Zac Efron ya no es solo el chico que enamoró al mundo en High School Musical. Tampoco es el héroe de acción esculpido al milímetro que vimos correr por la playa en Baywatch. Hoy, el actor tiene otra perspectiva —una más humana, más honesta— sobre el precio de la perfección física y la presión estética que Hollywood impone incluso a los hombres.
Este 18 de octubre, por motivo de la celebración de su 38vo cumpleaños, queremos repasar una carrera, que no solo ha estado marcada por el éxito en la pantalla, sino también por transformaciones físicas -extremas- que reflejan disciplina, resiliencia y compromiso con cada papel interpretado por el actor.
Desde los días de High School Musical hasta sus papeles más exigentes en Baywatch y The Iron Claw, que originaron varias polémicas y debates públicos, Efron ha demostrado que su cuerpo también ha sido protagonista de sus historias.
Troy Bolton: el inicio de una estrella adolescente
En 2006, Zac Efron saltó a la fama interpretando a Troy Bolton en High School Musical. En esta etapa, su físico era atlético pero natural, suficiente para los números de baile y escenas deportivas. Aunque no hubo transformaciones extremas, fue aquí donde Efron comenzó a construir esa disciplina física.
En entrevistas posteriores, el actor ha contado que incluso entonces seguía rutinas de gimnasio moderadas para mantener forma y resistencia durante los intensos rodajes musicales. Así como ha reconocido que aquel papel de Troy Bolton le abrió todas las puertas de Hollywood y le dio una conexión muy especial con toda una generación.
El 'accidente' que cambió su rostro
En 2013, el actor sufrió un accidente doméstico que le provocó una fractura de mandíbula. La recuperación fue estricta, seis semanas con la boca inmovilizada y alimentación líquida, lo que provocó pérdida de peso y un cambio en la musculatura de su rostro. Siendo este es uno de los episodios más comentados de su vida reciente, en parte porque generó una gran confusión pública sobre su aspecto físico.
Según contó el mismo actor, se resbaló mientras corría por casa con calcetines, cayó al suelo y se golpeó el mentón contra una fuente de granito, lo que provocó que se rompiera la mandíbula y perdiera el conocimiento. Este incidente tuvo repercusiones duraderas en su mandíbula y sus músculos faciales, los cuales sufrieron una ligera modificación, provocando rumores de cirugía estética que Efron ha desmentido.
'Baywatch' y el precio de la perfección
Para interpretar a Matt Brody en Baywatch: Los vigilantes de la playa, en 2017, Efron se sometió a una transformación física intensa. Su rutina incluía entrenamiento de alta intensidad, levantamiento de pesas y dieta estricta, combinada con diuréticos para definir los músculos.
El esfuerzo tuvo consecuencias, según ha comentado el actor en diversas entrevistas, su cuerpo en esa película era el resultado de una "deprivación insana de agua y comida" que le provocaron "insomnio y depresión", debido a la presión física y mental del régimen. Entrenaba hasta cinco horas diarias, combinando cardio, pesas y entrenamiento funcional.
Detrás de los abdominales marcados y la sonrisa impecable, había días de deshidratación, dietas imposibles y rutinas que rozaban la obsesión. "Aquel cuerpo no era sostenible" ni saludable, confesó el actor años después. "No dormía bien, me sentía vacío, y todo por mantener una imagen que no era real".
Aquella experiencia lo llevó a cuestionar el mito del cuerpo perfecto masculino, ese que promete éxito, atractivo y control, pero que muchas veces esconde ansiedad y agotamiento. "Todo el mundo me decía que estaba en mi mejor forma, pero yo me sentía mal por dentro", admitió. De esto aprendió la importancia de equilibrar disciplina con bienestar.
El comentado cambio de rostro y el hastag #JawGate
En abril de 2021, Efron apareció en un video para el Earth Day! Musical de Bill Nye con el rostro visiblemente diferente: mandíbula más ancha, pómulos marcados y un aspecto algo rígido.
Las imágenes corrieron como pólvora en redes sociales, se llenaron de rumores, nuevamente, sobre posibles cirugías estéticas o rellenos faciales y rápidamente nació el hashtag #JawGate, combinando "jaw" (mandíbula) con "gate", sufijo que se usa en inglés para referirse a escándalos (por ejemplo, Watergate). Durante meses, el actor guardó silencio, hasta que en septiembre de 2022 aclaró todo en una entrevista con Men’s Health.
Donde recordo el incidente sufrido en 2013, "No me hice ninguna cirugía. Me fracturé la mandíbula años atrás y los músculos de mi cara crecieron mucho durante la recuperación". Explicó que el músculo masetero, que ayuda a masticar, se hipertrofió (aumentó de tamaño) mientras se recuperaba de la lesión, alterando temporalmente la forma de su rostro.
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'The Iron Claw' y la fuerza funcional
Seis años después, Efron asumió el papel de Kevin Von Erich en The Iron Claw, en 2023, sobre lucha libre profesional. Esta vez, su entrenamiento priorizó el entrenamiento funcional, levantamiento de pesas, resistencia y dieta enfocada en ganar músculo de forma saludable.
El resultado fue un cuerpo robusto, apto para escenas de lucha y coherente con la realidad de los luchadores de la época. Esta transformación fue más equilibrada y consciente, demostrando que se puede combinar exigencia física con salud y bienestar mental.
La trayectoria de Zac Efron ilustra cómo, en muchas ocasiones, los actores deben someterse a transformaciones físicas muy exigentes para dar vida a sus personajes. Estos cambios van más allá de la estética implican entrenamiento intenso, dietas estrictas y, en algunos casos, riesgos para la salud.
Su experiencia, demuestra que alcanzar ciertos estándares para la pantalla requiere disciplina, resiliencia y un equilibrio constante entre la apariencia física y el bienestar personal. Su historia es un ejemplo de cómo el compromiso con un papel puede ser tan desafiante como enfermizo.
Una relación más sana con el físico
Efron defiende ahora una visión más natural y sostenible del cuerpo. Vive con menos presión estética y se enfoca en sentirse bien más que en verse "de revista". Ha hablado en diversas ocasiones sobre cómo la fama temprana y las expectativas sobre su cuerpo lo llevaron a una etapa de aislamiento y autoexigencia extrema. "El físico no lo es todo. La salud mental, la energía y las conexiones reales son lo que más valen".
Hoy da prioridad a lo que de verdad importa como el "equilibrio, dormir bien, disfrutar la vida". Efron, destaca la importancia de aceptarse y romper con la autoexigencia que impone Hollywood a los hombres jóvenes.
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