El caso de Pablo González (Pavel Rubtsov, según su documentació rusa) llega a la fase judicial este martes 25 de noviembre, pero seguirá envuelto en el misterio. La audiencia finalmente no será pública, según ha decidido el Tribunal de Distrito de Varsovia, donde tendría que comparecer el ciudadano hispano-ruso, acusado de espionaje en favor de Rusia y en detrimento de los intereses de Polonia. Salvo sorpresas el acusado, que vive en Moscú tras ser objeto de un intercambio entre Occidente y Rusia, no se presentará.
El Tribunal ha cerrado el juicio al público porque considera que al ser un caso de espionaje en la sala va a tratarse sobre cuestiones relacionadas con información obtenida de la Agencia de Seguridad Interna, el Servicio de Contrainteligencia Militar, la Cancillería del primer ministro, los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Defensa Nacional, y la Guardia de Fronteras.
El caso de Pavel Rubtsov fue devuelto al Tribunal de Distrito de Varsovia después de que el Tribunal de Apelación revocara la sentencia que suspendía el proceso penal contra el espía ruso. El Tribunal de Apelación consideró que la decisión se dictó de forma prematura porque el tribunal de primera instancia no obtuvo información sobre la posibilidad de su regreso a Polonia para comparecer ante el Tribunal de Distrito.
Recibido en Moscú por Putin
González abandonó la custodia polaca en agosto de 2024 como parte de un intercambio de prisioneros entre Rusia y Estados Unidos y viajó a Moscú, donde fue recibido por Vladímir Putin. En virtud de ese acuerdo fueron liberados los activistas Ilia Yashin y Vladimir Kará-Murzá, entre otros. Alemania tuvo que entregar a Putin a Vádim Krasikov, que había sido condenado a cadena perpetua por asesinar en Berlín a un opositor georgiano.
Todos los agentes liberados, incluido Pablo González, fueron recibidos por Putin en agosto de 2024. "Quiero darles las gracias por su lealtad al juramento, su deber con la patria que ni un minuto se olvidó de ustedes", les dijo Putin al darles la bienvenida.
Pablo González, que se presenta como periodista de investigación, enviaba información sobre opositores rusos en el exilio a sus superiores en Moscú a cambio de dinero, según se reveló gracias a las denuncias de algunos de ellos, como Zhanna Nemtsova, hija del disidente ruso Boris Nemtsov, asesinado en febrero de 2015 cerca del Kremlin.
Las condiciones del acuerdo secreto
La decisión del tribunal de reabrir el proceso se tomó en agosto pasado tras revisar material clasificado proporcionado por los servicios de inteligencia y la Cancillería del primer ministro. El tribunal tenía dudas sobre la posibilidad de proceder con el juicio de González/Rubtsov porque había salido en virtud de un acuerdo secreto, avalado por la Administración Biden al que se sumaron varios países occidentales, entre ellos Alemania y Polonia.
El juez Paweł du Château solicitó aclaraciones a la Cancillería del Primer Ministro y a otras instituciones sobre la situación del acusado y las condiciones de su salida del país. Tras recibir las respuestas, el tribunal dictaminó que procedía a convocar el juicio, si bien los datos concretos referidos a los requisitos para viajar a Polonia no se han dado a conocer porque es información clasificada. Según la portavoz del tribunal, se ha enviado la citación a todas las direcciones conocidas del acusado.
Según informaciones de varios medios polacos, el acuerdo secreto bajo el cual González salió de Polonia, tras pasar dos años y cinco meses en una prisión polaca a la espera de juicio, no incluían la prohibición de regresar al país. Es improbable que el acusado comparezca ante el tribunal, si bien el proceso se podría llevar a cabo en ausencia si se cumplen ciertas condiciones, de acuerdo con Business Insider. Muy activo en redes sociales desde hace unos meses, ha comentado estos días acontecimientos de actualidad como la propuesta de 28 puntos de Trump y Putin sobre Ucrania pero no ha mencionado el proceso.
Opción de ser juzgado en ausencia
Dado que está acusado de un delito grave, para que comience el juicio, el acusado debe estar presente al menos en la primera audiencia para recibir su testimonio. Pero hay excepciones. Así lo especifica el artículo 377, párrafo 3, del Código de Procedimiento Penal, que dice que "si el acusado, cuya presencia en la audiencia es obligatoria, al ser notificado de la fecha de la audiencia, declara que no participará en ella, impide su comparecencia o, tras ser notificado personalmente, no comparece sin justificación, el tribunal podrá llevar a cabo el proceso sin su participación".
Si no se presenta, y se confirma que realmente no hay razón en ese acuerdo secreto que justifique su ausencia, puede emitirse una orden de arresto internacional, el tribunal puede ordenar su prisión preventiva, lo que permitiría la emisión de una orden de arresto internacional. Si el ciudadano hispano-ruso compareciera en cualquiera de los casi 200 países que cooperan con Interpol, podría ser detenido. En la práctica, este paso permite su persecución en todo el mundo. Impediría que regresara a España, donde viven sus tres hijos.
Según la Fiscalía, Rubtsov/González, "desde abril de 2016 hasta febrero de 2022, en Przemyśl, Varsovia y otros lugares, participó en inteligencia extranjera (inteligencia militar rusa) y le proporcionó información que, de haber sido compartida, podría haber perjudicado a la República de Polonia, incluso como Estado miembro de la OTAN". De acuerdo con la Fiscalía, González/Rubtsov "obtuvo y transmitió información, difundió desinformación y realizó reconocimiento operativo". El acusado se enfrenta a una pena de prisión de tres a quince años. No está amparado por la enmienda a la ley penal, que, a partir del 1 de octubre de 2023, prevé la cadena perpetua por espionaje.
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