Nueva etapa entre Estados Unidos y China. Donald Trump y Xi Jinping han mantenido un encuentro de más de hora y media en la base militar de Busan, en Corea del Sur, que puede ser el principio del fin de la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo. Trump ha calificado la reunión como "fantástica" y ha calificado el encuentro como un 12 sobre 10. Lo que ha sorprendido es un anuncio previo en Truth Social de la reanudación de pruebas nucleares tras más de 30 años si realizarlas. Han acordado volver a verse en abril en China. Así termina una gira de seis días del presidente Donald Trump, que le ha llevado a Japón y Corea del Sur.
Trump ha indicado que las importaciones chinas van a estar ahora sujetas a un arancel del 47 %, diez puntos porcentuales menos que la tasa general antes de la reunión. A cambio, Xi retrasará un año las restricciones sobre los minerales de tierras raras, lo que concede a Estados Unidos un respiro de los controles que podrían poner en peligro la cadena de suministro de todo tipo de productos, desde teléfonos móviles hasta aviones de combate, según The Washington Post.
Con grandes expectativas ha terminado así la primera reunión cara a cara de los líderes desde que Trump comenzó su segundo mandato el pasado 20 de enero. Entonces empezó a imponer aranceles a las importaciones procedentes de China, lo que llevó a Pekín a responder con impuestos recíprocos y controles a la exportación. De momento no hay versión china del encuentro. "Ahora renegociaremos el acuerdo cada año, pero creo que se mantendrá durante mucho tiempo, mucho más allá de un año", ha señalado Trump.
China había acordado comprar "enormes cantidades" de soja después de haber boicoteado anteriormente la producida por los agricultores estadounidenses en represalia por los aranceles. Queda por saber si será tanto como adquirirá antes de la guerra comercial.
El presidente de Estados Unidos ha anunciado que visitará a Xi en China en abril y que el líder chino irá a Washington más tarde.
Ucrania sí, Taiwán no
Los dos líderes hablaron sobre Ucrania, pero no sobre Taiwán. Así han evitado una cuestión sobre la que discrepan radicalmente. China defiende que Taiwán es y será China, mientras que Washington apoya el camino independiente de la isla.
Trump sabe que China es clave para encontrar una salida negociada a la guerra de Rusia en Ucrania, dado que Moscú depende de Pekín. "Ucrania ha sido un tema muy importante, hablamos de ello durante mucho tiempo. Ambos vamos a trabajar juntos", ha dicho Trump ya rumbo a Estados Unidos a bordo del Air Force One, según la agencia Efe. Trump no ha ocultado que China compra petróleo a Rusia y eso le da impulso para seguir la guerra.
Al comienzo de la reunión, Xi ha dicho que China ha estado "también ayudando a promover conversaciones de paz para resolver otras crisis".
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