Casi la mitad de las comunidades autónomas están abocadas a arrancar 2026 con los presupuestos prorrogados, salvo acuerdos in extremis en los próximos días. El mapa de las cuentas autonómicas refleja sobre todo las dificultades de los gobiernos del PP en minoría para cerrar pactos con Vox, y suma además el bloqueo en Cataluña, donde el PSC gobierna en solitario y supedita los números de 2026 a un acuerdo de financiación con el Gobierno central.

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Algo más de un mes después de que la presidenta de Extremadura, María Guardiola, decidiera adelantar las elecciones tras ver tumbado su presupuesto por la falta de apoyos de Vox –el mismo partido que la llevó a la Presidencia en 2023–, otras dos comunidades gobernadas por el PP en minoría, Baleares y la Comunidad Valenciana, han anunciado que comenzarán 2026 con las cuentas prorrogadas, aunque sin recurrir por ahora a las urnas. El caso extremeño planea como precedente sobre todos los barones populares que dependen de Vox.

En Baleares, el Govern de Marga Prohens ha constatado que tendrá que prorrogar los presupuestos de este año al próximo ejercicio después de que Vox votara en contra del techo de gasto, primer paso imprescindible para tramitar las cuentas de 2026 en el Parlament. El conseller de Hacienda, Antoni Costa, ha acusado a los de Santiago Abascal y al PSIB de responder únicamente “a las órdenes” de sus direcciones estatales, y la presidenta ha denunciado en X una “pinza de PSOE y Vox” contra los intereses de los ciudadanos de las islas.

'Amenaza' de elecciones en Aragón

La Generalitat Valenciana, encabezada ya por Juanfran Pérez Llorca, ha comunicado también esta semana a Les Corts que el presupuesto autonómico de 2026 no podrá entrar en vigor el próximo 1 de enero, por lo que será necesario prorrogar las cuentas de 2025. En su caso, el relevo reciente al frente del Consell se ha solapado con la negociación con Vox, que mantiene también allí la llave de la mayoría, en un contexto en el que la formación de Abascal intenta extender a otros territorios las condiciones pactadas en la investidura valenciana.

En Aragón, el pulso entre PP y Vox se ha convertido en uno de los principales focos políticos del cierre del año. El Gobierno aragonés ha presentado este viernes su proyecto de presupuesto. Su presidente, Jorge Azcón, consideraba este sábado en Madrid durante los actos del Día de la Constitución que una semana es un tiempo “más que prudencial” para comprobar si tiene apoyos suficientes para aprobarlo. Si no los obtiene por segundo año consecutivo, cree que “lo lógico” es convocar elecciones anticipadas. Vox mantiene bloqueadas las cuentas desde el 21 de octubre, después de romper la negociación, y el PP defiende que no existen razones “objetivas” para tumbar un proyecto que califica de histórico en volumen de gasto.

El presupuesto, escaramuza preelectoral en Castilla y León

La lista de comunidades que han terminado con las cuentas en el aire es más amplia. En Castilla y León, la Junta ya tuvo que prorrogar las cuentas de 2024 y volverá a hacerlo después de que el mes pasado las Cortes aprobaran las enmiendas a la totalidad al proyecto de presupuestos para 2026, presentadas en bloque por los grupos de la oposición. Ese choque ha sido prácticamente el inicio de la campaña en una comunidad que prevé celebrar elecciones en marzo. El presidente, Alfonso Fernández Mañueco, ha cargado contra la “gran coalición” que asegura ver entre PSOE y Vox, a los que acusa de no querer negociar nada.

También en Cantabria, los regionalistas del PRC, el PSOE y Vox han unido sus votos en el Parlamento regional en contra de las nuevas cuentas diseñadas por el Ejecutivo autonómico. La presidenta, María José Sáenz de Buruaga, ha avisado de que no le “temblará la mano” y se plantea seriamente convocar elecciones si los tres partidos se alían para bloquear la legislatura o conformar “un gobierno alternativo en la sombra” apoyándose mutuamente en iniciativas parlamentarias. En Murcia, el presidente Fernando López Miras tampoco tiene mayoría, pero se ha mostrado confiado en sacar adelante nuevos presupuestos y descarta por ahora adelantar los comicios incluso si la negociación fracasa.

Nueve autonomías con estabilidad presupuestaria

Frente a este grupo de gobiernos en minoría, varias comunidades han asegurado ya sus cuentas. En Andalucía, Galicia, Madrid y La Rioja, la mayoría absoluta del PP garantiza la aprobación de nuevos presupuestos, como ocurre en Castilla-La Mancha bajo el mando del socialista Emiliano García-Page. El presidente andaluz, Juanma Moreno, presumió este viernes de cumplir las normas al aprobar los presupuestos “año a año” en un acto al que asistía la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que aún no ha presentado el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2026 y se ha visto obligada a prorrogar las cuentas en los dos últimos ejercicios.

Entre los gobiernos socialistas, Cataluña no iniciará el nuevo año con cuentas nuevas. Salvador Illa confía en pactar con ERC y los Comuns los presupuestos de 2026 cuando se cierre un acuerdo para una nueva financiación con el Gobierno central, condición fijada por los republicanos como socios de investidura. Sí lo han logrado, en cambio, los otros dos ejecutivos autonómicos del PSOE que tampoco cuentan con mayoría absoluta: en Asturias, los presupuestos del próximo año están garantizados por el apoyo expresado por la diputada del Grupo Mixto, Covadonga Tomé, y en Navarra el Gobierno de María Chivite tiene ya un acuerdo con EH Bildu, después de semanas de negociación, para aprobar las cuentas de 2026.

También tendrán nuevos presupuestos Canarias, gobernada por CC y el PP, y Euskadi, con un Gobierno de coalición entre PNV y PSE-PSOE. El balance final es el de un mapa autonómico partido en dos: un bloque de comunidades con mayorías claras, que han cerrado sus números sin sobresaltos, y otro en el que los presupuestos se han convertido en el principal campo de batalla entre el PP y Vox, con Cataluña como excepción ligada a la negociación de la financiación. Entre ambos extremos, la amenaza de nuevas elecciones vuelve a asomar en más de una autonomía si los acuerdos no llegan a tiempo.

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