El cambio climático es una realidad que supondrá cambios significativos a nivel medioambiental, social, político y económico en todo el mundo. Se trata de un desafío global para las próximas décadas frente al que es urgente actuar. Las iniciativas para alcanzar las emisiones netas cero en 2050 así como prepararse para afrontar las consecuencias de la crisis climática están ya en la agenda de gobiernos y empresas de todo el mundo. La inteligencia artificial (IA) y los análisis avanzados pueden contribuir de manera sustancial a conseguir los objetivos climáticos y de sostenibilidad de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.

Según el informe How AI Can Be a Powerful Tool in the Fight Against Climate Change de AI for the Planet Alliance, elaborado en colaboración con BCG GAMMA, el 87 % de los directivos con responsabilidad en sostenibilidad o roles relacionados con inteligencia artificial cree que la IA es un activo valioso en la lucha contra el cambio climático.  

Sin embargo, los resultados de una investigación realizada a más de 1.000 directivos revelan que solamente el 40 % de las organizaciones considera el uso de la IA para sus propios objetivos climáticos. En ese sentido, los expertos encuestados están de acuerdo en que siguen existiendo barreras significativas para una adopción generalizada de la inteligencia artificial: el 78 % cita la insuficiente experiencia en IA como un obstáculo para utilizarla en sus esfuerzos para combatir el cambio climático, el 77 % menciona la disponibilidad limitada de soluciones de IA, y el 67% apunta a una falta de confianza en los datos y análisis relacionados con la IA.

"La capacidad única de la inteligencia artificial para recopilar, completar e interpretar grandes conjuntos de datos complejos permite ayudar a los diferentes actores involucrados a adoptar un enfoque basado en información proporcionada por los datos para combatir las emisiones de carbono y abordar los riesgos climáticos", afirma Hamid Maher, Managing Director and Partner de BCG GAMMA, la división de analítica avanzada e inteligencia artificial de la consultora estratégica, y coautor del informe. "La mayoría de las soluciones climáticas existentes relacionadas con la IA suelen encontrarse en ubicaciones de difícil acceso y las organizaciones carecen de los recursos para implantarlas a escala. Dichas deficiencias deben superarse", concluye.

Usos de la IA contra el cambio climático

Los líderes globales pueden usar la IA para lograr sus objetivos de diferentes formas:

Mitigación. Uno de los usos más importantes de la IA es la medición, reducción y eliminación de las emisiones y los efectos de los gases de efecto invernadero (GEI). Más del 60% de directivos considera la reducción y medición de emisiones una aportación de valor para sus organizaciones. Según BCG, el uso de IA puede generar reducciones de emisiones de GEI del 5% al 10%, o entre 2,6 y 5,3 gigatoneladas de CO2 si se aplica a nivel mundial.

Adaptación y Resiliencia. La adaptación al cambio climático es una tarea fundamental para los responsables de formular políticas y para la ciudadanía, ya que aumenta la resiliencia frente a los efectos del cambio climático a largo plazo y frente a los fenómenos meteorológicos extremos. La IA es adecuada para ayudar a estimar los peligros relacionados con el clima, ya sea mejorando las proyecciones a largo plazo de problemáticas asociadas al calentamiento global, como el aumento del nivel del mar o actualizando los sistemas de alerta temprana para fenómenos extremos como huracanes o sequías.

Formación e Investigación. La IA se puede utilizar para respaldar los esfuerzos de investigación y educación sobre el cambio climático, ayudando a todas las partes interesadas a comprender los riesgos y las implicaciones que conlleva y alentándolos a compartir lo que aprenden. Estos esfuerzos realimentan el trabajo en curso hacia la mitigación, la adaptación y la resiliencia.

Una oportunidad para España

"El potencial de la inteligencia artificial para abordar la emergencia climática está fuera de toda duda" afirma Llorenç Mitjavila, socio de BCG GAMMA. "Más allá de aplicar metodologías de aprendizaje automático para modelar el clima, identificar patrones y para construir predicciones y modelos climáticos más precisos, los métodos de IA ya se están utilizando en industrias y sectores que tienen un impacto ambiental negativo como una palanca esencial para ayudarles a alcanzar sus objetivos de reducción de gases de efecto invernadero (GEI). La inteligencia artificial se está utilizando también con éxito para diseñar productos que reduzcan desechos y emisiones en la creación de propotipos, en la reducción del desperdicio alimentario al mejorar la planificación de la demanda y en la optimización de rutas y gestión de flotas para empresas de todas las industrias".

El informe de BCG y AI for the Planet destaca la visión positiva de los directivos españoles respecto al uso de la inteligencia artificial para combatir la emergencia climática. En la investigación realizada por BCG GAMMA España es, de los 13 países analizados, el segundo en el que los directivos más se plantean utilizar la IA dentro de sus iniciativas de sostenibilidad, muy por encima de otros países europeos como Francia (5 puntos menos) o Alemania (17 puntos menos). "La decisiva apuesta de la Administración pública y las grandes empresas por posicionar España como un referente en el uso de datos e inteligencia artificial, supone una oportunidad para liderar en Europa el desarrollo de una inteligencia artificial para el planeta", señala Llorenç Mitjavila, socio de BCG GAMMA.

Necesidad de un apoyo significativo

En el ámbito del cambio climático existen ya múltiples casos de uso basados en la IA, pero para tener éxito cualquier solución de IA debe ser sencilla de usar y de fácil acceso. Tiene que ofrecer beneficios tangibles al usuario y proporcionar recomendaciones claras y simples de seguir. Para desarrollar este tipo de soluciones de IA es necesario un apoyo significativo, que incluya el acceso a inversiones de capital, a directivos con responsabilidad en la toma de decisiones y a profesionales capacitados.

"La inteligencia artificial es una gran promesa para ayudar a resolver la crisis climática, pero la IA por sí sola no es suficiente. Depende de la voluntad de los responsables en la toma de decisiones para actuar y hacer los cambios necesarios, respaldados en parte por la IA y otras tecnologías emergentes", dice Damien Gromier, fundador de AI for the Planet y coautor del informe.

AI for the Planet ha invitado a todos los interesados a participar en una iniciativa pionera el Call for Solutions to Identify and Support Promising Innovations in Climate AI de AI for the Planet Alliance, que pretende facilitar propuestas en cualquier etapa de desarrollo (si están listas para un primer piloto, como mínimo) y de cualquier sector, ya sea privado, público, académico o sin fines de lucro, para combatir el cambio climático. Cada una de las soluciones elegidas recibirá apoyo personalizado que se adaptará a sus necesidades, pudiendo variar desde soporte comercial o técnico hasta relaciones con inversores y desarrollo de redes.