La reciente canonización de los dos primeros santos venezolanos, José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles, ha servido para calibrar cómo es la relación del Vaticano con Nicolás Maduro y sus acólitos, y dónde se sitúa la Iglesia venezolana. Maduro ha querido presentarse como el promotor de la canonización, pero su jugada le ha salido mal: el cardenal Baltazar Porras, quien realmente está detrás de la causa, dijo en un acto en el marco de las jornadas por los dos santos que Venezuela vive "en una situación moralmente inaceptable". En la misma línea, el cardenal Pietro Parolin, jefe de la diplomacia vaticana, llamó a abrir "las prisiones injustas" y "dejar libres a los oprimidos". La ira de Maduro ha tomado como objetivo al cardenal Porras.
En la ceremonia con León XIV, la delegación enviada por María Corina Machado, la recién laureada con el Premio Nobel de la Paz, y Edmundo González, el ganador de las presidenciales usurpadas por el chavismo en julio de 2024, estaba frente al altar y al lado del cuerpo diplomático. Al frente de la canonización, monseñor Porras. Sus palabras en la Pontificia Universidad Lateranense aún resonaban por su contundencia y claridad.
"Una situación moralmente inaceptable"
"Vivimos en una situación moralmente inaceptable; la merma del ejercicio de la libertad ciudadana, el crecimiento de la pobreza, la militarización como forma de gobierno que incita la violencia y la introduce como parte de la vida cotidiana, la corrupción y la falta de autonomía de los poderes públicos y el irrespeto de la voluntad popular configuran un panorama que no ayuda a la convivencia pacífica ni a superar las carencias estructurales de la sociedad", dijo el cardenal Porras ante un auditorio en el que estaba una comisión del propio régimen chavista. Los enviados del chavismo no tuvieron un encuentro privado con el Papa como perseguían. Fueron recibidos en audiencia con muchas más delegaciones.
A pesar de que sabía que sus palabras iban a calar hondo en el régimen también rememoró a los que viven privados de libertad. "Con los presos políticos, privados de libertad por razones no siempre claras, se rompe la unidad familiar y sufren todos sin que haya a quién recurrir".
La Conferencia Episcopal Venezolana pidió en un comunicado del 7 de octubre "medidas de gracia" para permitir la liberación de los presos políticos. Subrayaba que , la canonización de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles representa "una ocasión propicia para que las autoridades del Estado dicten medidas que permitan recobrar la libertad a los encarcelados por razones políticas".
Familias y activistas se congregaron en Roma para exigir la liberación de los 866 ciudadanos que, según Foro Penal, siguen encarcelados por el régimen. Foro Penal ha enviado este mes de octubre una carta al Papa para que interceda por la libertad de los presos políticos.
La denuncia del cardenal Parolin
Esa demanda ha llegado al Vaticano, como prueban las palabras del cardenal Parolin, quien fue nuncio apostólico en Venezuela, designado por Benedicto XVI. En su homilía del lunes, el cardenal Parolin, experimentado diplomático que sopesa bien todo aquello que dice, lanzó un mensaje claro al régimen chavista. "El que no ama permanece en la muerte... ¡Solo así, querida Venezuela, pasará de la muerte a la vida! Solo así querida Venezuela, tu luz brillará en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía. Así se escuchará la Palabra del Señor que te llama a abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos". Está abogando por la liberación de los presos y si lo hace así, como apuntan observadores de la situación venezolana, es porque lo han hecho por otras vías sin éxito.
Y alude el cardenal Parolin a cómo ha de renacer Venezuela: "Solo así, querida Venezuela, podrá responder a tu vocación de paz, si las construyen sobre los cimientos de la justicia, de la verdad, de la libertad y del amor, respetando los derechos humanos, generando espacio de encuentro y de convivencia democrática, haciendo prevalecer lo que une y no lo que divide, buscando los medios y las instancias para encontrar soluciones comunes a los grandes problemas que te afectan, poniendo el bien común como objetivo de toda actividad pública". Una Venezuela nueva en la que haya justicia. El cardenal Parolin estaba dado el visto bueno a las declaraciones del cardenal Porras.
Maduro difama al cardenal en venganza
La delegación venezolana cercana a María Corina Machado y Edmundo González celebraron con júbilo este apoyo claro del Vaticano y de la Iglesia venezolana a los presos políticos. Sin embargo, Nicolás Maduro arremetió contra el cardenal Porras, al que acusó de ser "un conspirador" que nunca quiso la canonización de José Gregorio Hernández.
En su programa de televisión, que se emite por VTV, dijo que sabía mucho y que ya lo contaría, en tono amenazante. "El pueblo tiene que saberlo, que muchos... algunos, no todos. Yo creo en el cura de parroquia... pero algunos, como Baltazar Porras, dedicó su vida a conspirar contra José Gregorio Hernández”, repitió Maduro. El cardenal Porras lleva años ensalzando la tarea de José Gregorio Hernández, pero ahora es un obstáculo para el poder por denunciar cómo se vive en Venezuela.
Maduro presumió a su vez de su excelente relación con el Papa Francisco, a quien él mismo habría descubierto la figura de José Gregorio Hernández. Como el Papa Francisco está muerto no puede desmentirlo.
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