Unas 550 personas saldrán de prisión en la República Checa el próximo 1 de enero, cuando entre en vigor una reforma del Código Penal que elimina el impago de la pensión alimenticia como delito, además de suavizar las sanciones por posesión y cultivo de cannabis.

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El Ministerio de Justicia ha confirmado a la radio pública Český Rozhlas que los condenados por ese motivo serán liberados a partir del 31 de diciembre, aunque con excepciones: no podrán beneficiarse quienes hayan puesto en riesgo de pobreza a sus hijos ni aquellos que estén cumpliendo condena además por otros delitos, si bien en estos casos se aplicará una reducción proporcional de la pena.

De acuerdo con la Asociación de Organizaciones de Prisiones, la medida permitirá aliviar la presión sobre un sistema penitenciario que, con 19.600 internos a finales de julio, se encuentra al 97 por ciento de su capacidad.

La reforma, ya firmada por el presidente Petr Pavel, introduce también cambios en la regulación del cannabis. Será legal cultivar hasta tres plantas por persona y poseer hasta 100 gramos en el domicilio y 25 gramos en espacios públicos. La excarcelación, no obstante, no será automática para quienes cumplen condena por delitos relacionados con el cannabis u otros crímenes a los que se han rebajado las penas, como la apología del terrorismo en internet.

Según la radio pública checa, el nuevo marco legal busca ampliar el recurso a multas y penas alternativas con el fin de reducir tanto el número de reclusos como la reincidencia.

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