El exministro de Transportes José Luis Ábalos ha negado que hubiese financiación ilegal en el PSOE cuando él fue secretario de Organización o que tenga pruebas de "hechos delictivos y actividades ilícitas" hacia el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

A punto de cumplir el próximo 27 de diciembre un mes en prisión preventiva, el político socialista ha manifestado que se encuentra "más fuerte que nunca" y que mantiene una "buena" relación con su exasesor Koldo García, con quien comparte celda y ha tenido que aprender a convivir en un espacio tan reducido.

"No hubo financiación ilegal del PSOE, al menos mientras yo fui secretario de Organización", ha señalado Ábalos en uno de los mensajes que ha cruzado desde prisión con el programa Mañaneros 360, de Televisión Española. Ha rechazado que plantee fugarse, algo que considera "completamente absurdo", porque tiene "todos los arraigos posibles" en España, y ha vuelto a recordar que no hay precedentes de un diputado en prisión.

Ábalos, que fue suspendido de sus derechos y deberes parlamentarios al entrar en prisión, vincula su entrada en la cárcel con la intención de "eliminar a un hombre y un político" y niega reconocerse en los audios que grabó durante cuatro años su mano derecha y que acabaron en la imputación de su sucesor en el partido, Santos Cerdán, por el presunto amaño de obras públicas.

El exministro ha cargado contra una investigación "viciada y contaminada desde el principio" y ha negado algunas de las últimas conclusiones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en otra causa, el caso hidrocarburos, donde apuntó a que la trama destinó un millón de euros a comprar su "voluntad" con presuntas comisiones que también alcanzaban a su asesor y al presunto comisionista Víctor de Aldama.

A lo largo de sus mensajes, ha considerado que no solo será recordado él cuando acaben las investigaciones en su contra, una de ellas ya pendiente de fecha de juicio por favorecer presuntamente junto a Koldo a una empresa captada por Aldama en la venta de material sanitario en pandemia a cambio de comisiones.

Su vida en la cárcel la ha resumido en caminar y leer "muchísimo" y en su lista de lectura ha mencionado Fouché: retrato de un hombre político, de Stefan Zweig; El hombre en busca de sentido, de Viktor E. Frankl; Una salida honrosa, de Éric Vuillard; o El cuarto Reich, de Bruno Cardeñosa, además de Alejo Carpentier y Benito Pérez Galdós.