El apoyo de los países árabes e islámicos, entre ellos Qatar, Arabia Saudí o Turquía, al plan de 20 puntos de Trump eleva la presión sobre Hamás, que en estos momentos deshoja la margarita sobre una propuesta que su socio Yihad Islámica considera poco menos que una "rendición".

El presidente estadounidense Donald Trump presentó un plan de veinte puntos para poner fin a la guerra en Gaza. La iniciativa incluye la liberación de rehenes, el desarme de Hamás, una retirada gradual de las fuerzas israelíes y la creación de un gobierno transitorio palestino bajo supervisión internacional. La propuesta ha generado una oleada de reacciones en todo el mundo.

Israel expresó un respaldo inmediato. El primer ministro Benjamín Netanyahu aseguró que el plan es compatible con los objetivos de seguridad del país, y varios sectores de la oposición también mostraron su apoyo, aunque el premier israelí marcó distancias con el documento al asegurar que no aceptará el Estado palestino.

Desde el lado palestino, la Autoridad Nacional Palestina agradeció los esfuerzos de Washington y se mostró dispuesta a cooperar, mientras que Hamás guarda silencio y estudia el documento con cautela. La Yihad Islámica Palestina, en cambio, lo rechazó frontalmente, calificándolo de “receta para prolongar la agresión contra el pueblo palestino”.

En Europa, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, celebró la iniciativa y reiteró que la solución de dos Estados es la única vía posible. El británico Keir Starmer calificó el plan de “bienvenido” e instó a Hamás a deponer las armas. El presidente francés Emmanuel Macron elogió el compromiso de Trump y la primera ministra italiana Giorgia Meloni habló de un “punto de inflexión” en el conflicto.

Los países árabes y musulmanes reaccionaron en bloque. Egipto, Jordania, Arabia Saudita, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Indonesia y Pakistán emitieron un comunicado conjunto en el que agradecieron el papel de Trump y se comprometieron a colaborar en la búsqueda de la paz. Egipto y Qatar, mediadores tradicionales, confirmaron que entregaron la propuesta a Hamás y que el grupo islamista la estudia “objetivamente”.

La Unión Europea y varios líderes internacionales, entre ellos el ex primer ministro británico Tony Blair —quien incluso ha sido mencionado como posible co-líder del futuro gobierno palestino transitorio—, expresaron su respaldo a la iniciativa.

Pese a las muestras de apoyo, persiste el escepticismo sobre la viabilidad práctica del plan. La incógnita principal es si Hamás lo aceptará y si el gobierno transitorio podrá consolidarse sin convertirse en una imposición externa. La comunidad internacional coincide en que la propuesta abre una ventana de oportunidad, pero su éxito dependerá de la respuesta de las facciones palestinas y de la implementación sobre el terreno.