En 2022, Álex de la Iglesia manifestaba en su película Veneciafrenia que el mayor problema al que se enfrenta Venecia es el turismo masivo (recibe más de 15 millones de visitantes al año). Pero en este 2025 el problema parece ser más específico: los turistas ricos. El magnate y fundador de Amazon, Jeff Bezos, se prepara para su boda con Lauren Sánchez en la poética ciudad de los canales. Una romántica ceremonia de tres días de duración que no quieren perderse ni Ivanka Trump, hija del presidente estadounidense, ni Oprah Winfrey, ni Kim Kardashian. Tampoco quieren hacerlo todos aquellos activistas locales que se reúnen diariamente para tratar de boicotear e impedir el enlace.

"No tenemos nada en contra de las bodas, ¡no estamos locos! Pero no nos gusta la arrogancia de este multimillonario que cree que puede comprarlo todo con su dinero. Incluida Venecia", ha explicado Tommaso Cacciari, activista de la plataforma No Space for Bezos ("No hay espacio para Bezos"). El grupo, creado con el objetivo de oponerse a la inminente boda multimillonaria –que se celebrará el próximo sábado 28 de junio–, ha puesto en marcha una campaña de concienciación y acción directa, desplegando ayer una pancarta gigante de 400 metros cuadrados en la icónica Plaza de San Marcos que rezaba: "Si puedes alquilar Venecia para tu boda, puedes pagar más impuestos".

Sus estrategias, entre las que se incluyen bloquear los estrechos callejones de la ciudad e incluso saltar a los canales para obstruir el paso a los taxis acuáticos, han obligado al magnate a mover el emplazamiento de su boda, que ya no se dará en la Scuola Grande della Misericordia sino en el Arsenal de Venecia, sede de la Bienal ocupada actualmente por la edición de arquitectura. "¿Quién hubiera esperado que cuatro fugitivos, como nos han llamado, cambiarían la agenda de uno de los hombres más ricos del planeta?", se jactaba Cacciari. Pero, ¿quiénes son estos cuatro fugitivos que han trastocado los planes de Bezos?

Movimientos sociales contra el magnate

Tras No Space for Bezos se encuentran varias organizaciones dispuestas a "calmar" las aguas de los canales de la ciudad italiana. El Laboratorio Occupato Morion, un espacio autogestionado fundado en 1990 en un local ubicado en Castello, el sestiere o distrito más grande y menos turístico de Venecia, sirve de base al movimiento. Se describe a sí mismo como un "espacio político antifascista, anticapitalista, antirracista y transfeminista", y es el encargado de convocar las manifestaciones, publicitadas en su cuenta de Instagram, que cuenta con más de 13,5 mil seguidores. Su portavoz, Alice Bazzoli, ha anunciado que se reunirán el próximo sábado para una protesta "colorida y pacífica". "Impediremos el acceso a la ceremonia por el agua con inflables y botes, y por tierra con nuestros cuerpos", asegura. Han coordinado la acción con otros centros sociales de izquierdas de otras ciudades del norte de Italia como Treviso, Trento, Schio y Vicenza.

Greenpeace Italia, la organización británica Everyone Hates Elon ("Todos odian a Elon [Musk]"), la coalición política Alianza Verde de Izquierdas, la sección local Anpi 7 Martiri, o el movimiento No Grand Navi contra el tráfico de cruceros en Venecia son algunas de las entidades adheridas al Morion y el resto de centros sociales movilizados contra Bezos.

Stefano Micheletti, portavoz de No Grand Navi, explicaba al periódico italiano Corriere della Sera que la "cuestión" no es la boda en sí, sino que Bezos es "uno de los amos del mundo, un símbolo del capitalismo digital, de la explotación laboral, de la evasión fiscal, algo común en las compañías de cruceros contra las que luchamos, que tienen sus sedes en paraísos fiscales". Por su parte, Simona Abbate, de Greenpeace, ha explicado que el problema es "el modelo económico y social" que encarna el magnate, algo que "nos llevará al colapso".

El Centro Social Rivolta y los ambientalistas del movimiento Extinction Rebellion también se han unido a la campaña, lo que ha terminado por consternar a Luca Zaia, presidente del Véneto, quien asegura "no entender" esta protesta de "200 personas", cuando hay días en los que Venecia acoge hasta "150.000 turistas". "¿Qué mensaje de hospitalidad transmitimos como ciudad, región y país? ¿Por qué Bezos y no Marco Rossi [exfutbolista italiano]? ¿Sólo porque es rico?", lamenta el político. Precisamente porque es rico, argumentaría la oposición.