Polonia de nuevo está en la encrucijada. ¿Afianzará su camino por la senda liberal en la Unión Europea o seguirá confiando en un presidente contrario a los intereses del primer ministro, Donald Tusk? Los sondeos de la primera vuelta de las elecciones presidenciales confirman las tendencias de la campaña: el próximo 1 de junio se disputarán la Presidencia de Polonia el liberal Rafał Trzaskowski y el nacionalpopulista Karol Nawrocki, apoyado por Ley y Justicia (PiS). Han quedado a menos de dos puntos, según los resultados finales.
Rafał Trzaskowski, actual alcalde de Varsovia, ha sido el candidato con mejores resultados con el 31,3%, seguido del historiador Karol Nawrocki con el 29,5%, de acuerdo con estas primeras estimaciones. El resultado es muy ajustado. La participación ha sido del 66,8%.
En tercer lugar queda con el 15,4% el empresario Sławomir Mentzen, que compite por la ultranacionalista Konfederacja. Son los mejores resultados de este partido anti inmigración en su historia. Sus apoyos está ahora muy cotizados. Es el candidato favorito de los jóvenes.
La sorpresa la ha dado el eurodiputado Grzegorz Braun, de extrema derecha, que ha sumado el 6,3% de los votos, más que el presidente del Parlamento, Szymon Hołownia, de Tercera Vía, uno de los partidos de la coalición de gobierno, que solo ha logrado el 4,9%. Hołownia, de Tercera Vía, ha pedido el apoyo a Trzaskowski. Tercera Vía forma parte de la coalición de gobierno con Coalición Cívica y Lewica (Izquierda).
Los dos candidatos de la izquierda, la senadora Magdalena Biejat, de Lewica, y el diputado Adrian Zandberg suman algo menos del 10% de apoyos. El respaldo de sus votantes será crucial para Trzaskowski. Biejat se ha mostrado dispuesta a hablar con Trzaskowski.
Todos los sondeos apuntaban hasta ahora que en segunda vuelta el ganador sería el candidato liberal, el favorito de Donald Tusk, el primer ministro, pero tras la primera vuelta nadie sale como caballo ganador. El sondeo dado a conocer este domingo dar como ganador a Trzaskowski con un 46% frente al 44% de Nawrocki. Un 10% dice que no sabe qué contestar aún.
Es cierto que Nawrocki se queda lejos del 43,5%, el resultado que logró Duda en la primera vuelta en 2020. El PiS habría perdido dos millones de votos desde las legislativas de octubre de 2023, pero el partido nacionalpopulista tiene un suelo electoral de un 30% y si los votantes de Konfederacja y Braun apoyan a Nawrocki ganaría en segunda vuelta.
La polarización en Polonia ha quedado en evidencia de nuevo en las urnas. Nawrocki intentará ganarse el favor de los votantes de Mentzen, aunque el candidato de Konfederacja ha querido diferenciarse del "duopolio" (Plataforma y PiS) durante la campaña. Este domingo no ha pedido el voto para Nawrocki.
Silencio electoral
Desde el viernes a medianoche los polacos viven en el llamado silencio electoral. Nadie puede dar información a favor o en contra de los candidatos con riesgo de multa de un millón de zlotys (unos 230.000 euros). Al viceprimer ministro de Justicia Arkadiusz Myrcha se le escapó un contenido electoral pero lo reiteró de inmediato.
Donald Tusk, el primer ministro, decidió invocar el Deuteronomio para quien quisiera afinar el oído. "Al extraño cobrarás interés, mas a tu hermano no se lo cobrarás, para que te bendiga Jehová tu Dios en toda la obra de tus manos en la tierra a la cual vas a entrar para poseerla. 21 Cuando hagas voto a Jehová tu Dios, no tardes en pagarlo, porque ciertamente te lo demandará Jehová tu Dios, y sería pecado en ti". Parece un enigma si no se tiene en cuenta que Nawrocki está acusado de haberse quedado con el apartamento de un anciano en Gdansk, sin la compensación pactada.
En los colegios en Varsovia algunos votantes daban su opinión, sin dar el nombre del candidato al que habían apoyado. "Es una elección muy importante porque el resultado afectará a nuestras vidas y a las vidas de nuestros hijos. Tengo miedo de que haya un retroceso en libertades y en derechos de las mujeres", afirma Kinga, abogada de 28 años. Dos jubiladas coincidían en que la democracia está en juego.
Test sobre Tusk
La segunda vuelta será un referéndum sobre las políticas del liberal Donald Tusk, aunque Trzaskowski insiste en que actuará con independecia del primer ministro. Pero queda claro que su ideario coincide con el de Tusk y difícilmente le pondrá piedras en las ruedas, como viene haciendo el presidente Andrzej Duda, del PiS, que ahora termina su mandato de diez años.
Los polacos tendrán que elegir si quieren que su país sea central y clave en Europa o vuelva a jugar con el Estado de derecho al estilo de la Hungría de Orbán. "Hay que acabar con lo que empezamos en 2023", ha dicho Trzaskowski tras conocerse los resultados. El candidato liberal se refiere a las elecciones de octubre de 2023 cuando la la alianza de Plataforma con Tercera Vía y la Izquierda permitió acabar con el gobierno nacionalpopulista de Ley y Justicia.
Para que esa coalición pueda cumplir con las promesas que realizó al electorado es fundamental contar con un presidente que las considere parte de su ideario y no las bloquee. Trzaskowski ya se ha lanzado a la conquista de la izquierda ya que ha dicho que en su primer día va a apoyar la liberalización del aborto, bloqueada hasta ahora por el rechazo de Duda. También ha prometido avanzar en la reforma judicial y promover la separación de Iglesia y Estado, así como bajadas de impuestos.
Con los dos candidatos tan igualados, será vital, a juicio del ex presidente Aleksander Kwasnieski el debate entre los dos. "Trzaskowski ha de llegar descansado y desplegar energía. Yo pude ganar en 1995 a Lech Wałęsa gracias al debate".
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