Uno de los mensajes que se han preocupado en trasladar desde la delegación española en Eurovisión es que Tony Aguilar y Julia Varela leyeron un 'papel' durante la semifinal del certamen del pasado jueves, en el que condenaban los asesinatos de población civil en Gaza. Esas palabras recibieron el visto bueno de José Pablo López, el presidente de RTVE, y fueron las que motivaron el apercibimiento a la televisión pública por parte de la UER, organizadora del certamen.
Estos mismos informantes confirman con sus palabras que no hubo improvisación por parte de los presentadores, sino que recibieron una consigna. Una orden que puede alterar la posición de España dentro de la Unión Europea de Radiodifusión, que no sólo se encarga de Eurovisión, sino de otros temas importantes relacionados con los derechos audiovisuales de competiciones deportivas internacionales o con el desarrollo tecnológico. Hubo un muy alto directivo de la corporación que este fin de semana, al ser advertido de las posibles represalias, afirmó: "¿Y si nos echan? Que nos echen", refieren miembros de la delegación española. La UER tampoco es casa de esencias impecables. El gran patrocinador de Eurovisión es Moroccanoil, de origen israelí. Hay dinero en juego. Todo hay que decirlo.
Este lunes, a las 15.00 horas, el telediario de TVE dedicaba sus primeros minutos a este tema. Es decir, se lo presentaba a los españoles como el más relevante del día, dentro de una jornada en la que, por ejemplo, ha trascendido, a través de El Confidencial, que la UCO ha interceptado mensajes "que vinculan a Santos Cerdán" con presuntas adjudicaciones públicas a la empresa Acciona.
Durante el noticiario, la corporación emitía las palabras que pronunciaba Pedro Sánchez un par de horas antes, en las que reclamaba la expulsión de Israel de Eurovisión al igual que hizo con Rusia tras el inicio de la invasión de Ucrania. Por lo que sea, el presidente del Gobierno no abundaba en las constantes acciones hostiles de Marruecos sobre la población saharahui, como tampoco del cambio de postura diplomática al respeto que adoptó Moncloa -sin consultar con la oposición- en marzo de 2022.
Evidente hipocresía
Por lo que sea, el presidente no ha citado este ejemplo durante su intervención, como tampoco ha exigido cualquier acción de la FIFA contra Marruecos, con el que, por cierto, España va a organizar el Mundial 2030. Sobre los informes de Amnistía Internacional y Human Rights Watch que señalan persecución, detenciones arbitrarias, torturas a activistas por los derechos humanos y derivados... ni palabra. Tampoco en RTVE, donde hay fuerzas imperiales a cuyos periodistas parecen merecerles más atención. ¿Pedirán también la expulsión de Israel del Comité Olímpico Internacional? ¿Y la de Irán, que tanto esfuerzo ha hecho por avivar este conflicto, pero, a la vez, parapetarse en los pobres palestinos, sufridores de ataques diarios?
Es evidente que la actitud de RTVE y de 'sus estrellas' -si es que todavía se les puede llamar así- está teledirigida o condicionada. No dudo que exista en ellas un rechazo personal al drama de Gaza o al Gobierno cada vez más tétrico de Netanyahu (cuya salvaje acción bélica está trufada de crímenes injustificables y muertes y sufrimiento de inocentes; y cuya sed de sangre es terrible), pero también tengo claro que, en otro escenario y bajo una circunstancia que no le conviniera a Moncloa, callarían, como hizo la mayoría en el caso del Sáhara Occidental o como lo hacen en conflictos que no generan rédito político, en esa forma tan singular de pacifismo teledirigido de nuestros días (y cómo callan ahora con Siria, por ejemplo). También es verdad que no te conceden un programa si muchas veces dices lo que piensas.
Auditoría del televoto
José Pablo López se ha empeñado también en solicitar a la UER una auditoría sobre el televoto, al sospechar que pueden existir irregularidades sobre el apoyo masivo de los españoles a Israel; e intuyo que a sabiendas de que la campaña de cabildeo de Israel ha sido gigantesca, aunque está por ver si tan determinante como la izquierda considera. En el informativo de este lunes aparecía en pantalla un experto en este tema -Víctor Escudero- que, casualmente, el sábado, en la previa del certamen, la que hicieron los personajes de La Familia de la Tele, era presentado como un "asesor eurovisivo de RTVE", lo cual, sin duda, permite deducir que su opinión al respecto es independiente.
Tampoco es nada sospechoso que la televisión pública haya puesto toda la carne en el asador con este tema en un momento en el que no hay ninguna corruptela que amenace al Gobierno, ni ninguna filtración de mensajes telefónicos que le pueda comprometer, ni ningún apagón que investigar. España descansaba este lunes, tranquila y exenta de escándalos, así que tiene todo el sentido que La 1 haya invertido la mitad de la mañana en este fin.
Cuesta recordar una etapa más negra en la historia de RTVE. Me refiero en democracia. La de blanco y negro es evidente que fue más tétrica. Pero el seguidismo pro-gubernamental y el sometimiento hacia Moncloa, además del personalismo de López, resultan sorprendentes y diría incluso que inesperados, dado que, al administrar tanto poder, tras la modificación legal que precedió a su nombramiento como presidente, le podía haber seguido una independencia mucho más reforzada. Nada de eso.
Por cierto, llama la atención que haya tantas voces que atribuyen a esta polémica la mala posición de España en el certamen. Diría que al equipo de la corporación que fracasa año tras año -salvo excepciones- en su expedición eurovisiva esta polémica le ha venido bien. Lo de siempre: mientras el dedo señala a la luna...
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