"Los disturbios de Los Ángeles demuestran que necesitamos desesperadamente más personal y recursos de control de la inmigración. Estados Unidos debe dar la vuelta a la invasión desatada por Joe Biden de millones de inmigrantes ilegales que entraron sin filtro en nuestro país", aseguraba hace unos días la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en X. Acompañaba el texto con la fotografía de un manifestante en Los Ángeles, que, de pie sobre el techo de un coche de Waymo vandalizado y vestido solo con unos pantalones con dibujos de calaveras y una máscara, un gorro y guantes, ondea una bandera de México.
Esa misma imagen es la que han utilizado los miembros del gabinete de Trump para convencer de que quienes protestan en Los Ángeles son no solo violentos sino extranjeros que deben ser deportados, como lo estaban siendo todos aquellos contra los que se dirigían las redadas de los agentes de Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU (ICE, por sus siglas en inglés) que han originado las manifestaciones. En esa línea, el asesor de la Casa Blanca Stephen Miller ha denunciado en redes que “ciudadanos extranjeros ondeaban banderas extranjeras, se amotinaban y obstruían la aplicación de la ley federal al intentar expulsar a invasores extranjeros ilegales”.
Pero lo cierto es que quienes ondean la bandera de México en las protestas de Los Ángeles en muchos casos son ciudadanos americanos que sienten la necesidad de defender a sus vecinos, bien porque ellos mismos tengan origen mexicano, o simplemente como muestra de apoyo a la comunidad que más está en el punto de mira de las redadas de Inmigración. Manifestantes entrevistados por medios como el New York Times, CNN y diferentes cadenas de televisión estadounidenses así lo han manifestado.
"Es una reacción como 'No vamos a dejaros que nos hagáis avergonzarnos por de dónde vinieron nuestros padres y abuelos'", ha explicado el profesor de estudios chicanos en la Universidad de California, Los Ángeles, y estudioso del movimiento por los derechos civiles de los inmigrantes en el estado Chris Zepeda-Millán, en una entrevista con el NYT. "No tienen dudas de su ciudadanía ni de su pertenencia aquí, pero entienden el tinte racial de los ataques a los inmigrantes, porque son hijos y nietos de inmigrantes".
Además, Los Ángeles tiene lazos culturales y económicos con México, y es la capital de los mexicanos en Estados Unidos. En total más de 3,4 millones de mexicanos o descendientes de mexicanos viven en el condado de Los Ángeles, según datos del censo que ha recopilado la CNN, más que ningún otro condado en EEUU.
Los Ángeles lleva sumido en protestas desde el viernes, cuando los agentes del ICE llevaron a cabo redadas en diferentes lugares de trabajo de la ciudad que encontraron la oposición de muchos ciudadanos. Y aunque empezaron de forma pacífica, han terminado conduciendo a decenas de arrestos. Además, Trump ha decidido enviar a 4.000 agentes de la Guardia Nacional, más 700 marines, saltándose la autoridad del gobernador de California, Gavin Newsom, que lo ha demandado por la decisión.
Trump prometió llevar a cabo la mayor deportación de la historia del país con el objetivo de echar a criminales, traficantes de drogas, violadores y ladrones, pero los manifestantes de Los Ángeles le reprochan que está sembrando el terror entre ciudadanos que, si bien pueden no tener permiso de residencia en el país, estaban trabajando y no están acusados de ningún delito. Desde hace semanas, se han viralizado vídeos de redadas y detenciones por parte de los agentes de Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU (ICE, por sus siglas en inglés) en todo tipo de supermercados, tiendas o lugares de trabajo como restaurantes.
La bandera mexicana, símbolo contra las medidas de EEUU contra los migrantes desde los 90
"No son solo manifestantes. Son ilegales. Están literalmente protestando llevando una bandera extranjera. Eso es de locos", se ha quejado el senador republicano de Oklahoma Markwayne Mullin. "Los insurrectos que llevan banderas extranjeras están atacando a los policías de inmigración", se quejó también el vicepresidente de EEUU, JD Vance, en X. Pero ondear una bandera, nacional o extranjera, e incluso quemar una de cualquier país es legal y está protegido por el derecho a la libertad de expresión que recoge la Constitución estadounidense.
Hay quien piensa que ondear la bandera mexicana en este tipo de protestas es una estrategia equivocada, porque ayuda a que la Administración insista en su narrativa de enfrentar a estadounidenses con extranjeros. Pero los mexicanos llevan presumiendo de su bandera en todo tipo de manifestaciones en Estados Unidos, en muchos casos como símbolo del desafío ante la opresión americana.
En los años 90, la bandera de México protagonizó las protestas contra la proposición 187 de California, que trató de prohibir el acceso de los inmigrantes sin papeles a la educación, la sanidad y los servicios sociales. "Esto es algo que se remonta a los 90, cuando muchos protestaron contra la Proposición 187", ha explicado el exministro de Exteriores mexicano Jorge Castañeda a la CNN. "Y también al principio de los 2000, cuando tuvieron lugar protestas en todo Estados Unidos contra varias leyes que estaban implementándose en [el terreno de] la inmigración".
De su lado, grupos a favor de los migrantes como Brown Berets aseguran que la bandera mexicana en las protestas es un símbolo de unidad, no de división. "Solo porque alguien esté orgulloso de su cultura no significa que sea antiamericano", ha dicho Antonio Rodríguez, de dicha organización. "Ondear la bandera mexicana, para nosotros, significa mostrar orgullo por nuestra cultura y nuestra familia".
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