La Audiencia Nacional ha absuelto al acusado de asesinar al sacristán Diego Valencia en Algeciras el 25 de enero de 2023 y de causar heridas a otras dos personas. La AN ha tomado esta decisión tras apreciar la eximente completa de alteración psiquiátrica en el momento de los hechos, en los que no ve una intención terrorista, si bien ordena su internamiento por un plazo máximo de 30 años en un establecimiento psiquiátrico penitenciario.

El pasado octubre se iniciaba el juicio contra Yassine Kanjaa en la Audiencia Nacional, la Fiscalía pedía que fuera condenado a 25 años de cárcel por un delito de asesinato terrorista, 15 años por otro delito de asesinato terrorista en grado de tentativa y 10 años por un delito de lesiones terroristas, en total reclamaba 50 años de cárcel.

En el escrito de acusación, el fiscal relata que Kanjaa irrumpió en la iglesia de San Isidro en Algeciras espetando "¿por qué crees en una escayola?" a la par que señalaba una estatua de la Virgen. Acto seguido y tras golpear una Biblia contra un banco salió de la iglesia gritando "el mundo se va a acabar" y "Allah".

No fue hasta un cuarto de hora más tarde que Kanjaa volvió a entrar en la iglesia machete en mano interrumpiendo la misa que se estaba llevando a cabo. Persiguió y golpeó al sacerdote que oficiaba.

Minutos después ponía rumbo hacía la iglesia de Nuestra Señora de Palma, entró al patio del templo dónde se encontraba el sacristán Diego Valencia, "se dirigió a él y le propinó dos golpes fuertes con el machete, uno en el cuello y otro en la cabeza, ocasionándole las lesiones que le produjeron la muerte" señaló la Fiscalía.

Tras cometer el asesinato fue detenido por la Policía Local de Algeciras que acudieron al lugar tras las alertas de los testigos de la escena. El Ministerio Público destaca que Kanjaa había "experimentado en los meses anteriores a la agresión un proceso de radicalización, asumiendo las tesis más rigoristas del islam, que defienden la incompatibilidad de esta religión con los principios y valores de otras religiones y la necesidad de actuar para favorecer su eliminación y la de los musulmanes que no siguen los preceptos de su religión".

La Fiscalía recuerda que Kanjaa presentaba un cuadro psicótico que le provocaba delirios y de probable filiación esquizofrénica. "En el momento de tener lugar los hechos presentaba una descompensación psicótica aguda con importante grado de implicación afectiva y conductual, que afectaría muy severamente a sus capacidades volitivas e intelectivas", apunta el fiscal, que sin embargo deja claro que "sus capacidades volitivas e intelectivas no estaban totalmente anuladas por su enfermedad".