Continua el juicio contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por la presunta comisión de un delito de revelación de secretos. Tras la lectura de la cuestiones previas y de la declaración del fiscal Julián Salto durante la mañana, se ha producido un receso, y después ha llegado el turno de la fiscal jefe provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, que llegó a estar imputada durante la fase de instrucción. Tras ella, ha testificado la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra.
Rodríguez compareció tras Salto, encargado de la investigación a Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso. Durante el interrogatorio del abogado del empresario, Rodríguez reconoció que sí se habló en su entorno de la noticia sobre González Amador, aunque matizó que su conocimiento fue indirecto: "Recibí esa noticia, sé que se comentó algo sobre ella". Ha negado, sin embargo, que Salto le hubiera trasladado que conocía al abogado o que existiera un acuerdo de conformidad.
La fiscal ha asegurado que Lastra se mostró muy molesta con las filtraciones, que atribuía a la Fiscalía General. "Nos comentó que parecía que solo un medio, eldiario.es, tenía la noticia, y su expresión fue: 'esos lo han filtrado', refiriéndose a quienes trabajan en la Fiscalía General", ha explicado Rodríguez, añadiendo que Lastra "estaba muy enfadada" aunque no ofreció pruebas o argumentos sobre el origen de la supuesta filtración.
Preguntada sobre sus contactos con García Ortiz, la jefa de la Fiscalía provincial madrileña admitió que habló con él, pero aseguró que la conversación no versó sobre el fondo del asunto, sino sobre las reacciones mediáticas y en redes sociales. "Me preguntaron si quería reaccionar a comentarios sobre mi parcialidad y dije que no, porque eso solo alimenta a los medios. Pretendo ser discreta", declaró.
Rodríguez también se ha desvinculado de cualquier sospecha de irregularidad en la gestión interna de las comunicaciones, subrayando que las daciones de cuenta a la fiscalía general se realizan "por palabra, teléfono o mensajería instantánea" y que no le sorprendió que se utilizara un correo personal cuando García Ortiz se lo solicitó personalmente. "Si el fiscal general me lo pide a su Gmail, se lo mando a su Gmail. No se hizo con clandestinidad; todo está documentado", afirmó.
La testigo ha explicado que la noche del 13 de marzo de 2024 hubo "gran confusión" porque desconocía qué correos concretos se estaban reclamando. Según su relato, el propio García Ortiz insistió en recuperar un supuesto correo del 5 de marzo que "nunca existió". "Estábamos a ciegas", resumió.
Rodríguez ha matizado que ella nunca habló de filtraciones, sino de "publicidad": "Imagino, no aseguro, que, al publicarse la noticia, se dio publicidad a la causa, pero no tengo constancia de cómo ocurrió".
Posteriormente, la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, ha asegurado durante su declaración como testigo ante el tribunal que el papel de la Fiscalía no es "desvelar la estrategia de defensa de nadie". Lo dijo al ser preguntada por la defensa de González Amador sobre el contenido de la nota informativa que se publicó desde la Fiscalía para desmentir la información que El Mundo había difundido la noche anterior, en la que se señalaba que el Ministerio Público había propuesto un pacto. Esa nota incluía los correos del abogado de González Amador.
(Noticia en ampliación)
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