Victoria Beckham ha decidido mostrar su versión más íntima y humana en el documental que lleva su nombre, estrenado recientemente en Londres, que forma parte del catalogo de Netflix. Lo presentó acompañada de su familia, con David Beckham y tres de sus hijos (Romeo, Cruz y Harper), aunque la ausencia de su primogénito Brooklyn no pasó desapercibida. En un discurso lleno de emoción, Victoria confesó que grabar este proyecto fue "como un año de terapia intensiva", una oportunidad para detenerse y reflexionar sobre su vida, sus miedos y sus heridas más profundas.
Uno de los ejes centrales del documental es su relación con la perfección y la autoexigencia. Desde niña, Victoria sintió la presión de destacar, de ser la mejor. Habla del acoso escolar que sufrió por ser "diferente" y por soñar con un mundo al que no pertenecía. Esa necesidad de demostrar a los demás, y a sí misma, que podía llegar lejos se convirtió en una fuerza motora, pero también en una carga. "He pasado toda mi vida intentando estar a la altura de las expectativas de otros", confiesa.
La relación con su cuerpo y la alimentación
Victoria también habla de la relación con su cuerpo y la comida, un tema difícil que ha vivido en silencio durante años. Confiesa que pasó por un trastorno alimenticio, ocultando su malestar incluso a su familia. "Cuando tienes un trastorno, te conviertes en experta en la mentira", dice. El documental muestra cómo esa lucha, sumada a la constante atención de los medios, la hizo crear una coraza: mostrarse fuerte, sonreír poco y mantenerse distante.
Después del éxito de las Spice Girls, muchas personas la veían solo como "la mujer de David Beckham" o una "WAG"(wives and girlfriends de deportistas). Convertirse en diseñadora fue su forma de tomar el control de su vida y demostrar que podía triunfar por sí misma. En el documental, cuenta cómo tuvo que esforzarse mucho para que la industria de la moda la tomara en serio. Su marca, que pasó por momentos difíciles, representa su lucha por ser reconocida como creadora. Como ella misma reconoce: "Durante mucho tiempo sentí que no era suficiente, pero hoy sí lo soy".
La familia como refugio y ancla
El relato también aborda la vida familiar como refugio y ancla. Aunque su relación con David Beckham ha sido analizada hasta el exceso, el documental muestra su complicidad y la forma en que ambos se apoyan mutuamente. Hay momentos de ternura, especialmente en su casa de los Cotswolds, donde se percibe la calma que contrasta con el vértigo de su vida pública. Aun así, no evita mostrar las tensiones: las ausencias, las presiones y la dificultad de equilibrar éxito profesional y vida personal.
Finalmente, el documental de Victoria Beckham en Netflix es una historia de superación. Habla de la mentira como escudo, de la presión por ser perfecta y del aprendizaje de ser más amable consigo misma. Se muestra no como un ícono lejano, sino como una mujer que tuvo que despojarse de su armadura para encontrarse a sí misma. Victoria cierra el documental con una frase que resume su viaje: "Por primera vez en mucho tiempo, me siento suficiente". Esa es, quizá, su verdadera victoria, no la fama ni el éxito, sino aceptar y reconciliarse con su propia verdad.
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