"El nuevo villano de la OTAN, España". Así titulaba Politico un análisis esta semana a propósito del desplante de Pedro Sanchez en la cumbre de La Haya, donde los aliados han aprobado una declaración en la que se comprometen a que el presupuesto de defensa alcance el 5% del PIB en 2035. Todos la asumieron y el presidente del Gobierno español no dijo nada de que nuestro país se quedaría en el 2,1% ante Trump. "Ha firmado lo mismo que Italia", aseguraba Giorgia Meloni, nada más terminar el encuentro. La primera ministra italiana y otros jefes de gobierno europeos han de hacer frente a críticas de la oposición por no obtener una "excepción" como la que esgrime Sánchez. Sus socios europeos no van a olvidar su plante, sobre todo, los que están en el punto de mira de Putin, y los que tienen dificultades para cuadrar las cuentas pero han entendido que había que dar imagen de unidad en un momento crítico para Europa. 

"¿Ha visto como ha hecho Sánchez? Ha negociado un acuerdo y es lo que usted debería haber hecho. Yo le dije a Trump que no podíamos llegar al 2% porque no iba a dejar sin comer a los italianos, ni sin escuelas o sanidad. Usted no piensa en los italianos, solo en que tengamos más tanques. O Europa pone fin a la guerra o la guerra pone fin a Europa", le decía un encendido Giuseppe Conte, líder del Movimiento 5 Estrellas a la primera ministra italiana en el Parlamento. Meloni le contestaba negando con la cabeza. Los grillini, ahora de capa caída, son populistas y apaciguadores. Meloni forma parte de la comunidad de líderes más conservadores pero muy comprometida con la ayuda a Ucrania. Italia figura en el vagón de cola del gasto en defensa en la OTAN junto con España y Bélgica.

El líder del Partido Socialista belga, Paul Magnette, también reprendía en el Parlamento al primer ministro, Bart de Weber. "¿Quién va a pagar?", señalaba Magnette en francés y flamenco, en alusión a la factura por ese nuevo objetivo de la OTAN del 5%. Y ponía el ejemplo del "primer ministro español, el socialista Pedro Sánchez, que ha dicho no, no a la OTAN". Y le demandaba quién iba a pagar los 20.000 millones de euros de gastos suplementarios. "Van a ser los trabajadores, los pensionistas, los enfermos, los empleados de la Justicia, de la Policía, de la enseñanza, que ya están al límite. Es una locura", añadía Magnette. 

Las cuentas mágicas de Sánchez

En el día clave de la cumbre, el jueves, el primer ministro belga ironizaba sobre el planteamiento de Pedro Sanchez. El jefe del Gobierno español sostiene que para adquirir las capacidades que demanda la OTAN a nuestro país, que son confidenciales, con el 2,1% del PIB bastaría, en lugar del 3,5% que calcula la OTAN. El 1,5% restante se refiere a cuestiones relacionadas con la seguridad. Bart de Weber decía que si Sánchez sabe cómo se hace así, es un genio y que sería bueno que compartiera esa genialidad con el resto. 

No solo España tendría dificultades para llegar al 5% porque son muchos los países con déficits elevados o con partidos críticos con el aumento del gasto en defensa. Así vemos como el laborista Keir Starmer ha hecho frente a una revuelta interna por los recortes en programas sociales, el Gobierno francés ha de lidiar con unas reformas inacabadas, o un sector de los socialistas alemanes comienzan a dejarse tentar por los cantos de sirena de los apaciguadores. 

Algo de genio de la lámpara tiene Pedro Sánchez. Es indudable. El giro de guion con el presupuesto de la OTAN es de "primero de propaganda", confiesa un destacado consultor político. Lanza una bomba de humo para cambiar el discurso. Por un lado, contenta a sus socios, a quienes Putin les parece un ente lejano y poco peligroso, y por otro, lanza un mensaje muy del gusto de una opinión pública tradicionalmente antiamericana y anti OTAN. En la última encuesta del instituto Pew, los españoles figuran entre los europeos menos entusiastas de la Alianza. 

A su vez, en el relato de Sanchez el objetivo del 5%, que demandó en primer lugar, Donald Trump, se presenta como una meta exigida e impuesta por Estados Unidos a los socios. De este modo, plantarse en contra de la inversión en defensa para salvaguardar "la educación y la sanidad" en España es un discurso que convierte a Sánchez en un héroe frente a los abusos de superpotencia. Incluso el enfado de Trump le viene bien. Ni siquiera Trump le puede amilanar. 

Sánchez no defendió el 2,1% ante Trump

Lástima que Pedro Sánchez no defendiera sus argumentos ante Donald Trump para desmarcarse del resto, que en realidad no plasma salvo en que en la declaración se dice "aliados" en lugar de "todos los aliados".

"No hubo ninguna objeción por parte del presidente Sánchez en la cumbre, en la reunión en la que se aprobó la declaración final, que es vinculante. En esta declaración final no hay ninguna excepción", explicaba en una conferencia en la sede del Parlamento Europeo en Varsovia este viernes el viceministro de Defensa, Pawel Zaleski. 

