En mitad de esta telaraña de propaganda que nos atrapa, habrá quien todavía no haya sido capaz de detectar que España se encuentra inmersa en su propio procés. Populista, cutre y atroz. Esotérico y arbitrario. Bananero y predecible. Lo que sucedió en Cataluña a partir de 2010 se plasma ahora aquí punto por punto, del mismo modo que antes de en ambos sitios se reprodujo en la Argentina kirchnerista, donde la racionalidad fue sustituida por una especie de surrealismo que convencía a los pobres de que, en realidad, todo iba bien. Como conocemos estas experiencias anteriores, somos capaces de predecir a cada momento por dónde pueden ir los tiros en el futuro cercano, así que podíamos deducir que tarde o temprano iba a aparecer en la prensa una entrevista con Santos Cerdán -y vaya mi enhorabuena para sus autores- para reiterar que estancia en la cárcel es fruto de una conjura contra su persona, que encarna el bien.

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Aposté a que Cerdán concedería ese honor a Jordi Évole, su amigo y admirador, quien ya entrevistó a Oriol Junqueras para ensalzar la dimensión humana del político preso. Pobre hombre, diría alguno, en prisión por defender sus ideas, como tantos hombres buenos en la historia. Como Juana de Arco o como otros grandes luchadores que acabaron entre rejas, pese a su currículum inmaculado. Podríamos situar ahí a Jordi Cuixart, a quien Gemma Nierga le dedicó todo tipo de loas mientras cumplía condena. En los pasillos de Lledoners, a lo mejor todavía se habla de cómo se le iluminaban los ojos a la reportera cada vez que hacía el habitual ejercicio de periodista catalán independiente.

Era evidente que Santos Cerdán iba a adoptar una estrategia similar. Es la del 'preso político'. La del encarcelado por sus ideas por parte de un régimen represor que, en este caso, es el de España y que, hemos de suponer, está al margen del PSOE, que gobierna, pero no tanto... o no todo, de ahí que el verdadero poder le intente destruir.

Si España todavía conservara la cordura, cualquiera se daría cuenta de que el exsecretario de Organización del PSOE intenta tomar por imbécil al personal al aludir a esta conspiración... o, al menos, a la teoría del montaje policial. Por desgracia, hay una parte relevante de los ciudadanos que hoy conceden veracidad a Cerdán, a Sánchez, a los ministros más ruidosos y a los Ruiz y Cintora. No se informan y no cuestionan lo que les llega porque hay quien hace tiempo dejó de exigir a sus representantes, a los que ha transformado en líderes espirituales a los que aplaudir... y casi adorar. ¿Les suena? Reitero: lo que sucedía en Cataluña en 2017 ahora se reproduce en toda España por obra y gracia del PSOE.

Cerdán, victimizado

Así que Cerdán sostiene en la entrevista que no se reconoce en las grabaciones de Koldo García, o sea, que no recuerda que el exportero de prostíbulos -y exconsejero de Renfe Mercancías- le hablara de licitaciones y de comisiones; o que, en enero de 2021, mandara callar a Koldo (“¡Que no quiero que hables de esto!”) cuando sacó el dichoso tema del presunto reparto.

Poco importa que el 2 de febrero de 2022, comentaran lo siguiente:

--KOLDO (K): […] Yo te transmito lo que hay, lo único que te pido por favor, es que consigas los 150 o 200 para mi jefe, para que él de eso me dé…

--SANTOS (S): (Interrumpe) Eso…, mando un mensaje ahora mismo y que le digan cuando me reúno con ellos y se lo transmito. Le transmití el otro día, de que me vinieron con la excusa ésta, que estaban con lo de Sevilla…

Es de suponer que Cerdán se comunicaba con precisión con su interlocutor sin saber el tema del que hablaban. O, directamente, que nunca conversaron, pero a lo mejor alguien ha generado esos documentos sonoros con inteligencia artificial como parte de una conspiración a gran escala contra el PSOE; a lo mejor, inspirada en la italiana Gladio.

"No, que yo sepa"

El político navarro -en prisión provisional- no se reconoce en lo que escucha, aunque, por alguna razón, lanza algún mensaje en la entrevista que podría ser interpretado como una amenaza susurrada. Lo típico: el encarcelado no tiene ni idea de porqué está allí, pero parece que quiere advertir a sus compinches de que no está dispuesto a admitir ninguna afrenta.

A la pregunta sobre si existe financiación ilegal en el PSOE, no responde con una negativa tajante, sino con un “no, que yo sepa”, mientras que sobre la figura de Koldo arroja ciertas dudas. "¿No es extraño que grabara toda clase de conversaciones, incluso las más banales?" / "Es muy extraño realmente. No suena bien que grabara incluso su intimidad, es sospechoso".

Al presidente del Gobierno, le lanza una acusación que parece surgir del desencanto -"con lo que me conoce Pedro yo pensé que lo tendría claro"... Pero todo eso, ya se sabe, son mensajes de entre quienes se ha afirmado que conocían todo, o una parte de ese todo, pero aprovechan estas ocasiones para transmitir que no sabían nada y, a la vez, para inflar conspiraciones.

La cloaca del PSOE

Tendría su gracia que tipos de esta calaña -los que llegaron a sostener que Leire Díez se dedicaba a escribir sobre la trama de los hidrocarburos- pronunciaran estas palabras en unas condiciones normales, en las que la opinión pública repudiara la polarización y conservara cierta capacidad para distinguir a los representantes decentes de los 'fenómenos' de este tipo.

El problema, como decía, es que estamos lejos de ese lugar. No tengo ninguna duda. Así que no hay duda de que la enésima duda contra la UCO sembrada desde Ferraz -por su franquiciado en Soto del Real en este caso- habrá ayudado a convencer a unos cuantos de que todos los pufos del PSOE son fruto de un montaje de los ultras. Ahí, exactamente, nos encontramos. Para eso contrataron en RTVE a Cintora y a Javier Ruiz.

Hay una España atontada que admira sin límite ni condición. A ella se dirige Cerdán, además de a quien podrían apañarle lo suyo, que son los mismos que 'ejecutaron' algo así con los independentistas. Fue el propio Cerdán quien lo negoció. Sabe de lo que habla.

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