La Policía Nacional trabaja en todas las hipótesis en la desaparición de un cuadro del pintor Pablo Picasso. Asegurado en 600.000 euros (aunque el valor podría ser mayor), nada se sabe de la pieza desde el pasado jueves. La obra tenía previsto viajar a Granada para ser mostrado en una exposición, pero ahora no se sabe dónde está.
La investigación corrió, al principio, por la comisaría de Granada. Pero rápidamente se ha sumado la brigada de Patrimonio Histórico, con sede en Madrid y dependiente de la Comisaría General de Policía Judicial. Es un grupo de policías especializados en la recuperación e investigación que afectan a obras históricas.
Según las fuentes consultadas por El Independiente, no se descarta que tengan que intervenir otras unidades. Las piezas artísticas, cada vez que se desplazan, son custodiadas en todo momento por la Policía. Si se estravía una, como es el caso, todos son sospechosos. Incluidos los propios agentes.
La obra es Naturaleza muerta con guitarra. Viajaba a Granada junto a otras 56 piezas de bodegones, para formar parte de una exposición en el Centro Cultural CajaGranada. Fue la propia fundación la que puso la denuncia el pasado día 10 de octubre, y se desconoce por el momento en qué punto del trayecto se perdió. Por el momento no hay detenciones, y la Policía es reacia a dar muchos datos.
Los hechos
En un comunicado, CajaGranada Fundación aporta una relación de los hechos desde que el pasado 3 de octubre, como estaba previsto, la empresa de transporte se personó en las instalaciones del centro cultural para hacer entrega de las piezas que forman parte de la exposición 'Bodegón. La eternidad de lo inerte', procedentes todas ellas de Madrid.
La llegada se produjo a las 10:00 horas, cuando el furgón accedió a las instalaciones del Centro Cultural CajaGranada. El responsable de exposiciones recibió a los empleados de la empresa de transportes a la llegada e indicó los pasos a seguir para depositar las piezas en la sala.
"En un solo movimiento y de forma continuada, todas las obras se fueron trasladando desde el furgón al montacargas (donde entraban todas en un solo traslado), en planta -1 y seguidamente trasladadas a planta 1", relata la fundación.
Una vez allí, la entrega se hizo en zona videovigilada. Al finalizar el traslado del montacargas a la sala, con todas las piezas en sala, el responsable de exposiciones, acompañado de los empleados de la empresa de transporte, revisaron lo entregado.
"Al no estar todos los embalajes debidamente numerados, no fue posible hacer un chequeo exhaustivo sin desembalar", explica CajaGranada Fundación, que señala que, acto seguido, se comprobaron las distintas procedencias que se podían contrastar por los diferentes tipos de embalajes empleados en cada una de ellas y se acordó firmar las cartas de porte (pendientes del desembalaje el lunes 6 para poder chequear con exactitud pieza a pieza).
El responsable de exposiciones, agrega el comunicado, fue comprobando obras y colección de procedencia en las cartas de porte, sin poder contrastar físicamente con los paquetes. Una vez terminada la operación, los empleados de la empresa de transporte se marcharon de las instalaciones del Centro Cultural CajaGranada a las 11:30 horas.
El lunes 6 de octubre, a partir de las 8:30 horas, se inició el desembalaje de todas las piezas, que permanecieron desde el viernes 3 "videovigiladas en todo momento". Se ha comprobado en las grabaciones que no existe ninguna incidencia durante el fin de semana en el mismo espacio, asegura la fundación.
Robos difíciles
Los robos de obras de arte pocas veces suelen salir bien para los delincuentes. El control internacional que se tiene de ellas hace casi imposible que se puedan vender. En caso de llegar a una casa de subastas, por ejemplo, las alarmas saltarían instantáneamente. Por ahora, la Policía Nacional ha registrado en la base de datos internacional sobre objetos de arte robados o desaparecidos el cuadro de Picasso.
Este tipo de sucesos, aunque llamativos, son muy poco comunes. El anterior al de este Picasso fueron cinco cuadros de Francis Bacon sustraídos en una casa de Madrid, valorados en 25 millones de euros. Por ahora se han recuperado cuatro y se ha podido detener a 17 personas relacionadas con los hechos. En 2001, se produjo la sustracción en la vivienda que la empresaria Esther Koplovitz tenía en el paseo de la Habana de Madrid, de donde sustrajeron una veintena de valiosas obras de arte, entre ellas catorce pinturas, algunas de Goya, Sorolla o Juan Gris.
Como contaba Efe, se tiende a pensar que los robos de obras de arte son siempre por encargo, pero la realidad es que esto es excepcional, como lo es también que los cacos sepan de arte. Y es que, incluso, es habitual que los cuadros y otras obras caigan en las manos de los ladrones de forma bastante fortuita, en su afán de arramplar con bienes que pueden tener valor, o no.
Desde la Brigada Central de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional se investigan estos delitos desde hace 48 años, con notables resultados, como el mencionado robo de los cuadros de Bacon o la recuperación de Códice Calixtino, un manuscrito del siglo XII robado en la catedral de Santiago de Compostela en 2011.
Fuentes de esta Brigada explican a EFE que este tipo de robos se investigan como cualquier otro, con la recogida de huellas e indicios en el lugar, las declaraciones de testigos, la revisión de las cámaras, etc.
Cuando se trata de obras de reconocidos artistas, la Policía Nacional pone en marcha una maquinaria para dar a conocer en las bases de datos policiales el objeto robado, tanto en la suya propia, llamada Dulcinea, como en el resto.
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