La investigación por el asesinato del abogado y político ucraniano de 52 años Andriy Portonov a las puertas de un colegio de Pozuelo (Madrid) este miércoles se centra como principal hipótesis en un caso de crimen organizado, según fuentes conocedoras de la misma consultadas por este medio. La posibilidad de que el crimen tenga un móvil político y que detrás esté un país como Rusia o como Ucrania hayan estado detrás son muy reducidas, dicen, porque eso supondría escalar un conflicto bélico a un tercer país con las consecuencias que este hecho tendría.
Este exasesor del que fuera presidente de Ucrania Viktor Yanukovich estaba considerado un prorruso e, incluso, llegó a estar investigado por alta traición en su propio país. Estos ingredientes unidos al tipo de asesinato, a plena luz del día y en una localidad adinerada de la capital, han elevado las sospechas de que detrás del crimen hubiera algo más que un ajuste de cuentas.
Pero lo cierto es que fuentes cercanas a la investigación explican que de momento no se ha encontrado ningún indicio que pueda hacer suponer que el tiroteo tenía detrás un móvil político. En primer lugar, porque Rusia, que sí es un país al que se le conocen asesinatos más allá de sus fronteras a través de sus hombres de inteligencia, solo suele matar a los que considera traidores propios, pero siempre de su nacionalidad.
Dichas voces indican que si el Kremlin comete un ataque de este tipo contra otro ruso en otro país, históricamente, se ha hecho la vista gorda. Así ocurrió, por ejemplo, Maxim Kuzmínov, un piloto ruso que fue acribillado a tiros en La Vila Joiosa (Alicante) en febrero de 2024 tras desertar del combate para entregarse al Ejército ucraniano. Sin embargo, el caso sería bien distinto si a quien atacara no fuera un ruso.
Lo mismo ocurre con Ucrania que sería, en principio, el país que usando la lógica podría tener un interés mayor en un atentado contra Portnov ya que está investigado allí por deslealtad y corrupción. En este caso, con el agravante de que los ucranianos actuando así en suelo español estarían escalando la contienda más allá de sus fronteras. Estarían, indican estas voces, llevando la guerra a España y eso, según dicen, no le interesaría nada al país de Volodímir Zelensky que necesita más que nunca desde que comenzó el conflicto en 2022 la ayuda de Europa.
Las pesquisas, de momento, las ha asumido el grupo de Homicidios y la Brigada Provincial de Información de Policía Nacional.
El asesinato
El homicidio sucedió pasadas las nueve de la mañana cuando los alumnos del Colegio Americano de Pozuelo habían entrado en clase. El 091 recibió el aviso de que había una persona en la vía pública con heridas de arma de fuego y hasta el lugar se desplazaron agentes de la Policía Científica y del grupo V de Homicidios.
Allí solo se pudo certificar su muerte y comenzó la búsqueda de los huidos. Algunos testigos oculares que han hablado en medios de comunicación hablan de dos y hasta tres personas que se fugaron por una "zona boscosa".
En 2018, investigadores ucranianos sospecharon sobre la implicación de Portnov en la anexión de Crimea, y el Servicio de Seguridad de Ucrania abrió un caso de "traición". Portnov fue incluido en la lista negra de la Unión Europea por malversación de fondo y violaciones de derechos humanos y el 3 de junio de 2022 salió definitivamente de Ucrania a través de un puesto de control de la región de Transcarpatia, según periodistas del programa Esquemas de Radio Free Europe/Radio Liberty.