El Pabellón de España en la Exposición Universal de Osaka 2025 ha cerrado sus puertas este lunes con un balance de más de 3,4 millones de visitantes y cuatro galardones internacionales que reconocen su diseño, sostenibilidad y concepto. La instalación, que abrió el 13 de abril y ha permanecido activa hasta este 13 de octubre, ha superado ampliamente las previsiones iniciales de 2,8 millones de asistentes.

Según los datos oficiales, el pabellón español ha recibido 3.493.938 visitantes, lo que representa en torno al 14% del total de afluencia al recinto de la Expo, estimado en unos 25 millones de personas. La participación española, coordinada por Acción Cultural Española (AC/E), ha sido una de las más destacadas del evento, tanto por su propuesta arquitectónica como por su programación cultural.

Diseñado por los estudios Enorme Studio, Smart and Green Design y Néstor Montenegro Mateos, el pabellón, una estructura escalonada que evoca el mar reflejando el Sol, fue construido con unas 600 toneladas de madera, incluyendo alerce y ciprés japonés de las prefecturas de Nagano y Ehime. Su fachada está revestida con cerámicas del taller catalán Cumella, el mismo que trabaja en la Sagrada Familia.

Premios a su arquitectura

La instalación ha sido premiada con la medalla de plata en la categoría de Arquitectura y Paisaje por la Oficina de Exposiciones Internacionales (BIE), además de obtener dos platas y un bronce en los World Expolympics, organizados por The Experiential Design Authority, en reconocimiento a su arquitectura exterior, diseño sostenible y concepto temático.

Por el momento no se ha anunciado el destino definitivo del pabellón, aunque el proyecto fue concebido desde el inicio con criterios de desmontabilidad y economía circular. Según los estudios responsables, la estructura podrá desmontarse por completo y más del 80% de sus materiales son reciclables. La organización de la Expo obliga a retirar todas las construcciones una vez concluido el evento, de modo que el pabellón español será desmantelado en los próximos meses.

Entre las opciones que se barajan figuran su posible reinstalación en Japón o en otro emplazamiento cultural, así como la reutilización de sus materiales en nuevos proyectos. Los autores consideran que mantener la instalación en territorio japonés sería la alternativa más coherente desde el punto de vista medioambiental, evitando el elevado impacto del transporte hasta España.

Un pabellón muy flamenco

A lo largo de los seis meses del certamen, el pabellón ha funcionado como una plataforma de diplomacia cultural y económica. Diez comunidades autónomas han celebrado en él sus respectivas semanas o días de honor, y ha recibido la visita de autoridades españolas como los presidentes de Cataluña, Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura, así como de los ministros Jordi Hereu y Carlos Cuerpo. Entre los invitados internacionales figuran la princesa Takamado, la escritora Yoshimoto Banana, la cineasta Naomi Kawase y el gran duque heredero de Luxemburgo, Guillermo V.

El flamenco, una expresión cultural española muy popular en Japón, fue elegido como eje central de la programación artística y ha sido una de las claves del éxito del pabellón. Los gestores destacan el "acierto" de haber apostado por un lenguaje cultural que conecta de forma natural con el público japonés, reforzando un vínculo que se mantiene desde hace décadas.

Con un presupuesto de 50 millones de euros y un diseño inspirado en la corriente oceánica de Kuroshio, el pabellón ha querido simbolizar la conexión entre España y Japón, uniendo sostenibilidad, creatividad y diplomacia cultural en uno de los proyectos más reconocidos de la Expo de Osaka 2025.