El partido de Sìlvia Orriols, Aliança Catalana (AC), ya mira de tú a tú a Carles Puigdemont y a Junts. Así lo estima el último barómetro del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), el CIS particular de Cataluña. De acuerdo a su última métrica, tanto los independentistas conservadores como la extrema derecha independentista de Orriols se situarían en situación de empate técnico con una atribución de entre 19-20 escaños de producirse en estos momentos una convocatoria electoral.

Durante meses la fuerza nacida en Ripoll, que actualmente cuenta con dos representantes en el Parlament, viene ascendiendo en los sondeos hasta esa posición de fortaleza, que le permitiría superar incluso a PP y Vox. Especialmente a través de las pérdidas que sufren los de Puigdemont, con notable retroceso. Respecto a las últimas elecciones autonómicas, Junts perdería de 15 a 16 parlamentarios de los 35 obtenidos en mayo de 2024. El nivel de fugas de Junts a AC alcanza ya el 20% de sus votantes.

De ahí movimientos como el de anuncio de ruptura con Pedro Sánchez, aún sin materializar rotundamente dado el apoyo puntual para ciertas leyes. Ello tras las advertencias de desgaste emitidas por las distintas alcaldías de Junts a la cúpula del partido. Los posconvergentes siguen ganando en votos a Orriols, en todo caso, con una diferencia de 14 a 12 puntos.

La extrema derecha catalana se desataría en apenas un año y medio y dificultaría la conformación de una mayoría absoluta, con un discurso independentista pero con notable protagonismo del componente xenófobo, anticasta y de preocupación por la vivienda y la inseguridad, cuestiones que más preocupan en ese CEO a los ciudadanos, de hecho. La suma de socialistas, republicanos y comunes queda entre 65-69 escaños, lo que deja opciones de repetir el actual tripartito. Una alianza independentista no sumaría, incluso incluyendo a ERC, Junts, AC y la CUP -con 2 o 3 escaños-, una combinación imposible por la incompatibilidad de la izquierda independentista con Orriols.

La victoria en esas hipotéticas elecciones catalanas volvería a ser del PSC y Salvador Illa, que frente a los 42 escaños actuales, se situaría entre los 38 y 40, con una bajada del 27,96% en la intención de voto al 25,7%. Illa mantendría diez puntos sobre ERC, que quedaría segunda con entre 22-23 diputados y el 15,6% de los apoyos. Los republicanos pasan de tercera a segunda fuerza, y gana cierto peso desde el 13,68%. Por su parte, los comunes se mantienen en los mismos seis escaños.

Vox crece por la derecha constitucionalista

El impulso de la ultraderecha independentista no es exclusivo, Vox crece en la autonomía aprovechando la preocupación de los catalanes por esa inseguridad, la inmigración o la vivienda, que a veces, en sus discursos populistas, van de la mano tanto para los de Santiago Abascal como para los de Orriols. Vox, que ya creció en votos en las elecciones pasadas con los mismos 11 escaños, ahora sumaría entre 13-14 con el 9,8%. Y después del crecimiento exponencial del PP ese 2024, Ignacio Garriga, vicepresidente nacional de Vox y líder del partido en Cataluña, volvería a dar el sorpasso a los populares. El PP catalán de Alejandro Fernández pasa de 15 escaños (10,97%) a 12-13 y un 9,3% de los votos.

Ese crecimiento global de la extrema derecha catalana, tanto independentista como españolista, hace que al menos el próximo Parlament sugiera una distribución de escaños en los que una cuarta parte irían para esas opciones políticas. Pasan en conjunto de 13 hasta 34 escaños máximos.

Valoración de candidatos

Illa se posiciona como preferido por los catalanes para presidir la Generalitat (20,6%) sobre Puigdemont (8%), Orriols (7,9%) y Junqueras (7,2%), que casi empatan. No obstante, en el caso de Orriols, se produce un crecimiento de esa valoración como posible presidenta de hasta cuatro puntos respecto al anterior estudio desde julio.

Ningún candidato aprueba entre los catalanes, aunque Illa (4,9 sobre diez) y Junqueras (4,7) quedan cerca. Les sigue Jessica Albiach de los Comuns (4,3), y Orriols gana a Puigdemont con un 3,8 frente a un 3,5. Los peores posicionados son Fernández (2,8) y Garriga (2).

El trabajo de campo de la encuesta se ha desarrollado entre el 13 de octubre y el 11 de noviembre, justo en el momento de deliberación y de ruptura de Puigdemont con Sánchez. Se ha preguntado a 2.000 personas.