La seguridad vial en Madrid ha dado un paso más con la instalación de cuatro radares especiales que controlan una infracción habitual y peligrosa: saltarse las líneas continuas en la carretera. Estas líneas, pintadas en la calzada, no se pueden cruzar, salvo situaciones muy concretas, y están diseñadas para evitar accidentes. Sin embargo, muchos conductores las ignoran, lo que provoca riesgos innecesarios. Ahora, gracias a la tecnología, es más fácil detectar estas infracciones.
Estos radares son únicos en España y están en funcionamiento desde septiembre de 2025. Se ubican en puntos estratégicos de la Comunidad de Madrid, en autovías y autopistas donde la invasión de la línea continua puede ser especialmente peligrosa. Su función es clara: detectar y sancionar a los conductores que cruzan estas líneas, contribuyendo así a reducir accidentes.
Cómo funcionan los radares de línea continua
El sistema de estos radares combina cámaras y tecnología de inteligencia artificial. Cuando un vehículo cruza una línea continua, la cámara captura la infracción y envía las imágenes al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas (CTDA). Allí se analiza la evidencia y se tramita la multa correspondiente. Este proceso asegura que las sanciones se apliquen de manera justa y basada en pruebas.
Una de las particularidades de estas infracciones es que la multa económica es de 200 euros, pero no implica pérdida de puntos en el carnet de conducir. Esto responde a que se considera una falta grave, pero no pone en riesgo directamente el historial de conducción de la persona de manera acumulativa. La medida busca principalmente disuadir a los conductores de cometer la infracción y mantener la seguridad en la carretera.
Dónde están ubicados los radares
La Dirección General de Tráfico (DGT), en colaboración con las autoridades locales, ha elegido ubicaciones estratégicas para estos radares, en tramos donde los accidentes por invasión de línea continua son más comunes. Las cuatro ubicaciones confirmadas son:
- A-1 (Autovía del Norte): en el kilómetro 15,9, cerca de Alcobendas, en sentido decreciente.
- A-2 (Autovía del Nordeste): en el kilómetro 11,8, cerca del Aeropuerto de Barajas, en sentido decreciente.
- A-42 (Autovía de Toledo): kilómetro 16,9, en Getafe, a la altura de la incorporación a la M-50, en sentido decreciente.
- M-40: kilómetro 20, a la altura de Mercamadrid.
Por qué es importante respetar la línea continua
Las líneas continuas no están pintadas al azar: indican zonas donde cambiar de carril puede ser extremadamente peligroso. Por ejemplo, en curvas, incorporaciones o salidas de autovía, invadir la línea puede provocar colisiones frontales o accidentes graves. Antes de la instalación de estos radares, muchos conductores cruzaban estas líneas sin consecuencias inmediatas, aumentando el riesgo de accidentes.
Ahora, con la vigilancia constante de estas cámaras, los conductores tienen un incentivo claro para respetar las normas. La medida también ayuda a concienciar sobre la importancia de la seguridad vial y el respeto a las reglas de tráfico, algo que beneficia a todos los usuarios de la carretera.
Conduce seguro y evita multas
La instalación de estos cuatro radares en Madrid es un ejemplo de cómo la tecnología puede mejorar la seguridad vial. Detectar y sancionar a quienes invaden las líneas continuas no solo previene accidentes, sino que también fomenta una conducción más responsable. La DGT, con la colaboración de las autoridades locales, garantiza que estas medidas sean efectivas y transparentes.
Respetar las normas de tráfico es responsabilidad de todos. Gracias a estos radares, los conductores tienen menos margen para el error y más razones para mantener la seguridad en las carreteras. Evitar cruzar una línea continua es una acción sencilla que puede salvar vidas, y estos sistemas tecnológicos aseguran que se cumpla.
Para más información oficial sobre estos radares y otras medidas de control de tráfico, se puede visitar la página de la DGT.
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