Un ataque aéreo del ejército israelí ha alcanzado este jueves el recinto de la iglesia de la Sagrada Familia, la única parroquia católica en la Franja de Gaza, matando a al menos dos personas y varias más heridas, entre ellas el sacerdote de nacionalidad argentina Gabriel Romanelli y con quien el difunto Papa Francisco solía hablar regularmente durante el año y medio de operación militar israelí que ha dejado más de 57.000 muertos.
"Con profundo dolor, el Patriarcado Latino confirma que dos personas han perdido la vida como consecuencia de un aparente ataque del ejército israelí que ha alcanzado esta mañana el recinto de la Sagrada Familia. Oramos por el descanso de sus almas y por el fin de esta guerra bárbara. Nada puede justificar que se ataque a civiles inocentes", ha señalado una fuente del Patriarcado Latino de Jerusalén en conversación con El Independiente.
La iglesia, situada en la ciudad de Gaza, había servido como refugio para decenas de personas desplazadas por el conflicto, incluyendo familias con niños, ancianos y personas con discapacidad. De acuerdo con el Patriarcado, varias personas resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad. "Los muertos son Saad Issa Kostandi Salameh y Foumia Issa Latif Ayyad. Que descansen en paz", ha señalado el Patriarcado.
El padre Gabriel Romanelli, párroco de la iglesia, también sufrió heridas leves en una pierna. Romanelli, conocido por su estrecha relación con el fallecido papa Francisco, había permanecido junto a su comunidad desde el inicio de la ofensiva israelí.
El ejército israelí confirma el ataque
El ejército israelí ha reconocido estar al tanto de los informes sobre daños a la iglesia y posibles víctimas civiles. En un breve comunicado, ha afirmado que el incidente se encuentra bajo investigación y que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) "lamentan cualquier daño causado a lugares de culto o a civiles no combatientes".
Según el diario Haaretz, al menos ocho personas resultaron heridas en el ataque, dos de ellas en estado crítico. El impacto habría dañado también instalaciones adyacentes al complejo parroquial, donde se encontraban refugiadas más de 200 personas.
El ataque ha generado una ola de condenas internacionales. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, calificó lo ocurrido como “injustificable” y responsabilizó a Israel por atacar un lugar de culto que albergaba a civiles indefensos. Hasta el momento, el Vaticano no ha emitido una declaración oficial sobre el hecho.
Este suceso se produce en el marco de una intensificación de los bombardeos israelíes en Gaza, donde el conflicto ha causado miles de víctimas y una creciente crisis humanitaria. Paralelamente, continúan las negociaciones para un posible alto el fuego entre Israel y Hamás, con la mediación de Estados Unidos, Qatar y Egipto, aunque sin resultados concretos hasta ahora.
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