Es conocido que en Estados Unidos las subastas son todo un mundo, y que cuentan con una tradición mucho más arraigada que en España. Sirven para que el público general -es un decir- pueda hacerse con alguno de los vestidos, bolsos o complementos de la fallecida Lady Di, siempre y cuando uno pueda pagar los cientos de miles de dólares que había que pagar por ellos en su última subasta en Beverly Hills, California, pero también para conseguir el meteorito más grande procedente de Marte. ¿Por qué no?
Es uno de los objetos que estará la semana que viene a la venta en Sotheby's, en una de las subastas de artículos que más han llamado la atención durante las últimas semanas. Porque los humanos aún no han conseguido aterrizar en el planeta rojo, pero sí recopilar pequeñas partes de su superficie que se llevan estrellando contra la Tierra durante millones de años. Y el trozo más grande conocido hasta la fecha, un meteorito llamado NWA 16788, podrá obtenerse en la casa de subastas de Nueva York, se espera que por entre dos y cuatro millones de dólares (entre 1,7 y 3,4 millones de euros, al cambio actual).
“El NWA 16788 es un descubrimiento de extraordinaria importancia, el más valioso de su tipo que jamás se ha subastado”, ha dicho la vicepresidenta de ciencia e historia natural de Sotheby’s, Cassandra Hatton, en un comunicado. “Su inmenso tamaño y su color rojo inconfundible lo distinguen como un hallazgo único en toda una generación. Este extraordinario meteorito aporta una conexión tangible con el planeta rojo, nuestro vecino celestial que ha cautivado durante tanto tiempo a la imaginación humana”.
El NWA 16788 es, con sus 24 kilos, enorme en comparación con otros meteoritos. Es un 70% más grande que cualquier otro fragmento de Marte que se haya encontrado en la Tierra, y supone casi el 7% de todo el material procedente de Marte que a día de hoy hay en nuestro planeta. Su nombre hace referencia a la región del noroeste de África (Northwest Africa, en inglés), donde se encontró, en concreto en la región de Agadez de Níger, que forma parte del desierto del Sáhara.
Tiene un tono rojo y en su superficie se puede apreciar una corteza vidriosa. que podría sugerir que fue expulsado de la superficie de Marte por el impacto de un asteroide, con tal potencia que habría convertido algunos de los minerales en vidrio, aunque ese efecto también podría haberse conseguido al entrar en la atmósfera de la Tierra.
Actualmente, hay 77.000 meteoritos oficialmente reconocidos en la Tierra, y solo 400 proceden de Marte, lo que pone en perspectiva el valor de este ejemplar, que saldrá a subasta el próximo 16 de julio. La casa de subastas tiene previsto llevar a cabo una de objetos de historia natural, de la que también formará parte el esqueleto de un Ceratosaurus, que ha recibido un precio estimado de entre 4 y 6 millones de dólares.
Hasta la próxima semana, el meteorito que tiene el título del más caro que jamás ha formado parte de una subasta es el meteorito Fukang, que se encontró en China en el 2000 y está clasificado como un meteorito de tipo palasita, un tipo de piedra con cristales de olivino y que tenía más de 4,5 millones de años, posiblemente más que la propia Tierra, y pesa casi 1.000 kilos. Cuando en 2008 se llevó a una subasta en Bonhams, en Nueva York, se ofrecía solo una parte, de 420 kilos, que estaba valorada en dos millones. Pero no se vendió.
¿Debe venderse un meteorito?
La subasta del meteorito ha generado cierta polémica, porque hay científicos que creen que este tipo de cuerpos celestes no deberían ser vendidos en subastas. “Sería una pena que desapareciese dentro de la cámara acorazada de un oligarca. Debe estar en un museo, donde pueda ser estudiado y disfrutado por niños y familias y el público general”, ha dicho el profesor de paleontología Steve Brusatte, que enseña en la Universidad de Edimburgo (Escocia) a la televisión CNN.
“Los meteoritos son especímenes únicos que portan información sobre la historia del sistema solar que no puede aprenderse de ninguna otra manera”, ha dicho Paul Asimov, geólogo de Caltech, a la revista Artnet. “Esto se ve mitigado por la escala a la que podemos estudiar los meteoritos, y una submuestra es probable que contenga toda la información que la piedra entera contenga. Idealmente, si un coleccionista compra un kilo de piedra podría considerar donar un gramo a la ciencia”.
En otras subastas, hay meteoritos que se han vendido por cientos de miles de dólares, pero según medios especializados los procedentes de Marte han tenido menos éxito. En 2021, uno se vendió por casi 14.000 dólares y otro lo hizo por 16.000.
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