La Generalitat de Catalunya ha activado este miércoles la alerta sanitaria tras detectar un brote de gripe aviar en una explotación avícola de la provincia de Lleida. El caso, identificado por técnicos del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, está pendiente de confirmación oficial por parte del laboratorio de referencia del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ubicado en Madrid.

Como medida inmediata, se procederá al sacrificio de todas las aves de la granja afectada y se ha establecido un perímetro de restricción de movimiento animal de hasta diez kilómetros, de acuerdo con los protocolos de la Comisión Europea, del Ministerio y de la propia Generalitat.

El conseller Òscar Ordeig ha explicado en rueda de prensa que ya se han inspeccionado las explotaciones situadas en un radio de un kilómetro alrededor de la granja, sin que se haya detectado ningún otro caso. En los próximos días continuarán las inspecciones en un radio de entre tres y siete kilómetros, donde las restricciones serán algo menos severas.

Según ha indicado Ordeig, las aves silvestres podrían ser el origen del foco, en un contexto en el que España mantiene actualmente catorce focos activos de gripe aviar. Desde el Govern subrayan que el hecho de no haberse detectado animales infectados en el entorno más cercano facilitará la rápida contención del brote.

De forma paralela, la Generalitat ha activado los protocolos del Departamento de Salud para hacer seguimiento del estado de los trabajadores de la explotación afectada. El circuito asistencial está coordinado con el Hospital Universitari Arnau de Vilanova de Lleida.

Riesgo muy bajo para la población

El Govern ha insistido en que el riesgo para la salud pública es muy bajo. La transmisión de la gripe aviar a personas es excepcional y se ha dado únicamente en casos de contacto laboral muy estrecho con aves infectadas. Aun así, se ha pedido a la ciudadanía y a los medios de comunicación que no se acerquen a la explotación afectada, ni a pie ni en vehículo, para evitar la posible dispersión del virus.

Asimismo, las autoridades han lanzado un mensaje de tranquilidad respecto al consumo de productos avícolas. El consumo de carne de ave y de huevos es totalmente seguro y no supone ningún riesgo para la salud humana.

Medidas de bioseguridad reforzadas

Desde el pasado 17 de noviembre, ante el alto riesgo epidemiológico, todas las aves de crianza en Catalunya permanecen confinadas y se aplican protocolos reforzados de bioseguridad, que incluyen controles de acceso a las granjas, higiene y desinfección, gestión de residuos y vigilancia sanitaria del personal.

Ordeig ha recordado que la experiencia de brotes anteriores —en 2017 y en 2023— ha llevado al sector a reforzar sus instalaciones y sistemas de control, lo que ha permitido una detección precoz de este primer foco.

Si no se detectan nuevos casos, la alerta podría levantarse en un plazo aproximado de treinta días, una medida clave también para minimizar el impacto en las exportaciones del sector avícola catalán.