La ciudad meridional de Jersón, atacada a diario por drones rusos, ha sido objeto de un bombardeo masivo por parte del Ejército de Rusia, estacionado al otro lado del río Dniéper, después de que tropas invasoras fueran repelidas tras intentar cruzar las aguas y entrar en la ciudad.

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Una serie de ataques llevados a cabo por lanzacohetes rusos el viernes, que causaron la muerte de tres habitantes y dejaron 29 heridos, se convirtieron en una de las mayores ofensivas contra Jersón desde el inicio de la invasión, dijo a EFE Oksana Pogomí, diputada del consejo local y responsable de una iniciativa de voluntariado civil.

"Estamos acostumbrados a los ataques y al peligro diarios, pero esta vez los rusos han apuntado incluso a aquellas partes de la ciudad que se consideran más seguras", señaló Pogomí tras los impactos que alcanzaron varios edificios residenciales en el distrito más occidental de la ciudad, situado más lejos del río.

Asaltos fallidos de Rusia

Ese bombardeo se produjo tras las afirmaciones rusas de haber cruzado el río Dniéper y entrado en el distrito de Korabel, situado en la isla Cuarentena de la ciudad, capital de la región homónima invadida por Rusia hace más de tres años y medio.

El miércoles 22 de octubre, Vladímir Saldo, un funcionario instalado por Rusia en la parte de la región de Jersón ocupada por las fuerzas rusas, compartió un vídeo en el que se veía supuestamente a soldados de Moscú izando su bandera en el distrito.

La agencia de noticias rusa TASS informó, con fuentes del Ministerio de Defensa de Moscú, de un asalto exitoso, pero al día siguiente se retractó.

"A pesar de las ruidosas afirmaciones, los invasores rusos no lograron llevar a cabo un asalto anfibio en la isla de Cuarentena de la ciudad", subrayó Oleksandr Kovalenko, analista del grupo Resistencia Informativa, donde señaló que un grupo invasor del tamaño de una compañía fue destruido antes de poder cruzar el río Dniéper.

Vladislav Voloshin, portavoz de las fuerzas del sur de Ucrania, publicó un vídeo geolocalizado desde la isla de Cuarentena en el que no se veía presencia rusa.

El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), con sede en Estados Unidos, tampoco encontró pruebas de que las fuerzas rusas hubieran establecido un punto de apoyo en la isla, y describió las afirmaciones como una "operación de guerra cognitiva" para convencer a Ucrania y a sus socios occidentales de que la victoria de Rusia es inevitable.

El ISW confirmó un ataque ruso fallido en otra ubicación, cerca del puente Antonivski, en la noche del jueves al viernes. Según el 30º Cuerpo de Infantería de Marina de Ucrania, las fuerzas rusas intentan regularmente cruzar el río a pequeña escala, a menudo al amparo del mal tiempo, pero han sido repelidas sistemáticamente.

Según Kovalenko, los ataques indiscriminados de artillería, drones y fuerza aérea contra Jersón reflejan la "impotencia" de Rusia y tienen como objetivo aterrorizar a la población civil para compensar los fracasos militares.

Quedarse para ayudar

Unas 74.000 personas, una cuarta parte de la población antes de la invasión, permanecen en la ciudad. Muchas de ellas son personas mayores, reacias a abandonar sus hogares, incluso en las zonas donde los servicios básicos apenas están disponibles debido a la amenaza militar rusa, que es constante.

Su vida está marcada por los ataques diarios de drones aéreos rusos que con frecuencia tienen como objetivo a transeúntes y vehículos civiles al azar, algo confirmado por múltiples vídeos grabados por las cámaras de los drones y compartidos en línea por sus operadores rusos, estacionados a pocos kilómetros de distancia.

"Los rusos quieren asustarnos", comentó Pogomí, la diputada que supervisa el trabajo de un centro de voluntarios que apoya a los soldados y civiles ucranianos.

Algunas calles están ahora protegidas con redes antidrones, tendidas a lo largo de ellas, pero Pogomí y otros residentes sólo salen de sus casas cuando es absolutamente necesario y la mayor parte de la actividad de la ciudad se detiene a las tres o cuatro de la tarde.

 Tango argentino entre explosiones

Los voluntarios civiles mantienen el desafío al peligro y acuden al centro para ayudar a hornear pan y tejer redes de camuflaje para el Ejército.

Mientras las explosiones resonaban en la ciudad, el viernes se celebró un concierto de músicos locales en el centro, que interpretaron Libertango del argentino Astor Piazzola para reflejar el espíritu inquebrantable de la ciudad.

"No podemos defraudar a nuestros soldados, que están trabajando muy duro para repeler al enemigo", subrayó Pogomí.

Ella recuerda el día en que la ciudad fue liberada por los soldados ucranianos, en noviembre de 2022, tras ocho meses de ocupación rusa, como la mayor alegría que ha experimentado jamás. "Ahora nos toca a nosotros ayudarles", subrayó.

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