Con las cartas ya sobre la mesa y la confirmación de que habrá cuatro candidaturas de izquierda, solo queda por despejar quién competirá en Por Andalucía en las próximas elecciones andaluzas, para las que faltan menos de un año. Hay dos nombres sobre la mesa en el espacio que aspiran figurar en la carrera electoral contra Juanma Moreno (PP-A), María Jesús Montero (PSOE-A), José Ignacio García (Adelante Andalucía) y, previsiblemente a la espera de primarias, Juan Antonio Delgado (Podemos).
Por un lado, está Ernesto Alba, el elegido en IU-A tras sus primarias de octubre, que es el secretario general del Partido Comunista de Andalucía. Por otro lado, y a la espera de que el Movimiento Sumar Andalucía culmine su proceso particular de selección, se pronostica la victoria de Esperanza Gómez, la colíder en la región -aún ninguna candidatura ha trascendido-. La única certeza por el momento, es que quien lo haga será bajo las mismas siglas de Por Andalucía que ya compitieron en 2022 y con el mismo logotipo, para intentar generar mayor reconocimiento entre el electorado. De hecho, se ha vuelto a registrar la marca el 15 de octubre en el Ministerio del Interior, según ha podido comprobar este digital.
Este detalle no deja margen de duda de que IU quiere llevar el peso de la candidatura, porque según datos del Registro de Partidos de Interior, la localización elegida para la inscripción es la misma en la que los de Antonio Valero -coordinador de IU-A- tienen su sede en Sevilla: la calle Donantes de Sangre, 14. Los izquierdistas llevan el peso estructural de la coalición a sus espaldas, porque son los que cuentan con más asentamiento histórico, militancia y estructura. Figuran como promotores Francisco Javier Camacho, coordinador de la Colegiada andaluza de IU, José Antonio Jiménez, de Iniciativa del Pueblo Andaluz, Sergio Cedena, de Movimiento Sumar Andalucía, y María Isabel Galavis, de Verdes Equo Andalucía. Son las cuatro fuerzas junto a Alianza Verde, que integran esta coalición.
Ese asentamiento en la región frente al resto de fuerzas, para IU-A, es esencial a la hora de elegir la candidatura a la Junta. Ya en 2022 fue determinante para que Inmaculada Nieto, actual portavoz en el Parlamento de Andalucía, encabezase la propuesta de confluencia. Y ahora volverá a reivindicarse esa fuerza en el proceso que queda por cerrar junto al resto de socios. Se quiere que Alba vaya como 'uno', haciendo tándem con Gómez de segunda, como guiño a la paridad aunque no necesariamente en las mismas listas. Incluso el candidato no tendría que ir por Sevilla. Fuentes de IU-A creen que el peso histórico de su marca juega a su favor como en el pasado y que a falta de esa implantación Movimiento Sumar Andalucía tendrá que ceder. Abogan por un reparto de papeles, destacando el liderazgo de los de Yolanda Díaz a nivel nacional y en el Gobierno. Reclaman protagonismo.
IU aspira a que el peso histórico en la región, su número de afiliados y la dependencia del resto de socios a sus estructuras provinciales sean determinantes para liderar la candidatura
Preguntadas fuentes de IU-A por el asunto, estas dan por hecho que los magentas deberán asumir las condiciones de liderazgo. "Habrá acuerdo sobre quién debe encabezar", trasladan sin contemplar que vaya a haber "confrontación" con Movimiento Sumar Andalucía. Desde Madrid se pronuncian en ese mismo sentido, dando por hecho que no puede haber discusión, aunque sí sobre los puestos de salida del resto de formaciones. Con las encuestas moviendo a Por Andalucía entre los cinco y los ocho escaños, esperan representación de al menos un escaño en Sevilla, Málaga, Córdoba, Cádiz y Granada. Huelva y Almería son complicados y creen que en ellos dominarán PP y Vox con un PSOE-A que puede quedarse como tercera fuerza.
La duda es si IU pedirá encabezar las principales listas, con Sumar liderando un par y con la incógnita de si se dejará liderar alguna a Equo, Iniciativa o Alianza Verde, sin representación ahora en el Parlamento. En 2022, los de Valero, pese a ser la fuerza principal en la región, solo logró el escaño de Nieto, Más País Andalucía -estructura ahora integrada en Sumar- otro, y Podemos, que llegó tarde a la inscripción se hizo con tres. Cádiz será un sitio complicado para prosperar, dada la implantación de Adelante, pero ven margen de ganar espacio en Sevilla o Granada, aunque no se detallan datos. Saben, pese a todo, que se está lejos de llegar a cifras como los 175.000 votos en Sevilla, algo que logró el espacio de izquierdas en 2018.
La competencia con Adelante y Podemos impedirá pujar por escaños con Vox y hay temor a que el mínimo transvase a los morados perjudique lograr alguno. Aunque las previsiones de poder dar la batalla contra el PP-A no son muy alentadoras, desde la izquierda creen que la crisis de cribados de mama en el que está sumergido el Gobierno andaluz puede repercutir en las fuerzas que más apoyan la sanidad pública.
Las primarias grupales, cada vez más lejos
La idea de las formaciones y de IU-A, que a través del PCA propuso el marco de primarias, era que, una vez definidas todas las candidaturas de cada formación, éstas concurriesen en primarias generales para definir el candidato. Aunque ya el propio coordinador andaluz de IU, Valero, en una entrevista para Europa Press en agosto aseguró que siempre estaría sobre la mesa elegir al candidato "de manera consensuada" si no se podían efectuar. Fuentes de IU en Madrid y de IU Andalucía confirman que cada vez se antoja más complicado celebrar esas primarias. No por voluntad, sino por problemas de logística y de protección de datos.
Tanto en IU-A como en el resto de fuerzas señalan la complicación de crear un censo común donde puedan participar todos los afiliados, pese a que los de Valero son los que más tienen
En primer lugar, cada formación cuenta con afiliados que querrían participar en una votación común, lo que supondría la necesidad de aglutinarlos en un censo común. Y eso, aseguran fuentes de IU, que confirman desde Andalucía, un incumplimiento de la Ley de Protección de Datos, que obliga a los partidos a proteger la identidad de sus militantes y no compartirla. En segundo lugar, la idea de abrir la inscripción a un nuevo censo de forma libre se ve demasiado complicada de gestionar con recursos humanos limitados, especialmente por la tarea de confirman tanto la pertenencia a uno de los partidos partícipes y el arraigo a la región mediante censo acreditando que se puede votar en la región en los comicios, entre otras cuestiones.
Desde los partidos minoritarios de la coalición se concluye que el peso de la candidatura debe llevarlo IU por ese asentamiento histórico, pero no obviarán la puja por liderar alguna de las listas para poder optar a representación en estas elecciones. Aunque en el espacio saben que Podemos quiere ir por libre para hacer competencia a Sumar e IU a nivel nacional, sin obviar cruces territoriales hasta que haya unas generales y bajo el intento de demostrar que pueden tener más peso, tanto entre los magentas, como IU o entre los socios menores se sigue tendiendo la mano a Madrid para que Ione Belarra autorice una confluencia. Con todo, advierten que a mayor tardanza, de querer, tendrán menor capacidad de negociar nada.
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