La inmigración como una de las "ideas fuerzas" del discurso del PP lleva mucho tiempo siendo testada en el primer partido de la oposición, y la principal conclusión es que lejos, de ser sólo una preocupación para los sectores más a la derecha, ésta va creciendo también entre una clase trabajadora tradicionalmente más progresista. De hecho, los sondeos del CIS también han detectado ese incremento de la preocupación sobre este fenómeno, bien real o inducido, pero que comienza a planear entre los problemas ciudadanos.
Fuentes del PP señalan que estos sondeos cualitativos dan como resultado esa "transversalidad" y "capilaridad" que va impregnando a amplios sectores sociales, "sobre todo en los barrios más obreros" y en el "mundo rural". Nada muy diferente a lo ocurrido en países de nuestro entorno como Francia, donde la ultraderechista Marine Le Pen bebe del voto obrerista que abandonó a los socialistas galos. Porque otro fenómeno ya detectado, aseguran en Génova, a tenor de sus sondeos, es que ese voto "salta del PSOE a VOX", sin parar en estaciones intermedias.
Ezcurra es la encargada de dar forma a la propuesta sobre inmigración
De ahí que el PP no sólo intente marcar perfil propio, sino que pretenda presentarse como una suerte de "tercera vía" entre el "buenismo" de unos y la "criminalización" de otros, según explicó el pasado lunes la vicesecretaria de Coordinación Sectorial, Alma Ezcurra, en una comparecencia ante la prensa. Ezcurra es la encargada de dar forma a la propuesta de la que hasta ahora sólo se conocen las líneas más generales, como la instauración de un "visado por puntos". La idea es diseñar un modelo que disuada a las mafias de inmigración ilegal y establezca unas reglas claras de entrada de inmigrantes de forma regular y ordenada, por términos que, por cierto, también emplea el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La "Declaración de lq Región Murcia", firmada por todos los presidentes autonómicos, incluidos los más moderados, es una respuesta a esos estudios cualitativos internos, en un debate "que no sólo se está dando en España sino en toda UE. Es bueno que tengamos una propuesta que hacer en este sentido", dicen fuentes populares. El endurecimiento de las políticas de inmigración se ha convertido en una especie de hilo conductor en Europa, de hecho, los laboristas celebran congreso estos días y Keir Starmer se ha puesto a la cabeza de la manifestación en contra de la inmigración irregular, pero, incluso, contra la legal, anunciando medidas más restrictivas de entrada y permanencia en el país.
El "papeles para todos es un concepto rechazado también por los que se declaran votantes socialistas"
Propuestas como la expulsión inmediata de los inmigrantes en situación irregular que delincan, limitaciones de acceso a ayudas sociales si no se contribuye o la potenciación de los "culturalmente cercanos" y más dispuestos a integrarse -propuestas que ya estaban incluidas en la ponencia política del 21 congreso nacional popular- se han ido testando una por una para sondear su aceptación, según ha podido confirmar El Independiente. El "papeles para todos", explican fuentes del comité de dirección del PP "es un concepto rechazado también por los que se declaran votantes socialistas", los mismos que responden "afirmativamente la necesidad de leyes reguladoras para entrar a vivir y trabajar en el país".
De hecho, Génova apunta a una reacción tibia de los socialistas al contenido de la "Declaración de la Región de Murcia" porque "saben que hasta sus votantes lo comparten", pero que no pueden ir más allá a riesgo de cosechar la desafección de su socio de Gobierno, Movimiento Sumar, como de los que les sostienen, con enormes dificultades, en el Parlamento. Bien es cierto que la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Sáez, replicó el lunes que algunas de esas medidas ya se implementan y otras son ilegales. Y este martes, en la rueda de prensa que sigue a la reunión del Consejo de ministros, el titular de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y la ministra portavoz, Pila Alegría, calificaron la propuesta de "ocurrencia" y de "copiar" las medidas de la ultraderecha de Vox. Pero sin elevar demasiado el tono. Ni siquiera el titular de Transportes, Óscar Puente, animó el ambiente político con uno de sus habituales tuits.
El PSOE atempera la petición de Yolanda Díaz de regularizar a medio millón de inmigrantes
Incluso desde el Ejecutivo moderan a su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, quien, ella sí, reaccionó de inmediato al modelo del PP exigiendo, antes de que acabe este mes de octubre , la regularización de medio millón de inmigrantes sin pasar por el refrendo del Congreso de los Diputados. Para el socio mayoritario del Gobierno el asunto debe ir al Parlamento, aún siendo conscientes, o quizá por ello, de que Junts se negará en redondo a una medida de esta naturaleza. Su pugna con Alianza Catalana asegura el 'no' de los de Puigdemont.
El PP, que votó a favor de la ILP que exigía dicha regularización, ahora ha dado marcha atrás. Alberto Núñez Feijóo indicó ayer que España no está en condiciones de asumir esa regularización masiva porque "la inmigración sin requisitos", "sin método" y" "sin reglas" produce un "efecto llamada". "No se puede convertir lo irregular en regular ni se puede convertir lo ilegal en legal. Cuando lo ilegal lo conviertes en legal, automáticamente se acabó el Estado de Derecho", argumentó,
Los populares se sienten refrendados no sólo por el estado de opinión pública que dicen detectar en sus cualitativos, sino, también, por la política que siguen "otros líderes europeos de todos los partidos", donde también hay mucha transversalidad ideológica y la preocupación de que la ultraderecha crezca, aún más, a lomos del discurso xenófobo.
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