Los escritores saharauis han alzado la voz contra el Instituto Cervantes. La publicación del Anuario del español en el mundo 2025 —presentado por su director, el poeta Luis García Montero— ha encendido indignación en un colectivo que considera que la institución pública ha cometido un acto de “invisibilización”. El motivo: el Sáhara Occidental no aparece diferenciado y sus hispanohablantes son computados como marroquíes.

En un comunicado, el grupo de escritoras y escritores saharauis Generación de la Amistad sostiene que la decisión del Cervantes “da legitimidad a la agenda colonial” de Rabat y “ignora el derecho internacional”. “Para un pueblo que lleva medio siglo viviendo bajo ocupación militar o en el exilio, esta omisión no es un simple descuido. Es un reflejo de cómo se sigue administrando nuestra invisibilización. Pero ni el Gobierno de España ni sus instituciones pueden desentenderse de la realidad de los saharauis", señalan.

La denuncia coincide con el momento de mayor controversia en décadas alrededor de la política española hacia su excolonia. “Ni el Gobierno de España ni sus instituciones pueden desentenderse de la realidad de los saharauis”, subrayan los autores, que evocan incluso al propio Miguel de Cervantes. "Resulta especialmente significativo que esta omisión venga de una institución que lleva el nombre de Miguel de Cervantes, un autor cuya obra se caracteriza precisamente por la defensa de la justicia, la dignidad y la libertad de los más vulnerables: 'La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos' (Don Quijote de la Mancha, Parte II, cap. 58). Cervantes, que supo mirar al mundo con espíritu crítico y empatía, seguramente no habría entendido una utilización del español que, en lugar de visibilizar a quienes lo hablan, contribuye a diluirlos en una narrativa geopolítica ajena a su historia y a su identidad", señala la carta.

El reproche adquiere un matiz más personal cuando recuerdan que Almudena Grandes —fallecida en 2021 y esposa de García Montero— fue una firme defensora del pueblo saharaui. La novelista participó en iniciativas solidarias y denunció reiteradamente el abandono institucional. “Pertenecía a una tradición de solidaridad con nuestro pueblo”, recuerda.

El Cervantes “actualiza la situación geopolítica”

El anuario presentado por García Montero justifica la incorporación del Sáhara Occidental a las cifras de Marruecos por una “revisión actualizada de la situación geopolítica”. Un movimiento que supone, de facto, asumir la posición marroquí sobre un territorio que la ONU sigue considerando no autónomo y pendiente de descolonización.

Según el documento, Marruecos cuenta con 1,8 millones de hispanohablantes, cifra que incluye a los saharauis de los territorios ocupados. El Cervantes precisa que “los hablantes de español del Sáhara Occidental se contabilizan dentro de las cifras correspondientes a Marruecos” y que, a diferencia de informes anteriores, ahora se incorpora una estimación específica.

La bibliografía oficial del anuario incluso define al Sáhara Occidental como una “región de Marruecos”, una descripción en línea con la retórica alauí y que contradice las resoluciones de Naciones Unidas.

“Los saharauis no somos marroquíes”

Frente a esta sucesión de gestos que el movimiento saharaui considera hostiles, Generación de la Amistad insiste en la importancia del español como parte de su identidad. “El español es una lengua que atraviesa todos los ámbitos de nuestra sociedad. Forma parte de nuestra cultura y nuestro día a día, tanto en las zonas ocupadas como en el exilio”, recuerdan.

"Los pueblos no perecen, los derechos no pueden ser borrados. Los saharauis no somos marroquíes. Ninguna estadística puede modificar un hecho reconocido por el derecho internacional: el Sáhara Occidental sigue siendo un territorio pendiente de descolonización. Invisibilizar a sus hablantes de español no solo distorsiona la realidad, sino que contribuye a nuestro silenciamiento. Pero mientras exista un saharaui que escriba o hable en esta lengua, nuestra lengua, el español seguirá formando parte de nuestra identidad, con todo lo que ello implica", concluyen la carta que lleva la firma deAli Salem Iselmu, Bahia MH Awah y Farah Dih.