La victoria del ultranacionalista George Simion en la primera vuelta de las elecciones en Rumanía ha provocado la dimisión del primer ministro. El socialdemócrata Marcel Ciolacu ha justificado su renuncia porque no considera ya "legítima" la coalición que encabezaba, según informa la agencia Efe. Simion ha logrado el 40% de los votos y se disputará la Presidencia con Nicusor Dan, alcalde de Bucarest.

El partido PSD (socialdemócrata) de Ciolacu gobernaba en coalición con el Nacional Liberal (PNL, de centroderecha) y la Unión Democrática de los Húngaros de Rumanía (UDMR). El candidato de los tres partidos, Crin Antonescu, ha quedado descartado, con lo que la coalición de gobierno ha quedado desautorizada. Los rumanos han votado claramente contra el establishment.

Ciolacu ha recordado que la actual coalición de Gobierno se formó tras las elecciones parlamentarias de diciembre y después de que el Tribunal Supremo cancelara la primera ronda de las elecciones presidenciales celebrada a fines de noviembre de 2024 debido a injerencias rusas. Así se dispuso que se repitiera el proceso, como así ha sucedido. Quedó descartado posteriormente el candidato sospechoso de obrar al servicio del Kremlin, Călin Georgescu.

En la recta final del recuento, Antonescu, candidato del gobierno, perdió con una diferencia inferior a un punto porcentual ante el independiente europeísta Nicusor Dan, actual alcalde de Bucarest, quien será el rival de Simion el próximo 18 de mayo.

Papel del presidente

El cargo presidencial en Rumanía tiene importantes competencias, sobre todo en política exterior y de defensa, por lo que estas elecciones se consideran clave para el futuro rumbo del país.

Rumanía forma parte del flanco sudeste de la OTAN y alberga un importante contingente de soldados de la Alianza Atlántica, desempañando así un rol clave para la estabilidad y seguridad regional de la zona.

En una entrevista con El Independiente, poco antes de que Georgescu quedara descartado, Simion denunciaba que Rumanía había dejado de ser una democracia y que la población estaba harta de la corrupción, lo que explicaría que opte por candidatos anti establishment, primero Georgescu, y ahora Simion o Antonescuo. Simion fue crítico con Putin y aseguró que cualquier candidato pro Kremlin tendrían las de perder en Rumanía. Tiene como modelo a la primera ministra italiana Giorgia Meloni y admira al líder de Ley y Justicia, Jarosław Kaczyński.