"El alcance de esto ha sido intencionalmente limitado. Ese es el mensaje que estamos lanzando. Pero las capacidades del Ejército estadounidense son casi ilimitadas". El secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el jefe del Estado Mayor de los Estados Unidos, Dan Caine, han dado en la mañana de este domingo -el mediodía en España- su primera rueda de prensa desde la sala de prensa del Pentágono después de que Estados Unidos bombardease anoche Irán de forma sorpresiva, solo dos días después de que el presidente Donald Trump anunciase que iba a darse dos semanas para reflexionar sobre si atacar o no al país junto con Israel.
El mensaje de la comparecencia ha sido repetido hasta la saciedad: Estados Unidos mantiene que el ataque ha sido controlado, moderado, y enfocado en un aspecto muy concreto del régimen iraní: acabar con sus instalaciones nucleares porque suponían "una amenaza" a los intereses nacionales estadounidenses que había que minimizar. Y que Irán no debe atacar de vuelta, porque no es la intención de EEUU y porque si lo hace, Estados Unidos desplegará toda su fuerza. "Esto no lleva a una guerra abierta", ha dicho Hegseth, insistiendo en que el presidente solo buscaba llevar a cabo "una misión muy clara, poderosa y enfocada".
En la comparecencia, ambos altos cargos no han explicado qué ha llevado a bombardear ahora Irán, contradiciendo los informes de su propia Inteligencia que apuntaban que el país aún estaba a años de conseguir armas nucleares, y tampoco han dejado claro hasta qué punto han infligido un daño significativo a las instalaciones nucleares de Irán.
El jefe del Estado Mayor ha asegurado que el "daño final de la batalla" aún "tardará un tiempo", pero que "las evaluaciones iniciales de los daños de la batalla indican que los tres sitios sufrieron daños y destrucción extremadamente graves". De su lado, el secretario de Defensa ha repetido lo mismo que Trump dijo anoche: que las ambiciones nucleares de Irán han sido "destruidas", un "golpe final" con el que "han soñado muchos presidentes".
Hegseth ha pasado unos minutos alabando a Trump, asegurando que la operación que el presidente planeó ha sido "atrevida" y "brillante", y que ha "mostrado al mundo" que "la disuasión estadounidense está de vuelta". "Cuando el presidente habla, el mundo debe escuchar y el Ejército de Estados Unidos podemos respaldarlo, el Ejército más poderoso que el mundo jamás ha visto".
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