La guerra en Ucrania ha alcanzado un punto de inflexión al superar los 200 días. Las tropas ucranianas han logrado recuperar más territorio en cinco días que el logrado por Rusia desde abril, según el Institute for the Studie of War (ISW). En venganza Rusia ha atacado instalaciones de infraestructura, suministros de electricidad y agua, en la región de Járkov en respuesta a esta ofensiva relámpago que ha forzado al Kremlin a su retirada de la zona. Es el mayor golpe sufrido por Rusia desde que el líder ruso, Vladimir Putin, tuvo que renunciar a tomar Kiev en los primeros días de la guerra.  

“Están enfurecidos porque las tropas ucranianas han forzado la retirada de los rusos pero están castigándonos con misiles. Han dejado medio país a oscuras”, cuenta Andrej Kidanchuk, desde Chuguev, en la región de Járkov. 

Gran parte de la ciudad de Járkov, Ihor Terejov, ha informado que gran parte de la localidad está sin electricidad ni agua por este acto de "venganza" del Kremlin. Hay apagones en Dnipro, Poltava, y ciudades de las regiones de Járkov y Donetsk. En la región de Sumy, en el noreste, el gobernador ha reconocido que la tensión había caído. Millones de civiles están afectados, según informa The Guardian

En su alocución nocturna, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha culpado a los "terroristas rusos" de los apagones. "No han atacado instalaciones militares. El objetivo es dejar a los ucranianos sin luz, agua, calefacción y comida". 

Zelenski se ha dirigido al Kremlin en un mensaje en Telegram: "¿Siguen pensando que somos un solo pueblo? ¿Siguen creyendo que pueden asustarnos? De verdad, ¿siguen sin entenderlo?". 

También se ha referido a los éxitos logrados en el campo de batalla, como la toma de Izium, ciudad estratégica de la región de Járkov que abre la vía hacia la reconquista del Donbás. "Hoy, todo el mundo ve y toma nota de las acciones de nuestros guerreros en el norte, el sur y el este de Ucrania. El mundo está impresionado. El enemigo ha entrado en pánico. Ucrania está orgullosa de vosotros, cree en vosotros, reza por vosotros y os espera. Estamos seguros: sois capaces de hacerlo. Llegaréis a nuestra frontera, a todos sus tramos". De hecho, algunos soldados ucranianos llegaron a la linde con Rusia, en Hoptivka, según el Ministerio ucraniano de Defensa. Es el preludio de la victoria, según Zelenski. 

Más armas

El ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, ha insistido en que siguen necesitando más armamento de Occidente. Ante la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, de visita en Kiev, ha remarcado: "Cuantas más armas recibamos, antes ganaremos y antes acabará la guerra". Este giro en la guerra ha sido posible gracias a que ya están en el frente armas clave como los HIMARS, y también por la asistencia en operaciones de Inteligencia por parte de EEUU. 

El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, Valeriy Zaluzhnyi, ha asegurado que sus tropas han recuperado unos 3.000 kilómetros cuadrados desde principios de septiembre. En el noreste se han acercado a la frontera con Rusia, al norte de la ciudad de Járkov. Los soldados ucranianos han recuperado Kupiansk, un centro ferroviario, a 100 kilómetros al este de Járkov. Izium y Kupiansk eran básicos para los suministros de Rusia.  

El Ministerio de Defensa británico indica que en su informe de este lunes que el éxito de las fuerzas ucranianas tiene "implicaciones significativas para el diseño operativo general de Rusia". Añade que “la ya limitada confianza de las tropas desplegadas en los altos mandos rusos se deteriore aún más”. 

Son muy significativas las críticas del líder de Chechenia, Ramzan Kadirov, aliado del Kremlin. Según Kadirov, el líder ruso, Vladimir Putin puede no ser consciente de la gravedad de la situaciónn. 

"Han cometido errores y creo que sacarán las conclusiones necesarias", ha declarado Kadirov en un mensaje de audio publicado en su canal de Telegram el domingo. "Si hoy o mañana no se producen cambios en la estrategia, me veré obligado a hablar con la dirección del Ministerio de Defensa y la dirección del país para explicarles la situación real sobre el terreno. Es una situación sorprendente, diría yo", dijo Kadirov, al mando de una fuerza paramilitar en Ucrania. 

Campaña de desinformación en Jersón

A su vez, las tropas ucranianas intentan abrir una brecha en el sur, en la región de Jersón, pero va más lenta. De hecho, Kiev utilizó esa ofensiva en Jersón para despistar al alto mando del Kremlin. Así se lo ha explicado Taras Berezovets, ex asesor de seguridad nacional ucraniano y ahora a cargo de prensa de una brigada de las fuerzas especiales a The Guardian. “Era una campaña de desinformación. Rusia pensaba que los ataques serian sobre todo en el sur y la ofensiva realmente fue donde menos lo esperaban. Entraron en pánico y huyeron”. 

El temor ahora es que Putin enfurezca y busque otras formas para vengarse, como ese corte de luz y agua, que afecten a los civiles. En ese sentido, persiste la preocupación sobre la central nuclear de Zaporiya, bajo control ruso. Putin y el presidente francés, Emmanuel Macron, han hablado por teléfono sobre la seguridad de Zaporiya, pero sin acuerdo alguno.

El líder ruso culpa a Ucrania de atacar la central, que puede llevar a “consecuencias catastróficas”. Para la Presidencia francesa, son los rusos los que deberían retirarse de la central, ya parada tras desconectarse el último reactor. El temor a otro Chernóbil, esta vez con premeditación y alevosía, persiste.