El expresidente estadounidense Joe Biden fue diagnosticado el pasado viernes de un cáncer de próstata especialmente agresivo y con metástasis en los huesos, según ha anunciado un portavoz a los medios de comunicación este domingo. Los médicos encontraron un "nódulo pequeño" en la próstata del exmandatario, que, según el comunicado facilitado, tiene una particularidad que permite tratarlo de forma "eficaz".
"La semana pasada, al presidente Joe Biden [en Estados Unidos es habitual llamar "presidente" a los expresidentes] le fue descubierto un nódulo prostático después de experimentar síntomas urinarios", recoge la nota de la oficina personal de Biden. "Y el viernes le fue diagnosticado un cáncer de próstata, con una puntuación de Gleason de 9 (grupo de grado 5) y con metástasis en el hueso".
El sistema de puntuación de Gleason o mide cómo se ven las células cancerosas en la próstata en una escala del 6 al 10, siendo el 6 un cáncer de bajo grado y un 10 el máximo grado. También se organiza en cinco grupos, dependiendo de cómo se comportará el cáncer y cómo responderá al tratamiento. El grupo de grado 1 determina un cáncer de bajo grado y el 5 uno de grado alto, lo que significa que es más probable que el tumor se expanda agresivamente, y que el tratamiento tiene menos probabilidades de ser exitoso.
"Aunque es un tipo más agresivo de la enfermedad, el cáncer parece ser sensible a las hormonas, lo que permite manejarlo de forma eficaz", dice la nota. "El presidente y su familia están estudiando opciones de tratamiento".
El cáncer de próstata es uno de los más comunes entre los hombres, especialmente los mayores. Es habitual que crezca lentamente y que permanezca en la próstata, donde puede no provocar un daño grave, pero algunos tipos de cáncer de próstata pueden ser agresivos y expandirse a otras partes del cuerpo, como los huesos. Puede detectarse porque provoca dolor al orinar, necesidad de hacerlo más a menudo, y a veces presenta sangre en la orina o en el semen.
Joe Biden dejó el cargo de presidente hace cuatro meses, después de decidir el pasado mes de julio que finalmente no se presentaría a las elecciones de noviembre, y tras mostrar dificultad para recordar nombres, fechas o discursos, tropezar en diferentes ocasiones y, en última instancia, revelarse incapaz de enfrentarse a Donald Trump en los debates televisivos. El expresidente ha mostrado un especial interés en la investigación contra el cáncer durante la última parte de su carrera política, después de perder a su hijo Beau por un tumor cerebral en 2015.