El canciller alemán, Friedrich Merz, ha asegurado este lunes que los países occidentales ya no imponen restricciones al uso de las armas de largo alcance entregadas a Ucrania, permitiéndole utilizarlas contra objetivos militares en territorio ruso.

Durante un foro de debate organizado por la cadena pública WDR, Merz ha asegurado que “ya no hay restricciones al alcance de las armas entregadas a Ucrania, ni por parte del Reino Unido, ni de Francia, ni de nosotros. Tampoco hay restricciones por parte de Estados Unidos”.

Esta afirmación marca un giro significativo en la política de apoyo militar a Kiev, que hasta ahora había estado sujeta a limitaciones explícitas para evitar una escalada directa con Moscú.

Según el canciller, esta flexibilización permitirá a Ucrania “defenderse, por ejemplo, atacando instalaciones militares en Rusia”, una capacidad que hasta hace poco no tenía a su disposición. Merz indicó que, salvo contadas excepciones, Kiev se había abstenido de llevar a cabo este tipo de acciones ofensivas más allá de sus fronteras.

En contraste con el uso dirigido y puntual que hace Ucrania de estas armas, Merz denunció que Rusia continúa atacando “ciudades, guarderías, hospitales y residencias de ancianos” ucranianas, en lo que describió como una estrategia deliberada de castigo contra la población civil.

El levantamiento de las restricciones refleja el creciente consenso entre las potencias occidentales sobre la necesidad de reforzar la capacidad defensiva de Ucrania frente a la ofensiva rusa, en un momento en que el conflicto se intensifica en varias regiones del este y el sur del país.