El cometa 3I/ATLAS lleva meses capturando la atención del mundo científico por ser un "visitante único" que transita nuestro sistema solar desde el espacio interestelar. Este cometa, que destaca por su velocidad y composición, ahora lo hace por algo más, un nuevo fenómeno que ha sorprendido a los astrónomos.

Qué es el cometa 3I/ATLAS

El 3I/ATLAS es un cuerpo helado de origen externo a nuestro sistema solar. Fue detectado en julio de 2025 por la red ATLAS y su órbita nos indica dos cosas. En primer lugar, que es un visitante fugaz, y en segundo, que una vez que complete su viaje alrededor del Sol, continuará su ruta hacia el espacio interestelar y no regresará jamás. Se estima que su núcleo mide entre 440 metros y 5.6 kilómetros y que viaja a velocidades superiores a 60 kilómetros por segundo. Es decir, 246.000 kilómetros por hora en su perihelio, el punto más cercano al Sol.

Al acercarse al Sol, el calor provoca la sublimación de hielos en su superficie, liberando gases y partículas que forman una densa coma y una cola. Estas son características que lo identifican claramente como un cometa activo cuya actividad ha sido monitorizada con detalle.

Su actividad, motivo de análisis

Lo que ha llamado especialmente la atención de los investigadores en los últimos días es su comportamiento periódico. Este ha sido detectado en la actividad del cometa, y es que emite una misteriosa señal periódica en su luminosidad. Los astrónomos lo llaman un "latido cósmico", que se repite con una precisión sorprendente, cada 16 horas.

¿Qué significa este latido?

El cometa 3I/ATLAS presenta un fenómeno curioso, su brillo cambia regularmente cada 16 horas. Esto ocurre porque el cometa gira sobre sí mismo, y mientras gira, diferentes partes de su superficie se calientan cuando reciben la luz del Sol. Algunas zonas del cometa liberan gas y polvo en esos momentos, lo que hace que se vea más brillante, y luego menos brillante cuando esas zonas se esconden.

Este ciclo constante es como si el cometa "respirara" lentamente, mostrando cambios de luz que los astrónomos pueden medir desde la Tierra con telescopios. Esto nos ayuda a entender cómo es su superficie y cómo se comporta cuando está cerca del Sol.

Además, este descubrimiento indica que el cometa es un objeto sólido y estable, no un montón de rocas sueltas, y que tiene zonas activas que expulsan gases constantemente. Todo esto hace que 3I/ATLAS sea especial y nos permita aprender más sobre estos viajeros del espacio profundo, que vienen de fuera de nuestro sistema solar.

Su paso por la Tierra

El 19 de diciembre de 2025 será la fecha en que el cometa se acerque más a nuestro planeta. El 3I/Atlas pasará por la tierra a una distancia segura, pero lo suficientemente próxima para que los astrónomos puedan hacer algunas observaciones. Este encuentro es la oportunidad perfecta para los investigadores de todo el mundo. Los expertos se preparan para estudiar más a fondo su composición química, estructura y comportamiento dinámico en condiciones cercanas.

Durante este paso por nuestro planeta, se espera que se puedan confirmar y ampliar los conocimientos sobre sus ciclos de actividad, su núcleo y la formación de su coma y cola. Las expectativas puestas en esta "llegada" son altas, y es que el 3I/Atlas ha mostrado fenómenos poco comunes y poco vistos anteriormente. Entre ellos, se incluye una extraña estabilidad en su núcleo y una formación atípica en su cola, que en algunos momentos parece apuntar hacia el Sol en lugar de alejarse de él.