Ignacio Barquero, pareja de Carmen Thyssen, se consolida como figura clave en el entorno de la baronesa Tita Cervera tras acompañarla durante las vacaciones de Semana Santa en Marbella, donde la familia compartió momentos de complicidad en Puerto Banús.

Según informa Europa Press, el arquitecto de 27 años, hijo de José Daniel Barquero —consejero delegado del Grupo Thyssen Collection—, ha logrado ganarse la confianza de la matriarca, quien históricamente ha mantenido relaciones tensas con otros miembros de la familia, como su hijo Borja.

Durante el viaje a Marbella, Ignacio demostró su compromiso con la dinámica familiar: participó en paseos por el puerto, comidas en restaurantes exclusivos y veladas privadas en la residencia de Tita, mostrando especial atención tanto a Carmen como a su hermana Sabina. 

Testigos destacaron su actitud "cercana y respetuosa" hacia la baronesa, quien en enero de 2024 ya había señalado a Carmen como su "sucesora natural" en la gestión del legado artístico. 

Este respaldo contrasta con el distanciamiento de Tita hacia su nuera Blanca Cuesta, esposa de Borja, ausente en el encuentro.

La elección de Ignacio no es casual: su formación en Arquitectura por la UPC y su vinculación al mundo del arte a través de su estudio Oktopus alinean con los intereses culturales de la familia. Además, su padre, José Daniel Barquero, gestiona desde 2017 parte del patrimonio de Tita, lo que refuerza los lazos institucionales. 

"Es un joven serio y preparado", comentó una fuente cercana a la baronesa, quien en 2024 afirmó: "Carmen se está formando para liderar nuestro legado. Me alegra que tenga apoyos sólidos".

La inclusión de Ignacio en eventos clave refleja una estrategia para fortalecer el rol de Carmen como heredera, especialmente tras su abandono de estudios en Barcelona para regresar a Andorra y colaborar directamente con Tita. 

Mientras Borja Thyssen enfrenta rumores de desavenencias tras su última exposición en Madrid —ausente su madre—, Carmen e Ignacio emergen como el nuevo tándem visible del clan, combinando juventud y conexiones estratégicas.

Con la baronesa priorizando la continuidad de su legado, la presencia de Ignacio Barquero sugiere una transición generacional donde las alianzas afectivas y profesionales se entrelazan, asegurando que el apellido Thyssen mantenga su influencia en el mundo del arte y la alta sociedad.