Un equipo internacional de astrónomos, entre ellos varios españoles, ha descubierto un extraño sistema solar con seis planetas en órbita alrededor de una estrella brillante similar al Sol situada a 100 años luz de la Tierra llamada HD 110067. El hallazgo ha sido presentado en un artículo publicado en Nature, donde sugieren que el sistema ha permanecido prácticamente sin cambios desde su formación hace más de mil millones de años.

Aunque los sistemas multiplanetarios son comunes en nuestra galaxia, los que se encuentran en una ajustada formación gravitatoria conocida como resonancia se observan con mucha menos frecuencia.

La configuración resonante significa que las órbitas están sincronizadas de una manera particular. En este caso, el planeta más cercano a la estrella realiza tres órbitas por cada dos del siguiente planeta, lo que se denomina resonancia 3/2, un patrón que se repite entre los cuatro planetas más cercanos. En el caso de los planetas más alejados, se trata de cuatro órbitas por cada tres del planeta siguiente, una resonancia 4/3.

Los sistemas orbitales resonantes como este son extremadamente importantes porque informan a los astrónomos sobre la formación y posterior evolución del sistema planetario. Los sistemas planetarios tienden a formarse en resonancia, pero pueden ser perturbados fácilmente. Por ejemplo, un planeta muy masivo en el sistema, un encuentro cercano con una estrella pasajera o cualquier tipo de fusión o colisión pueden alterar el delicado equilibrio. Por tanto, encontrar un sistema resonante es como observar un sistema planetario fósil.

HD 110067 invita a seguir estudiándolo, ya que nos muestra la configuración inalterada de un sistema planetario que ha mantenido su resonancia desde su formación: es probable que los planetas hayan estado practicando esta misma danza gravitatoria desde que se formó el sistema, hace miles de millones de años. Además, se trata del sistema más brillante conocido con cuatro o más planetas. Dado que todos estos planetas tienen un tamaño inferior a Neptuno y atmósferas probablemente extensas, son candidatos ideales para estudiar la composición de sus atmósferas con el telescopio espacial James Webb.

Juan Carlos Morales, Guillem Anglada-Escudé e Ignasi Ribas, todos ellos investigadores del ICE (Instituto de Ciencias del Espacio)CSIC y el IEEC (Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña), participaron en la investigación aportando observaciones realizadas con Carmenes, el instrumento de búsqueda de exoplanetas del Observatorio de Calar Alto codesarrollado por el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC).

"Las observaciones espectroscópicas de alta resolución de Carmenes a lo largo de un año, junto con las del espectrógrafo HARPS-N, se utilizaron para determinar la masa de tres de los planetas del sistema y marcar unos límites estrictos para las demás, revelando que son lo que llamamos planetas de clase sub-Neptuno", explica en un comunicado Juan Carlos Morales, investigador del ICE-CSIC y el IEEC.