El proyecto de proporciones faraónicas sigue despertando recelos entre los expertos pero España y Marruecos parecen decididos a impulsar el sueño del túnel submarino entre Marruecos y España que conectaría las dos orillas del Mediterráneo a través del Estrecho de Gibraltar. Ambos gobiernos han sellado un acuerdo para “la cooperación científica en el estudio de la sismicidad y la geodinámica de la zona del Estrecho de Gibraltar” en un paso más para certificar la viabilidad de la iniciativa.

A pesar de las reiteradas peticiones de información cursadas por El Independiente, el ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible que dirige Óscar Puente no ha aportado información sobre el detalle del acuerdo. Su gabinete de comunicación, en manos del socialista valenciano Pere Rostoll, ha declinado proporcionar detalles del memorándum de entendimiento para la monitorización sísmica firmado durante la Reunión de Alto Nivel entre España y Marruecos celebrada la pasada semana en Madrid. Es uno de los 14 acuerdos suscritos durante una cumbre que duró escasas tres horas, rodeadas de opacidad y sin rueda de prensa posterior. El miércoles la mayoría de los partidos presentes en el Congreso de los Diputados denunciaron ante el titular de Exteriores José Manuel Albares la falta de transparencia.

Colaboración científica

Según la información distribuida por el ministerio, el memorándum busca “impulsar la cooperación científica en el estudio de la sismicidad y la geodinámica de la zona del Estrecho de Gibraltar, un área de interés común para ambos países y que se sitúa en la zona de colisión de las placas tectónicas de Eurasia y África”. El acuerdo está firmado por el Instituto Geográfico Nacional español, dependiente de la Subsecretaría de Transportes y Movilidad Sostenible, y el Centro Nacional para la Investigación Científica y Técnica de Marruecos (CNRST). El objetivo es “mejorar el conocimiento común sobre terremotos y posibles tsunamis, para lo que contempla el desarrollo de estudios conjuntos, el intercambio de información científica previa y futura y la coordinación en el despliegue de redes de observación instrumental”.

Fuentes conocedoras del acuerdo explican a este diario que los estudios -que se desarrollarán inicialmente durante tres años prorrogables- tienen como beneficiario el proyecto del túnel y la Sociedad Española de Estudios para la Comunicación Fija a través del Estrecho de Gibraltar (SECEGSA), una empresa pública que durante años ha languidecido sin más misión que guardar el legado de los proyectos realizados para explorar su viabilidad y que el Gobierno ha reactivado al desempolvar la iniciativa.

De hecho, en los últimos meses la sociedad ha lanzado sucesivas licitaciones para la contratación de servicios y productos. Una de las últimas adjudicaciones, recogida en el portal de contratación pública en septiembre, contempla la adquisición de un equipo de laboratorio, óptico y de precisión así como instrumentos y aparatos de geodesia, hidrografía, oceanografía e hidrología. Hace un año anunció el arrendamiento con opción a compra de sismómetros de fondo marino necesarios para realizar los nuevos estudios.

Simulación del túnel del Estrecho.

Salvar el principal escollo

El acuerdo para nuevos estudios sísmicos persigue arrojar luz sobre uno de los principales escollos del proyecto para unir los 14 kilómetros que separan a España de Marruecos. Tras los primeros exámenes, se optó por una zona apodada el umbral del Estrecho, “que está al oeste del Estrecho de Gibraltar, en el que la profundidad es bastante menor, de unos 300 metros como máximo”, relata a El Independiente Rafael García-Monge, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos vinculado durante años al proyecto como secretario general de Secegsa.

“Tiene el inconveniente de la geotecnia, que nos indica que los terrenos que tendría que atravesar en esa zona menos profunda son de seis tipos diferentes, de los cuales hay uno difícil de conocer su capacidad de ser perforado. Se trata de una serie de capas verticales, una detrás de otra, de tal forma que cualquier túnel que se hiciera en esa zona tendría que atravesarlas todas”, detalla. “Hay precisamente dos zonas, una de dos kilómetros y medio aproximadamente y otra de uno y medio cuya capacidad de perforación mediante una tuneladora ha sido bastante dudosa estando en el límite durante mucho tiempo. Hoy parece que las nuevas tecnologías de tuneladora podrían hacerlo”.

Fuentes al tanto de los últimos movimientos consideran que “convenios como el firmado la pasada semana se han suscritos unas cuantas veces pues, siendo una de las funciones del Instituto Geográfico Nacional (IGN) 'la planificación y gestión de sistemas y de vigilancia, comunicación y alerta de los movimientos sísmicos' y perteneciendo la zona del Estrecho de Gibraltar a ambas naciones, es necesario firmar estos acuerdos para hacer los estudios sobre todo el area”. “En cuanto a la participación de Secegsa, no estando contemplada en este memorándum, si que disfrutará de sus resultados, pues colabora habitualmente con el IGN”, agregan.

Aumentar la conectividad

En la declaración conjunta de ambos países rubricada durante el encuentro de la semana pasada, se establece que “los dos países también están de acuerdo en la necesidad de continuar su labor en materia de conectividad de infraestructuras y facilitar la movilidad entre los dos países”. La viabilidad sigue siendo un interrogante aunque en el país vecino la prensa oficialista ha especulado que las obras podrían concluir en 2040.

A principios de este año desde el ministerio de Puente se rebajaron las expectativas. “El Proyecto de Enlace Fijo se encuentra actualmente en fase de estudios de factibilidad y, hasta que no concluyan éstos, no podrá considerarse la viabilidad del proyecto”, se limitaron a decir sin aclarar el calendario y las etapas del proyecto.

Financiado con fondos de la Unión Europea, Ineco -la empresa pública que figura en el pliego como contratante y que se halla bajo escrutinio por el 'caso Koldo'- ha declinado proporcionar información detallada sobre los estudios. Tampoco ha proporcionado la información adicional solicitada repetidamente por El Independiente el ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. Su gabinete de prensa ha rehusado aportar los datos técnicos reclamados por este diario durante la última semana. Fuentes del departamento que dirige el socialista Óscar Puente se han limitado a precisar que el proyecto del túnel está aún lejos de ser una realidad viable.

Las dimensiones faraónicas del proyecto y su coste han sido hasta ahora los principales obstáculos para su ejecución. “Es muy cara. Ese es uno de los motivos por el que se ha ido dilatando", explica García-Monge. Hace tres décadas su coste aproximado ascendía a 13.000 millones de euros, pero hoy podría ser más del doble.

La construcción fue mencionada en abril de 2023 tras la firma de un memorando de entendimiento en febrero de aquel durante la celebración de la Reunión de Alto Nivel España-Marruecos en Rabat. El proyecto inicial arrancó en 1989 y consistía en la construcción de un puente encaminado a unir Europa y África. En 1995 se desechó la idea y se reemplazó por la opción de un túnel ferroviario, similar al canal de La Mancha, que separa Francia de Gran Bretaña.

Cuando fue presentado, con Juan Carlos I y Hasán II ejerciendo de patronos, preveía la construcción de un doble túnel ferroviario de 38,7 kilómetros de distancia, con una galería intermedia destinada a servicios, de los que 27,7 kilómetros discurrirían bajo el subsuelo marino a una profundidad aproximada de 100 metros bajo el fondo marino. El trayecto entre ambas orillas no superaría la media hora. El túnel España-Marruecos estaría formado por dos túneles paralelos de vía única por los que circularían trenes de pasajeros y de mercancías de alta velocidad en direcciones opuestas. Los camiones y los coches podrían subir a los trenes. Si finalmente fructificara el proyecto, el túnel sería uno de los más largos de su tipo en todo el mundo.