El presidente Donald Trump ha emitido este miércoles una orden ejecutiva en la que Estados Unidos se compromete a garantizar la seguridad de Qatar, incluyendo acciones militares de represalia, si el país volviera a ser atacado, tras el ataque israelí el pasado mes contra una reunión de Hamás en Doha, la capital de Qatar.

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"Los Estados Unidos considerarán cualquier ataque armado contra el territorio, la soberanía o las infraestructuras críticas del Estado de Qatar como una amenaza para la paz y la seguridad de los Estados Unidos", señala como primer punto la medida divulgada este miércoles por la Casa Blanca.

El emir de Qatar ha recibido este miércoles una llamada telefónica Trump. "Durante la conversación se discutieron las últimas novedades sobre el plan del presidente Trump para poner fin a la guerra en la Franja de Gaza. En este sentido, Su Alteza Real el Emir reiteró el apoyo de la Estado de Qatar a los esfuerzos por alcanzar la paz y expresó su confianza en la capacidad de los países que respaldan el plan para llegar a un acuerdo justo que garantice la seguridad y la estabilidad en la región y proteja los derechos del pueblo palestino". También se repasaron las estrechas relaciones estratégicas entre ambos países en diversos ámbitos de asociación y cooperación bilateral, además de intercambiar puntos de vista sobre otras novedades regionales e internacionales de interés común", señala la nota.

El ataque israelí, del que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu se tuvo que disculpar por teléfono con su homólogo qatarí el pasado lunes durante la reunión con Trump, causó la muerte de varios miembros de Hamás, pero no de los líderes, así como de un agente de seguridad qatarí.

El lunes primer ministro de Qatar, el jeque Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al Zani, recibió las disculpas el lunes en una llamada conjunta de Trump y Netanyahu durante su reunión en la Casa Blanca. Ese mismo día Trump firmó la orden ejecutiva conocida hoy.

En la orden ejecutiva, Trump señala que Qatar es "un aliado firme en la búsqueda de la paz, la estabilidad y la prosperidad" y que había apoyado a Washington en la mediación de conflictos regionales y mundiales. "En reconocimiento de esta historia, y a la luz de las continuas amenazas que supone para el Estado de Qatar la agresión extranjera, la política de Estados Unidos es garantizar la seguridad y la integridad territorial del Estado de Qatar frente a ataques externos", apunta.

Se trata de un paso sin precedentes en Oriente Próximo. El documento, titulado “Assuring the Security of the State of Qatar”, obliga a Washington a responder con “medidas diplomáticas, económicas y, si es necesario, militares” en caso de agresión extranjera. Una cláusula que sitúa a Qatar bajo un paraguas de protección similar —aunque no idéntico— al que ampara a aliados tradicionales de la OTAN.

Además, se instruye al Secretario de Guerra a mantener “un plan de contingencia conjunto con el Estado de Qatar para garantizar una respuesta rápida y coordinada a cualquier agresión extranjera”, mientras que el Secretario de Estado deberá “reafirmar esta garantía al Estado de Qatar y coordinar con los aliados y socios para garantizar medidas complementarias de apoyo”.

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