La fiscal María de la O Silva ha sido apartada de la investigación sobre la querella a la Fiscalía que el novio de Ayuso interpuso a varios miembros de la carrera. Según confirman fuentes fiscales, ahora será el fiscal superior de Extremadura, Javier Montero, el que se haga cargo del tema a la espera de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid decida si admite o no la denuncia de Alberto González Amador.

La decisión la enmarcan dichas fuentes dentro del curso normal de haber planteado un artículo 27 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal. Es decir, ella quería pedir la admisión la denuncia a trámite y su jefa la teniente fiscal del Tribunal Supremo, Mª Ángeles Sánchez Conde, no. Por eso se tuvo que reunir la Junta de fiscales de Sala y como salió ganadora la postura de esta segunda, lo lógico es que Silva no siguiera siendo la instructora de un caso que iba en contra de sus creencias dentro del Derecho.

La fiscal de la Fiscalía de Madrid firmó, eso sí, el escrito que pedía finalmente que la querella no fuera admitida, si bien lo hizo obligada por las circunstancias tras la reunión del generalato. Una vez evacuado este trámite, ahora el caso queda en manos de un fiscal que esté más cómodo en la postura mayoritaria de la Fiscalía.

Así las cosas, el asunto queda en manos de Montero, fiscal Superior de Extremadura. Las fuentes consultadas reflejan que se da a un miembro externo a la Fiscalía de Madrid para evitar que el curso de la investigación tenga que provocar que más fiscales se aparten porque esta pueda terminar afectándoles.

Cabe recordar que la querella de González Amador se querelló contra la fiscal jefa de Madrid, Pilar Rodríguez, y el fiscal de delitos económicos Julián Salto por revelación de secretos a raíz de una nota de prensa que el Ministerio Público distribuyó con entrecomillados de un correo entre su abogado y el fiscal del caso. Además, la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, se ha abstenido del caso porque conoció cómo se fraguó ese documento que se difundió a los medios.