El vocal de la ejecutiva de Vox y diputado nacional del partido, Javier Ortega Smith, entró en detalles sobre su relegación en el Congreso de los Diputados esta semana. El lunes, el grupo parlamentario de los de Santiago Abascal comunicó que el también portavoz adjunto era sustituido por el diputado por Málaga y portavoz nacional de Vivienda, Carlos Hernández Quero. Para dar protagonismo a su ámbito de competencia en el Congreso, en plena crisis de acceso a la vivienda, justificó el martes en una comparecencia la portavoz parlamentaria del partido, Pepa Millán.

Después de instar a Vox ese mismo martes a no desviarse de los objetivos y valores iniciales del partido, este jueves el todavía líder municipal de Vox en Madrid, que mantendrá el escaño y la portavocía de la Comisión de Justicia de la Cámara Baja, cargó contra la decisión en una entrevista en la Cadena COPE. Para él, el relevo "ha sido una sorpresa" que no llega a "entenderlo como algo normal".

Con sus declaraciones, Ortega vuelve a abrir otro punto de disonancia este año con el esquema discursivo marcado por la dirección nacional de Vox. Después de acudir a la presentación de Atenea, la fundación de Iván Espinosa de los Monteros, o ser el único representante nacional en acudir a la tribuna de autoridades en el desfile del 12 de octubre, pese a que Abascal se negó para no compartir espacios con el Gobierno.

En concreto, Ortega asegura que sus "intervenciones" parlamentarias siempre han sido respaldadas por el partido. "En ningún momento han generado polémica para lo que defiende Vox. Nunca se podrá decir que he subido a la tribuna a defender otra cosa que no sea el proyecto". "Y la dirección del grupo nunca me ha llamado la atención" ni me ha lanzado una "reprimenda". "Al contrario, siempre ha habido aplausos". Ortega, por primera vez, habló abiertamente en contra del criterio de Vox. Insinuó su rechazo en febrero al seguidismo de Trump en plena guerra de aranceles, o de la existencia de una falta de democracia interna tras la marcha de Juan García-Gallardo.

Este jueves, Ortega, volvió a cuestionar el itinerario marcado por el núcleo duro del partido. Ya protagonizó recientemente una entrevista para Servimedia en la que instó al partido a ser una herramienta útil de acuerdo a metas, y priorizarlas sobre las siglas, para aliarse con el PP para dar pie a un Gobierno de "salvación nacional". "No puedo entender que se me retire [de ese cargo del Congreso]. Quienes han tomado la decisión sabrán por qué lo hacen", aseguró en antena el que fuese número dos de la formación hasta su destitución como secretario general a finales de 2022.

Ante la justificación de dar más protagonismo a la vivienda, el diputado afirma que "eso ya se venía haciendo". "La persona que me sustituye interviene prácticamente todas las semanas. No lo puedo entender, parece que si no es portavoz adjunto no podría intervenir. Pero los hechos dicen lo contrario: lo venía haciendo".

No cree que Vox pueda sentirse mal por sus posiciones

En ese contexto de salidas de tono, durante la pregunta se le preguntó si declaraciones en diferentes medios, su acercamiento a Espinosa de los Monteros, o haber asegurado el año pasado que el partido no puede convertirse en "una agenda de colocación", Ortega considera que "no cree que pueda sentar mal". Reivindica las mismas posiciones de los inicios de Vox y de su salto nacional entre 2018 y 2019.

Abiertamente, Ortega atribuyó al acercamiento a Espinosa como uno de los motivos para defenestrarle. Por eso le sorprende la posición marcada por el partido tras ello. Si bien Abascal evitó posicionarse. Sobre todo, con la actuación en solitario de Ortega [Carlos Pollán o Gabriel Le Senne, por su condición oficial de presidentes de los parlamentos de Castilla y León y de Baleares, estuvieron presentes], el 12 de octubre. Se remitió a unas declaraciones en la rueda de prensa del portavoz nacional del partido, Juan Antonio Fúster, el 29 de septiembre. Pocos días después a la puesta de largo de Atenea.

"Dijo que evidentemente somos un partido no sectario y que cualquiera de sus afiliados y cargos pueden acudir" a lo que quieran. Por eso, insiste, que tanto a Atenea como al 12-O, sus asistencias "no deberían molestar a nadie". "Le hubiera gustado que acudieran más personas de Vox" para no dejar espacio al PP: "Había muchas personas del PP y parecía un acto popular". Ortega insistió que Espinosa es "un buen amigo", pero "una pieza clave de Vox". Aseguró que sigue siendo leal a Vox pese a pasar a un segundo plano, indicando que sigue afiliado Espinosa. No ve problemas en que se abone la participación en la sociedad civil. Al contrario, fundaciones como Atenea son "bienvenidas".