Para la presidenta en funciones del Gobierno extremeño, María Guardiola, se inicia un escenario de negociación ardua tras las elecciones del 21-D. Trata de asegurarse su investidura con la mente puesta en un calendario que comienza a correr y para el que deberá tener resueltos los primeros flecos no más allá del 20 de enero, en que tiene que estar constituida la cámara autonómica. Para entonces deberá elegirse a la Mesa del parlamento regional, esto es, quién la preside y cuál es el juego de mayorías y de minorías en la misma. Y ahí juega con dos bazas con las que puede hacer sendos guiños a Vox a diferencia de lo que pasó en 2023.

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Guardiola tiene ahora en sus manos, gracias a los 29 diputados obtenidos y al hundimiento sin paliativos del PSOE, la posibilidad de escoger presidente o presidenta de la Asamblea autonómica y asegurarse la mayoría absoluta en el órgano de gobierno de la misma con Vox. Eso le da un margen de maniobra a la hora de negociar con los de Bambú.

Una Mesa dominada por la izquierda

Tras las elecciones del 28-M la Mesa pasó a estar controlada por los socialistas y Unidas por Extremadura, que sumaban cuatro miembros frente a los dos del PP y sin representación de Vox. La presidencia recayó en la socialista Blanca Martín Delgado. Y es que la cámara autonómica se constituyó antes del acuerdo in extremis de la baronesa popular con los de Abascal, de ahí que perdieran el control de la misma. Algo más de un año después, en julio de 2024, PP y Vox acordaron una reforma del reglamento parlamentario que hiciera posible al entrada de los voxistas ampliando el número de miembros. De hecho, en la legislatura 2019-2023 el PSOE reformó también el reglamento para hacer un hueco a Unidas Podemos. Pero las órdenes de Bambú de romper todos los gobiernos de coalición con el PP, dieron al traste con el proyecto de reforma.

En las actuales circunstancias, el incontestable triunfo de la baronesa popular frente a los socialistas y el crecimiento de los de Abascal puede facilitar la entrada de Vox en la Mesa, poner a uno de los suyos de presidente, dejar sin representación a la coalición de Irene de Miguel y en minoría a los socialistas.

A fin de cuentas, la presidencia de los parlamentos autonómicos fue la baza que jugó Vox en Baleares, Valencia, y Aragón tras las autonómicas de mayo de 2023 y que tenía su antecedente en Castilla y León. Bien es verdad que estos acuerdos formaban parte, a excepción de Baleares, de un paquete mucho más amplio que incluía gobiernos de coalición. Cuando los de Santiago abandonaron en julio de 2024 los ejecutivos autonómicos, se aferraron, sin embargo, a la silla de un cargo al que accedieron por mor de una entente mucho más amplia.

Vox depende del PP para conservar uno de los tres escaños que tiene en el Senado

Otra baza para Guardiola en su negociación con Vox es la del senador por designación autonómica. La ultraderecha sólo tiene tres representantes en el Senado, todos ellos, por elección de sus respectivos parlamentos, ninguno electo. Es el caso del andaluza Paloma Gómez Enríquez; del valenciano Fernando Carbonell y del extremeño Ángel Pelayo Gordillo. Gordillo es, además, uno de los portavoces en la comisión de investigación del 'caso Koldo', con lo que tiene bastante foco mediático. En sus negociaciones con los ultraconservadores, Guardiola cedió hace dos años a Vox este cupo, que con el arranque de la nueva legislatura extremeña debe ser renovado.

El vicepresidente y secretario general de Vox, Ignacio Garriga, aseguró ayer que el candidato de su partido, Óscar Fernández, "está esperando la llamada" del PP, partido al que ha instado a "decidir" si prefiere un acuerdo "para un cambio total y absoluto" en Extremadura o se inclina por conseguir una abstención del PSOE, informa Europa Press.

En cuanto al espíritu con el que Vox llega a la mesa de negociación tras la duras descalificaciones que han intercambiado durante la campaña Santiago Abascal y María Guardiola, aseguró en Telecinco que "no nos estamos poniendo límites en la negociación, más allá de hacer valer los votos de los extremeños y reflejar el resultado electoral, que es que el gran ganador fue Vox". "A partir de ahí -dijo- si Guardiola lo decide, abriremos todas las oportunidades que se pongan sobre la mesa".

Ester Muñoz cierra la puerta a cualquier entendimiento con el PSOE

Por su parte, la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Ester Muñoz, cree que los resultados que arrojaron las urnas el pasado domingo no dejan lugar a dudas. Los ciudadanos quieren, dijo, un "gobierno de la derecha" encabezado por Guardiola al tiempo que emplazó a Vox a llegar a un acuerdo porque "los extremeños no entenderían otra cosa". De este manera, Muñoz cerraba la puerta a cualquier viso de entendimiento con los socialistas extremeños a pesar de haber anunciado Guardiola una ronda de contactos con todos los partidos representados en la Cámara regional.

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