"Los objetivos de capacidad se han preparado para cada país de tal manera que su cumplimiento supone aumentar el gasto hasta el 3,5 % del PIB en lo que se refiere al gasto estrictamente militar, más un 1,5 % en lo que se refiere a infraestructuras. Soy consciente de que los objetivos fijados en Gales hasta hace poco no se estaban cumpliendo. Pero ya no estamos en un momento en el que Rusia ocupa Crimea o parte del Donbás. Ahora estamos en un momento en el que las agencias de inteligencia de los países de la OTAN consideran que Rusia está preparando una confrontación dentro de unos años, tras el fin de la guerra en Ucrania. Todos van a vigilarse mutuamente para que se cumplan estos acuerdos vinculantes", añadía Zaleski.

Polonia dedica ya más del 4% del PIB a defensa y prácticamente no lo cuestiona ni la sociedad ni la oposición. Hay conciencia de que precisamente esta inversión en defensa es lo que protege a Polonia de Rusia. 

La unidad de la Alianza en riesgo

El objetivo del 5 % de la cumbre de La Haya es, ante todo, una declaración política y por ello era fundamental mostrar unidad. El mensaje se dirige a Putin y a Trump, para mostrar músculo ante Rusia y compromiso ante Estados Unidos. La retirada de EEUU de territorio europeo dejaría el flanco oriental y a los Bálticos en situación de extrema debilidad. "Su finalidad es demostrar la determinación, la unidad y el compromiso compartido entre los aliados de asumir la carga de la defensa y la seguridad, principalmente como medida disuasoria para los adversarios de la OTAN, entre los que destaca Rusia", señala un ensayo de Nan Tian, Lorenzo Scarazzato y Jade Guiberteau en la web del SIPRI. 

Y añaden: "También hay un público objetivo claro dentro de la alianza: Estados Unidos y, en concreto, el presidente Donald J. Trump. Trump ha amenazado en repetidas ocasiones con retirarse de la OTAN por la ‘injusticia’ de la carga que soporta Estados Unidos, y los aliados a ambos lados del Atlántico se han visto envueltos en aranceles comerciales recíprocos con Estados Unidos. Este objetivo de gasto sin precedentes, propuesto por primera vez por el propio Trump, es un intento de apaciguarlo y mantener a Estados Unidos comprometido con la alianza".

La amenaza de Trump: más aranceles

Escuchamos la reacción de Donald Trump a la actitud de Pedro Sánchez en la rueda de prensa posterior a la cumbre. "Van a pagar el doble y lo voy a negociar personalmente", dijo Trump. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, aclaró lo ya sabido: España no negocia bilateralmente con Estados Unidos, ya que las competencias de Comercio corresponden a la Comisión Europea.

Justo ahora se están revisando los aranceles que en principio anunció Trump, quien acaba de anunciar que enviará una carta a cada país con las medidas que le afectan. Los europeos consideran que como mínimo los aranceles serán del 10%, como los británicos, pero es posible que sean mayores. EEUU no quiere seguir siendo un socio comercial en un mundo global. Es posible que vaya a gravar más el aceite de oliva, la aceituna, o el jamón. Pero si realmente Trump está enfurecido con España lo podría demostrar más con medidas que favorezcan descaradamente a Marruecos, como la venta de F-35 o incluso el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre Ceuta y Melilla. 

"Trump entiende los acuerdos comerciales y la defensa como parte de unas operaciones donde uno da y otro recibe. Es lo que llamamos diplomacia transaccional. La propuesta de no alcanzar el 5% es un tanto arriesgada porque España tendría que ofrecer algo que sea distintivo, único y especial en su estrategia. Sánchez no ha terminado de armar una buena narrativa en ese sentido. A Trump le interesa menos la cuenta final que la actitud. Es una mala noticia que el presidente Trump nos ponga en el punto de mira. No es bueno estar en su radar cuando está obsesionado con un asunto. Las amenazas de Trump contra España tienen base sólida pero pueden durar 20 días o toda la Presidencia. Es el riesgo para España", indica Juan Luis Manfredi, catedrático de Periodismo y Relaciones Internacionales en la UCLM. 

¿Líder del Sur Global en Europa?

Pero, como dice Nicolás de Pedro, investigador en The Institute for the Statecraft, no se trata solo de Trump. "El riesgo para los Bálticos o Finlandia es inminente. Para ellos era muy importante trasladar un mensaje de unidad. Para ellos sí es una amenaza existencial. A los socios europeos les ha dado una puñalada". 

Aún así, y Sánchez lo sabía, los aliados europeos no han sido contundentes con el presidente del Gobierno español ni lo han puesto en evidencia. "Como querían dar imagen de unidad no han sido más contundentes con Sánchez. De momento. No querían romper el clima positivo de la cumbre. El precio lo va a pagar España. Pero a Sánchez le da oxígeno. Los polacos, los alemanes, y los nórdicos están enfadados. Nos van a pasar factura seguro".

"La actitud de Sánchez al desmarcarse del 5% da a entender que no es problema de España esa amenaza existencial que se percibe en el flanco oriental y en el norte de Europa. Eso contribuye a destruir una alianza. Rusia puede atacar Estonia este verano pero a él eso no parece importarle. Ha hecho una apuesta por complacer a sus socios de coalición. Pero también quiere posicionarse como líder del Sur Global en Europa".