El Gobierno adelantó la Navidad en este 2025 hasta el 20 de noviembre, día central del calendario propagandístico. Los fastos se iniciaron con una Nochebuena en la jornada previa, la del 19, que se celebró en el Pazo de Meiras, desde donde Xabier Fortes emitió su programa. Habrá quien piense que Franco está hasta en la sopa, pero, en realidad, el miércoles se quedó hasta más allá del postre de la cena. Los propagandistas del reino parecen querer instaurar en esta fecha una especie de Día de la Victoria con homilía en la noche previa y acto central y canapés el día de marras. Lo que hizo el régimen con los 25 años de paz, pero con cita anual y mensajes que mezclan la satisfacción con las advertencias de que, más allá del PSOE, todo es dictadura o apología de ella.

Cincuenta años después de aquello, España se ha alejado de ese espacio siniestro, aunque no del todo. Hay quien todavía considera que, al llegar al poder, se toma posesión de una parcela del país y se puede proceder sin mucho descaro, como si cada institución fuera un cortijo; y el cortijo estuviera a nombre del visitante. Ese comportamiento engorda clanes y de ahí se derivan las familias de cualquier régimen, que pueden ser nobiliarias, pero también civiles, con apellido común, como Ábalos o Cerdán; dos exsecretarios de organización del PSOE-I –la i de institucional, como en México-- que pensaron que era normal pasear con 'la cuestión' al aire por ejercer ese puesto.

La Fiscalía Anticorrupción pide para el primero 24 años de prisión y para el segundo, ya se verá. De momento, la UCO ha puesto en negro sobre blanco la forma en la que actuaban él, Paqui, la hermana y el cuñado, dentro del ámbito que comenzaba en Acciona, continuaba en Servinabar y finalizaba en El Corte Inglés de Princesa y en restaurantes de postín. Todo ello, engrasado con dinero de los contribuyentes, que es el que fluye a través de la contratación pública. Los hechos descritos son presuntos, pero no lo son dos cosas: la primera es que se comportaban con el desparpajo de un clan del régimen y, la segunda, que eran unos horteras. Gastaban sin rubor.

El cuartel de Intxaurrondo

Todo es tan propio de cualquier personaje de Crematorio, de Chirbes, que cualquiera que conservara cierto respeto por su prestigio profesional actuaría con cierta prudencia a la hora de quitar hierro a lo de los Cerdán. No es el caso de Silvia Intxaurrondo, quien en su programa del martes se empeñó en explicar a su audiencia, con tono aleccionador, que el informe de la Guardia Civil hablaba de comisiones y no de mordidas; y que, por tanto, tampoco hay que desconfiar, dado que las comisiones no son ilegales en este país que habitamos.

¿Y qué hay de la relación del clan de la mano rota con Servinabar? Según Inxaurrondo, pasa esto: “Si Santos Cerdán es uno de los propietarios de la empresa [N.a.: extremo negado por Cerdán y por Antxón Alonso hace unos meses], no es ilógico que tenga una tarjeta. Por otro lado, tampoco es ilógico que le paguen un piso de alquiler”.

Llegados a este punto, convendría recordar que todo monarca tuvo pintor de cámara que le sacaba guapo y todo partido, su periodista predilecto. No le faltaron a Franco serviles amanuenses que celebraran sus logros, como tampoco le faltan a Pedro Sánchez. Ha habido auténticos ejercicios de servilismo periodístico en el medio siglo que media entre el fin de la dictadura y 2025, aunque pocos de la intensidad de los que disfruta el presidente dentro de RTVE.

No hablo del obsceno recibimiento del pasado jueves en Radio 3, sino de un fenómeno que es general y que se reproduce en gran parte de la parrilla de programación a diario, donde son unos cuantos los que participan directamente de la propaganda gubernamental. Todos con un sueldo extraordinario. Ninguno con un ápice de vergüenza. ¿De veras se ha alejado tanto la televisión pública del espíritu del NODO?

La combustión espontánea de Javier Ruiz

A lo mejor 'Franco is still alive' o todo lo contrario. Sólo hacía falta ver a Javier Ruiz, minutos después de conocerse la sentencia condenatoria al fiscal general del Estado, incidir en que el Tribunal Supremo se había roto por completo durante la deliberación y en que la izquierda calificaba lo sucedido como “el asesinato civil” de Álvaro García Ortiz. En un intermedio, Gonzalo Miró, el 'muy menor para ser tan mayor', insistía en que a lo mejor no es casual que la sentencia hubiera trascendido un 20 de noviembre. ¿Qué quería decir? ¿Que el tribunal es franquista? ¿Que le condenan por sus ideas? Mientras uno aspira a Pedro Gómez Aparicio, el otro confirma, al hablar, lo que ya estaba claro antes de que abriera la boca. Todo esto, lo consiente el Gobierno y lo organiza José Pablo López.

Quizás esta semana ha quedado más claro que nunca que la verdadera máquina del fango son ellos; y que, en realidad, su única virtud es la falta de complejos y de vergüenza.

Desde aquí, y desde medios privados, se han impartido lecciones de democracia con la misma ligereza con la que el régimen vendía apertura cada vez que se veía peligrar. Quizás esta semana ha quedado más claro que nunca que la verdadera máquina del fango son ellos; y que, en realidad, su única virtud es la falta de complejos y de vergüenza. Mientras tanto, conviene recomendar la re-lectura del auto del magistrado instructor y su opinión sobre los periodistas que posteriormente testificaron en favor del fiscal general del Estado. La intensa labor propagandística llegó a hacer ver que lo que afirmaron tenía mucho más cuerpo de lo que en realidad sucedió.

A falta de conocer más reacciones, que serán casi todas igual de poco interesantes y muy preocupantes, merece la pena detenerse en otro colaborador, al que llamaba Javier Ruiz a sabiendas, minutos después de conocer la sentencia. Es Martín Pallín, quien calificaba la decisión del Tribunal Supremo de “golpe de Estado” y definía a los magistrados como “activistas políticos”. ¿Qué es aquí lo más grave? ¿Que se respete tan poco a sí mismo? ¿Que le llamen tanto? ¿O que esta sea la gente que todos los 20N nos da lecciones de democracia?

Siguiendo el modus operandi maoísta, Pedro Sánchez ha lanzado a los radicales a sembrar el terreno de dudas, odio e insultos hacia el Tribunal Supremo antes de aparecer en pantalla. Así que Pablo Iglesias, Gabriel Rufián o Ione Belarra ya han lanzado sus mensajes para deslegitimar a todo el sistema judicial español. ¿Qué será lo próximo? ¿Que los independentistas, en bloque, apoyen la Ley Bolaños, aprovechando la ocasión? Sea como sea, sus periodistas de referencia lo aplaudirán. Están para eso. Y son un peligro para el país, cada vez más peronista, cada vez más perdido.