Santos Cerdán compareció este miércoles en el Senado con la actitud típica de portero de bingo con ínfulas de policía. Se entiende que la simpatía y el carisma son dos cualidades necesarias para convencer; y convencer es uno de los grandes objetivos de la política, así que este tipo, áspero y amenazante, debía cumplir otra función que desconocemos dentro del partido, dado que a pie de calle, con esa pose arisca y desafiante, y con esa voz áspera, no resulta especialmente agradable.

¿Y cuál podría ser entonces el papel que le correspondía a Cerdán? Podemos hacernos una idea. Existen unos mensajes que le involucran en un presunto pucherazo en las primarias del PSOE y un documento que le reconoce como titular del 45% de una empresa, Servinabar, investigada por el cobro de comisiones. También hay indicios de que su mujer gastó unos cuantos miles de euros de una tarjeta de crédito a nombre de esa empresa y de un viaje a Marruecos, para mediar en favor de Acciona –la que se alió con Servinabar–, en el que no se entendería su presencia, así, a priori, dado que no ejercía ningún cargo en el Ministerio de Transportes, que es el que organizó la visita.

Los audios que grabó Koldo García revelan discusiones sobre el presunto pago de comisiones y sobre la forma en la que debía distribuirse este dinero, al parecer, procedente de adjudicaciones públicas, entre los compinches. Todo está en fase de instrucción y la justicia determinará si está más o menos probado, pero los indicios son sólidos y los peritos de la Guardia Civil defienden la autenticidad de esas grabaciones --y el juez les da crédito--, pese a los intentos de la defensa de desacreditarlas.

El 'deep state'

Cerdán va mucho más allá, en realidad, y habla de una conspiración del “Estado profundo” contra su figura, en algo que es disparatado, pero que quizás le haya aconsejado su abogado, quien colaboró en la estrategia utilizada por los condenados por el 1-O, quienes llegaron a denunciar que, en España, se perseguía a los catalanes independentistas por el mero hecho de serlo, lo que cada día se demuestra como falso y lo que pudieron ver, por ejemplo, los 20.000 catalanes que llegaron antes de la pandemia a Madrid para manifestarse, un sábado, sin altercados en la Plaza de Cibeles.

Podríamos especular con que el exsecretario de Organización del PSOE escribió el guión de la primera parte de la legislatura o, al menos, que defendió las ideas del mismo escritor del que beben Pedro Sánchez y José Luis Ábalos. Se estructura de la misma forma que la analogía del dragón en el garaje de la que habló Carl Sagan. ¿Y en qué consiste? En negar la evidencia mediante la apelación a lo indemostrable o a lo irracional. Si yo le aseguro que guardo junto a mi automóvil una criatura que echa fuego por la boca y usted me pide que se la presente, le diré que es invisible. ¿Y si afirmo que tengo varias horas de grabaciones que a usted le comprometen? Usted podrá decirme que están manipuladas, que son falsas o que usted no es el que habla.

La misma táctica empleó Sánchez cuando difundió aquella carta a la ciudadanía para denunciar la conspiración contra su Gobierno de pseudomedios y un aparato parapolítico y parapolicial. Lo hizo mientras el juez iniciaba diligencias contra Begoña Gómez y mientras Leire Díez y el propio Cerdán hacían presuntamente lo mismo que denunció el presidente sobre los otros.

La maniobra consiste en desafiar a cada rato la inteligencia de quien escucha. O sea, lo que han hecho durante toda su vida quienes hablan de sus contactos con seres extraterrestres y fantasmas, pero nunca los documentan. Se trata de disipar dudas con apelaciones a la persecución y de rematar la jugada con una especie de auto-confirmación.

¿Que aparecen presuntos casos de acoso en el partido más feminista de España y no se trasladan a la Fiscalía? Se señala al PP por no disponer de protocolos para estos casos y, de paso, se anuncia la creación de una nueva profesión para evitar que eso suceda de nuevo: la de agente de igualdad.

¿Que los casos de Plus Ultra, 'sobres', SEPI, Cerdán, Begoña, David Azagra y derivados debilitan la figura del presidente del Gobierno y hacen plantear la duda razonable de si el PSOE tiene manzanas podridas o, en realidad, ha capturado al país entero para ponerle al servicio de intereses espurios? Pues tampoco pasa nada: todo el partido, al unísono, comienza a mover la portada de la revista italiana L'Espresso para transmitir que, mientras en España se duda sobre Pedro Sánchez, en otros países le consideran como el mejor europeo del año. Lo que antes hacía TV3, ahora lo hace RTVE. Lo de las revistas de fuera, pues ya se sabe. Qué les voy a contar sobre lo que mueve a la prensa.

Casualidades...

Será casualidad que, unos días después de otorgar ese reconocimiento al presidente español, la misma revista italiana se haga eco del bono-transporte anunciado recientemente por el Gobierno de España. ¿A qué viene tanto interés repentino en temas tan concretos de la actualidad nacional? Se pueden hacer conjeturas al respecto, con más o menos mala intención (algunas, con muy mala), pero lo suyo es subrayar que mientras en Europa ven con gran claridad la verdadera talla de Pedro Sánchez y la conspiración existente contra el Gobierno del progreso, aquí se habla de corrupción y del doble rasero del PSOE con los casos de acoso. Qué curioso: la presunción de veracidad que impusieron para el resto de las víctimas, ahora la niegan para con sus denunciantes.

Pero no conviene pensar mal y situarlos en el bando de los injustos y los hipócritas, no sea que nos caiga el rapapolvo que este miércoles Cerdán, sí, sí, Cerdán, ha dedicado a la portavoz de UPN y al de su propio partido, al que ha sugerido algo similar a: también sé cosas de ti. Sin duda, España es paciente de personajes infames a los que podría dedicarse una calle --Jordi Évole pidió una para Cerdán-- por la que no pasar nunca. Es difícil que alguien desafíe a la verdad incluso al decir su nombre, antónimo sin duda de su alma y de su condición.