa ciudadana, Barcelona "pierde una oportunidad" para homenajear a Blanco.
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